CRÓNICAS MUTANTES: EL ESCÁNDALO KUBATI

Aunque no tenemos prensa ni memoria histórica para lo que no interesa, el escándalo Kubati no deja de suponer una inmoralidad y una gran desvergüenza. Y ha saltado. ¿Pero no era bueno Sortu? para el PSOE, el PSE y el PP, los que no tragamos eramos la vermine, la escoria. 

No sólo es a Kubati a quien hay que detener sino a todos los que, sabiéndolo, mintieron y legalizaron en cenáculo a Sortu y anteriormente a Bldu, en contra del Supremo. En el 2011, tras los encuentros de Zapatero con la ETA fue Bildu legalizado y en junio del 2012, ya con Rajoy, se enmendó de nuevo al Supremo, anulando su resolución de la Sala del 61, culminando la legalización de ETA con Sortu. A favor de la legalización de Sortu votaron: Pascual Sala,  Pablo Pérez Tremps, Luis Ortega, Elisa Pérez Vera, Eugeni Gay, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega. Los mismos que hacía un año legalizaron a Bildu. Por supuestos propuestos por los partidos políticos, en concreto por el PSOE.

Sortu había sido ilegalizado en el 2011 por el Tribunal Supremo por tratarse de "la plasmación del designio de Batasuna de constituir un nuevo partido político para que le suceda en su actividad". Se aportaron todo tipo de documentos que probaban lo que llevó a sentenciar al Supremo, pensando con justo criterio que legalizar a Sortu o Bildu sería dar cabida política a partidos y, consecuentemente, quebrantar la Constitución.

Hoy Kubati y otros dirigentes de Sortu han sido detenidos, acusados de enaltecimiento del terrorismo por su presunta participación en los homenajes a la histórica etarra Belén González Peñalva. Kubati y los demás son los mismos de siempre. Los vascos sabemos que nunca cambian de pelaje los de Bildu y Sortu. Que Zapatero y Rajoy, después, legalizaron a ETA porque algo muy grave les obligó a hacerlo, no les exime hoy de responsabilidad. Les dieron cobertura política; poder; ayuntamientos; diputaciones; presupuestos millonarios y dinero público a espuertas; fanfarronería frente a súbditos que continuaron perseguidos por ellos, aunque ya no se les matasen; los partidos llegaron a acuerdos de quitar los guardaespaldas y se abrieron los pactos en consenso con ellos. Ganaron unas elecciones en plazas e instituciones fuertes, arruinaron todo lo que tocaron, ETA no se disolvió ni entregó las armas; seguían siendo los de siempre; marginaron   víctimas a las que ya se las consideraba sedientas de sangre, retorcidas por el odio y enroscadas en su patología de rencor; vendidos socialistas y del PP nos machacaron a periodistas por no creer en la Paz, a los que nos aleccionaban sobre lo equivocados que nos encontrábamos y que no nos encontrábamos a la altura de comprensión de los nuevos tiempos y comenzó una persecución de socialistas, del PP y de partidos de izquierda vasca contra nosotros. A mí, concejales del PP en Errenteria me llegaron a decir lo “torpe” que actuaba y lo equivocado que estaba, “ciego”. El PNV nunca cambió, como Fraga en la Transición que no hubo que convencerle. El PP, que ahora protesta porque se reciba con honores  a quien confeccionaba listas de personas que asesinaba luego la ETA, no tiene vergüenza. ¡Que se lo diga a sus jefes! No tiene derecho a reprochar nada, ellos han permitido estos espectáculos lamentables, legalizando a Sortu. De dignos, hoy, nada de nada.  Y a nosotros, que tanto daño nos ha hecho la famosísima PAZ,  agradecerles el daño causado.

El PSE y el PP están hundidos en Euskadi por sus silencios con la ETA. Y hay que decir el calvario que ha supuesto la injusta legalización de Sortu a quien ahora coadyuvan con actos de homenaje terrorista, que por cierto lel que se ha brindado a Belén González, en el frontón de Lazkao,  no han sido el único en estos años. Ahora les interesa detenerlos y desmentir de sus propias sentencias. El camino de la normalización ha acabado de este modo. Las víctimas acusaron al PP de seguir la “Hoja de ruta” de Zapatero tras el criminal 11-M. Incluso el PP retrasó la renovación del Tribunal Constitucional hasta que éste tomara una decisión sobre Sortu. Tras el siniestro Zapatero, hoy acusado por parte de la oposición venezolana, de tener manchadas las manos de sangre, quedaba claro que el PP tenía todo pactado con Zapatero y su Gobierno y que remató los compromisos que con ETA tenían los socialistas.

Las pasamos canutas algunos periodistas porque nunca comulgamos con la Paz del cementerio de la Memoria de Zapatero. Gentes del PP nos llamaban para marcarnos con unas severas críticas; por no hablar de Odón que ni nos dejaba entrar en el ayuntamiento pàra transmitir actos y no nos enviaba información. Estabamos vetados.  Sólo los socialistas de Errenteria nos comprendieron. Ahora les detienen porque Sortu homenajea  a ETA. O sea: se equivocaron ustedes a posta. Legalizaron a la misma por la puerta de atrás; se dijo en su día. Por algo innombrable dejaron entrar a esta gente, que hoy detienen, por la puerta grande a nuestras instituciones y nos machacaron a muchos por decir la verdad. Fue escandaloso. Se corrigió al Supremo y al tribunal de Derechos Humanos. Fue un despropósito y peor aún, algo muy oscuro, pagado con nuestro dinero.  O eran o no eran los de Sortu de ETA. Si lo eran ¿Por qué los legalizaron? Y si no lo fueron ¿Por qué les detienen? Es día y hora para que Pascual, Luis, Elisa, Eugeni, Adela y Pablo Ignacio sean interrogados por su decisión. Si hoy Sortu tiene dirigentes a los que se debe detener por enaltecer el terrorismo, ellos, son los responsables de respaldar lo no respaldable. ¿Estaba o no al servicio de ETA Sortu? ¿Se trataba de la izquierda abertzale 'clásica' a pesar de que se diera un lavado de cambio de modelo en sus estatutos? ¿A quién legalizaron ustedes? ¿Seguía marcando ETA su estrategia? ¿Ustedes no lo vieron? ¿Que era aquello que el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, no contemplaba elementos de legalización, si lo tenían todo pactado? 

La verdad es que gobiernan como si todos fueran nuevos. Tiene un cinismo atroz. Nunca han roto un jarrón ni asumen hechos y responsabilidades. En las pensiones, con la ETA, con Lavapiés, con todo, cuando todo el estado de Partidos es el responsable de la lamentable situación en la que nos encontramos. Roto el país, quebrada la convivencia, rescatada la Banca y salvadas las autopistas, regando a caciques autonómicos, gastando lo que no tienen ya, disparando la deuda y el déficit público, arruinadas las clases media y baja y viviendo como Dios toda la casta, así nos va. Lo único que les importa es legislar sobre topes escandalosos en sueldos y prebendas, ilegalizar las opiniones, que los necios y “pelotas” les refrenden listas y poner radares en Semana Santa. Y seguir usando del consenso para llevárselo crudo. ¡Y a vivir en la degradación y entre chusma!