En la progreta Euskadi todo es atención, consultoría y alusión
peyorativa a la bondad volcada sobre unos inocentes menores criminales que, en muchos países, entrarían directamente ya en la cárcel. Por haber cometido un homicidio sobre esta pobre pareja de ancianos de Otxarkoaga, víctimas de menores
que están zurrando de lo lindo a Bilbao. Incluso, la progredumbre, nos alecciona sobre la
percepción errónea que supone, cara a la realidad, quedarnos en la crueldad aparencial de
estos crímenes y violaciones, sobre todo el de los pobres ancianos rajadas en
mil cuchillazos, que parece ser no nos otorgan fiabilidad en su impresión
consciente de la realidad sanguinaria apercibida o supuesta, ya que tampoco hay
certeza de que tenían intención de matar o ensañarse con los pobres jubilados.
Nadie que no sea un sádico, aunque sea menor de edad, puede llegar a matar con
tanta ferocidad y ensañamiento como quien lo ha hecho. Por cierto, hay ya tres
detenidos, menores, que han ingresado en un centro de menores. Que como son de
raza gitana todo es complacencia y deseo de recuperación entre tanta dulzura y
ternura hacia ellos con los magníficos y cordiales planes de recuperación que
tan buenos resultados aportan en la recuperación, el 80%. Y de los ancianos nadie se acuerda
ya. Y ante tanto bobo perdonavidas, una población muerta de miedo, que
comprende de sobra lo que sucede y por qué se ha llegado a este punto sin
retorno y con un sentimiento de impotencia de rabia que hace insufrible vivir
en una ciudad así. Por cierto uno de los detenidos por el asesinato de los ancianos estaba fugado de un centro de menores.
La ciudad de Bilbao está asustadísima y muy preocupada. Aterrorizada.
Sin gobernantes a la altura, con este
sistema judicial inoperante, con una policía vasca que es una ineficacia absoluta
y medio de baja siempre y con el miedo en el cuerpo porque estamos hablando de bandas
muy peligrosas, de menores, de padres insolventes y sin que nadie defienda al
pobre súbdito. El alcalde incompetente filosofa sobre lo multidisciplinar de la
responsabilidad, del sistema educativo, los fracasos sociales de nuestra
sociedad; la culpa es nuestra, cuando a él lo que se le exige y al “maisu” de
la inoperante Ertzaintza, es actuación policial, que en este caso tras los dramas
vividos en los últimos meses, no tienen los policías mucha idea sobre las bandas que se encuentran detrás
de estos robos sanguinarios, apuñalamientos de ancianos inocentes, homicidios,
asesinatos, asaltos, violaciones, palizas y camorra y la policía ahora comienza preocuparse. Hay
detenciones pero no está nada clara la cosa.
A raíz del homicidio de Ibon Urrengoetxea, la Ertzaintza parece movió
las posaderas: Detuvo a dos menores de edad, de trece y dieciséis años, uno
inimputable y al que no se puede detener por menor de trece años y que se
presentó en la comisaría con su padre y abogado. Quien fuera, cometió el
homicidio en la noche madrugada del 23 de diciembre e inmediatamente la casta
política del PNV, a través del portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, que dijo
conocer a la familia de este ex jugador asesinado, diciendo que “era un caso
excepcional por la edad del supuesto autor”. Para arengar contra la temprana edad
de los catorce años, terriblemente joven para el oligarca vasco, según él, para
responsabilidad e imputación penal. Y que con subir la edad penal y
seguimientos, la cosa funcionará. Es evidente que con esta progresía
carcundiosa del PNV, podemos comenzar a preocuparnos. Esto sólo lo puede
escupir un facha vividor de político de España o Euskadi, que tanto da.
Nadie demanda bajar la edad hasta los ocho años, como ironiza Aitor
Esteban, eso es una exageración, pero flaco favor hace a la justicia este bien comido peneuvino, y que bondadosamente mira hacia otro lado, que si la víctima fuera de su familia o
partido, no pensaría o actuaría de igual manera. Comprendan cómo en Euskadi, en Bilbao, con esta
gentuza de partidos, haya tanta impunidad y delincuente suelto.
