EL COLCHÓN NUEVO DE PEDRO Y BEGO

Y pensar que Don Pío Baroja escribió "Las memorias de un hombre de acción" ¡Cómo hemos decaído! Don Pío, desde lo inconsciente a lo consciente, nos sumerge en un maremoto conspirativo, histórico y novelesco, de los cuarenta primeros años del siglo XIX. Baroja escribía y muy bien por cierto, para los escépticos; a Pedro Sánchez le escriben para los tontos.

He perdido algunos conocidos por mis críticas a Pedro Sánchez. Yo jamás me enfadaría ni dejaría de tratar a una persona por sus críticas a algún político o por una ideología diferente a la mía. Parece que muchos se levantan por la mañana pensando cómo, en ese día, dejar de tratar a fulano porque le tengo sobre todo mucha envidia. Es que yo pienso que cuando un analfabeto trepa escribe un libro para darnos a conocer sus trascendentales decisiones como presidente, nos suelte que la primera de todas fue: “Cambiar el viejo colchón de Rajoy y pintar el dormitorio”. Es, sencillamente, un imbécil y un cretino aupado en un Régimen de Partidos, que es el perfecto para que los más sin escrúpulos de la política medren y crezcan. Y además el sumo de la sandez es apegarse a aquel refrán de que “Dos que duermen en el miso colchón son de la misma condición? Es un bobo, pero no solemne como Zapatero, este es un plebeyo que aspira a nuevo rico con la “pasta” nuestra y un fatuo papanatas. ¡Qué pena España con este sistema y estos personajillos que han buscado entre los tontos que votaron al PSOE o mañana le pueden votar a él! Es admirable el masoquismo del pueblo español, de una parte de él, que le dan hasta 120 escaños a semejante mamarracho de político. 

Pedro además en esa frase que lanza como gran logro de su mandato, que él y Begoña “cambiaron el colchón” se esconde un incisivo racista al menospreciar a sus dos antiguos inquilinos. Para comenzar, Elvira, esposa de Rajoy, no era una hambrona como Begoña, de clase baja. Elvira era y es una señora discreta y educada. Jamás arramplaría con nada que los españoles le han dejado en custodia. ¿Qué ocurre Begoña y Pedro? ¿Son inferiores que hasta mancillan por su ideología un colchón? ¡Eran leprosos? Porque gracias a Rajoy está usted ahí; él abrió esta puerta al golpe. En la primera página de su libro tras un auto-prólogo de tres hojas, Sánchez inicia su ególatra libelo: “Mi primera decisión como presidente” y no tarda lo más mínimo en soltar a bote pronto la parida del colchón. Y sigue: “La primera decisión de un presidente del Gobierno suelte tenerse por crucial. No sólo significa el inicio del ejercicio en el cargo, sino que además lleva consigo la fuerza simbólica de condensar una visión política y ejemplificarla con una sola acción, que trasladará a un nuevo mensaje político” ¡Ahí es ná!

Y claro como él debía de vivir en un piso amueblado, de alquiler, comprendo que un muertecito de hambre se encuentre con la bicoca de su vida, gracias a Rajoy repito, que entre ellos no existe alguna diferencia; la ideología es la misma: consensuar en el Sistema de Partidos; generacionalmente los políticos españoles no están ubicados en un tiempo cronológico sino en un tiempo político de perpetuar el Régimen de 77 y salvo el Water y el bidé que los ha cambiado Sánchez, el camelo es el mismo. Y ha escrito unas memorias sin haber terminado aún su breve y golpista mandato. Desde luego está concebido para buscar votos entre personas que, por el interés de Sánchez en contar chorradas racistas y con odio en la pluma, a sus votantes los debe considerar unos pobretones de espíritu y de mendigos lamechepas.

20 euros en un libro en colaboración inestimable con Irene Lozano, gran enchufada de la que reconoce como amanuense. Dice “Este libro es fruto de largas horas de conversa con Irene Lozano, escritora, pensadora, política y amiga. Ella les dio forma literaria a las grabaciones, prestándome una ayuda decisiva. Sirvan estas líneas de agradecimiento”. Menos mal que no ha cambiado la cocina y el trastero porque nos declara Fiesta Nacional. ¿Ya conocen! En las memorias Pedro el Gandul y su aprovechategui esposa han cambiado, como gran medida, el colchón. Dos que son también de la misma condición y hasta tienen de casi todo lo mismo.