LA MANIPULACIÓN DEL PERIODISTA

ACTORES DE LA TARDE: JOSÉ TRONCOSO, VICENTE LEÓN, FERNANDO CAYO,  VÍCTOR CLAVIJO, SONIA ALMARCHA, MARÍA ADÁNEZ, JACOBO DICENTA,  JORGE USÓN Y NACHO MARRACO.

Como os comenté, algunos días escribiré sobre la serie “Amar es para siempre”. Mi reentrada recibió más apoyos que desprecios, que los hubo, gente muy ignorante e intolerante que te coge odio, solamente, por opinar o por criticar a los personajes; confundiendo, algunos, mis opiniones al personaje como si ofendiéramos a la madre del actor, como si le faltáremos al respeto. Estoy alucinado del impacto que causan estos sencillos artículos sobre algunos lectores de los foros. Porque Franco ya murió, pero de lo contrario me cierran el semanario. No hace falta recordar lo que era la censura en aquella época del Caudillo, caudillaje tenemos en algún muro que si me cogen, me atizan. Un artículo en el que mencioné mis opiniones inocuas sobre un capítulo de serie televisiva, acabó en una tergiversación exagerada sobre lo que yo no digo y hasta en falta de respeto a mi persona a la que tildaron de bastantes apelativos muy feos y mal encarados. Es mi trabajo pero no deja de ser curioso que resulta casi imposible hablar y bien de hasta el trabajo televisivo de los actores. Pues gracias a ello, a las críticas voy a continuar, de vez en vez, trayendo mi opinión, que desde luego no es nada cursi, sobre esta recta final de temporada de “Amar es para siempre”. Llenos de arrogancia, con un ego desmesurado, con una falta de cultura absoluta y con muy mala leche funcionan algunos lugares donde la opinión está prohibida y sólo te tienes que atener a las normas de unas personas que, en el fondo, odian a los hombres por su sexo y establecen la batalla campal contra él, en cuanto asoma.

                                             EN FOTO DE ABAJO VÍCTOR ORALLO.

Dos encuentros inmensos esta tarde. La secuencia en la cárcel con un “Samuel” sacado del mismo pozo de los infiernos; una secuencia vital para comprender el hilo conductor de la manipulación del periodismo que se establece en ese lugar que da pánico, la habitación de la pensión “Luna”, entre “Ortega” y “Vázquez”; el enorme Vicente León a quien escucharle es como traernos las voces que desaparecieron y jamás las recuperaremos: la de Víctor Orallo en los doblajes de los años 40 y 50 de FONO ESPAÑA y ORO FILMS. Un caso inédito y único a disfrutar y a soñar. Es idéntica. Vicente parece un reencarnado de la Voz del inmenso Víctor Orallo.

La habitación está referenciado en aquel enorme filme de Michael Powell “El fotógrafo del pánico”. Paralelismos con “Frankenstein” (ese monstruo “Ortega” que allí acude en secreto), “La ventana indiscreta” (por su voyerismo)  “Psicosis” (por la maldad que anida entre tanta telaraña de un psicópata) son notorios, así como su indisociable vinculación con las ‘”snuff movies”, aquí fotos de acosados y vigilados que presiden una tétrica pared de una casi siempre en penumbra habitación. Añadiendo estos días la impagable presencia de Vicente León, “Vázquez”, sádico al que sólo colma matar o torturar, en un enfermizo ambiente emocionalmente perturbador. Dentro de la perceptible turbiedad identificamos las motivaciones de “Ortega”, se descubre la realidad su nada conciencia culpable. Momentos de clara influencia Hitchcockianas, donde se explora el lado oscuro del ciudadano medio, el voyeurismo, el fetichismo y la fascinación por la destrucción de las personas.

Recuerdos de entre aquel inteligente y sagaz “Samuel” que ha descubierto a través del análisis y la ciencia la mentira de “Ortega”, y la realidad de hoy; destrozado por las descargas, anulado, dentro de esa ironía donde los que nada han hecho, están siendo torturados tras encarcelarlos, como hoy, mientras que los que eran unos delincuentes, dirigían el país, como en la actualidad también. Una historia que zarandea el alma humana, muy bien llevada por José y Sonia esta tarde en el encuentro. El modelo de la muerte aceptado por un Régimen criminal, el franquismo, es la historia de un hombre homosexual que no se reprimía y que el sistema pretendía acallar, por los que tienen  la sartén por el mango y acaban la disidencia en crimen con tal de ocultar otros crímenes cometidos. Esa es la gran lección, al margen de la humana, “Samuel” está pagando criminalmente el tapar los asesinatos de otro corrupto del Régimen.

Y aquí comienza el “montaje”, la manipulación de la noticia prefabricando una que no tiene nada que ver con el evidente desenlace de “Samuel”, involucrando al periodista “Durán” en la misma. La ficción como realidad que unos lectores asumirán bovinamente.  “Durán” no se lo cree y es cuando recibe el paquete que, cuidadosamente, “Samuel” dejó en la habitación de casa de los “Ortega”. Interesante lo que puede llegar. Un exquisito siempre Víctor Clavijo, actor al que se aprecia muy culto.

¿Venganza? ¿Qué prepara "Charo" contra "Tuñón? Seguiremos con ello. Y beso sin tuna y sin cintas de mi capa, en lo que parece la resolución de entre tanta ida y revuelta entre "Nachete" y la siempre desgraciada en amores "María". Por cierto, un día, le entendí que aún era virgen a pesar de aquellos novios y macarra con el que se casó.

Buena siempre interpretación de este “Lalo”, Jorge Usón que tanto me recuerda al desgarbado Walter Matthau, informando sobre aquella noticia, que como tantas otras de aquel tiempo y de hoy se ocultaron. La del hundimiento del submarino nuclear soviético K-8 a 490 Km de Galicia; unos hechos casi desconocidos por la opinión pública y que se corresponden con los efectos colaterales de una guerra en la segunda mitad del siglo XX, hoy casi olvidada, la Guerra Fría. Concomitancias contra el “Prestige” que usó la casta política de izquierdas contra el desastroso y acabado PP. Pero que tuvo también otra, en la Bahía de Pasaia, meses después y muchos de los que acudían de ese pueblo a Galicia, la mayoría de Herri Batasuna, dejaron al mismo y a su playa de Kalaburtza sin limpieza.

Esta hipócrita "Marta" sigue con su mal rollo feminista cuando ha despedido a una trabajadora y sólo desea vender prensa. Y pasa aún para el guión, con la insufrible "Teresa", como defensora de las mujeres. Personaje este año sin ningún relieve, que aburre y que carece de sentido.

El lado del trapisondista, de "Santiago", aquel listillo vividor, sablista, jugador, pufista, parásito, personaje del lumpen de aquella época y de todas, no exento de un corazoncito, interpretado con maravillosa ambigüedad por Nacho Marraco y que llena la pantalla.