En torno a los ancianos de Otxarkoaga, la millonaria policía vasca ha
detenido a dos menores de 14 años; un crimen sádico con una violencia exagerada
hacia dos ancianos olvidados de todos porque son mayores. Todo con una saña y
violencia inusitada. Parece que hubo un intento de robo; el piso estaba
completamente revuelto, lleno de sangre en paredes y suelo, los cadáveres
cosidos a cuchillazos y las cabezas aplastadas. Las asociaciones subvencionadas
con nuestro dinero ya han puesto el grito en el cielo porque se ha filtrado que
loa supuestos criminales son de raza gitana; que ello es circunstancial. De
este modo o no, es lo que hay y por lo tanto se denuncia. Podría haber sido de
cualquier etnia, pero ha sido como parece supuestamente es.
Y si desde luego ha sido alguien de raza gitana, antes que pedir calma
a la gente del barrio para que no arremetan contra los gitanos, que se genere
una alarma social negativa para los de esa etnia en el barrio, que les digan a
los gitanos que sean los primeros en condenar este crimen repugnante. Y el caso
judicialmente se trata igual que con autores de cualquier lugar del mundo. No
escucharemos denunciar a estos regados por subvenciones condenar a los autores.
Hoy por hoy, Bilbao es una ciudad insegura. La ciudadanía, a pesar del alcalde
pasota que tiene, así lo percibe. Y es que hay más delitos que se están
cometiendo ante el estupor general: el 29 de diciembre, un grupo de menores
violaron a una menor en Barakaldo. Otros jóvenes, en el metro de Abando,
pegaron una paliza a dos chicos, uno de los cuales perdió un ojo. Y no sabemos quién
perpetró estos delitos. La Ertzaintza poniendo multas y los gobernantes
disertando sobre la independencia.
Las asociaciones no tienen que analizar nada. La policía y los jueces
son los únicos, el resto es un cuento. Lo que la prensa calla es que todo esto
recuerda a las bandas y la droga de los 80. Hoy, en Bilbao, se cobra mucha RGI
que se gasta en billares y salas de juego, mientras que luego se delinque para
comprar droga o repartirla. Hay gente que vive desde siempre muy al margen de
la ley, hoy apoyada por asociaciones subvencionadas enemigas de la gente
pacífica y tranquila. A final la culpa es de los ancianos, de los que pasean,
de los que fabrican cuchillos, de los profesores, del ama de casa, y los menores
nunca delinquen y son inocentes. En Euskadi estamos en manos de gentes que
siempre han visto con buenos ojos y perdón el asesinato por parte de la sociedad,
que obtienen votos de esa calaña animalesca, y que jamás comprenderán que, las
leyes, deben proteger a las víctimas y familias. Y en Euskasi se legisla
siempre favor del delincuente. Claro que hay que plantearse la edad penal; sólo
un monstruo con plena conciencia machaca unos seres indefensos como en
Otxarkoaga. Lo que ocurre en Euskadi estos días son actos dolosos, nada
irreflexivos, voluntarios y no se pueden perdonar.
Menores pueden cometer los mismos delitos que los mayores pero la
sociedad se lo permite y lo tolera, cuando no lo compadece, y se alienta la
criminalidad. Son niños para delinquir y pagar por sus actos, pero para exigir
derechos de toda índole, cobrar a través de sus familias la RGI son adultos
integrales. Es la corrupción de falsos políticos buenistas y otros subvencionados
seguidistas que han desarrollado durante décadas, cargándose la libertad de las
personas honradas y trabajadoras y protegiendo a la delincuencia en todas sus
facetas. Un fascio politiquero nos ha colocado frente al delito, con la
complicidad de la justicia y el apoyo de Soros. Y una sociedad corrompida que
si el supuesto asesino es español y más si ataca mujeres, está todos los días
en la prensa; mientras que si es de otro lugar, como con los ancianos de
Otxarkoaga, nadie se reúne en la puerta de ese infecto ayuntamiento para
defenderlos y rogar por su memoria. ¡Repugnante política de oligarcas españoles!
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