¡EL MÁS GRANDE CINEMA DEL
MUNDO! ¡EL BELLAS ARTES!
1ª PARTE
¡Los donostiarras no sabemos
lo que tenemos ni lo hemos valorado jamás!
Una retaguardia cultural de políticos
provincianos, toda la actual corporación donostiarra, se ha puesto de acuerdo
para acometer un derribo escandaloso. El del “Bellas Artes”, réplica en estado
de conservación lacrimógena de aquel “Gaumont Palace”, construido en 1,899. Era
el cinematógrafo más grande del mundo y que sufrió diversas transformaciones
hasta su demolición especulativa en
1973.
Sólo queda en el mundo la réplica del “Gaumont Palace”:
“El Bellas Artes Donostiarra”, ante la ignorancia general de la atrofiada
Donosti, de interés especulativo para la financiación del Estado de Partidos.
En el “Bellas”, hasta su arco
proscenio era inspiración del “Palace” así como su ancha pantalla para formatos
que variaron de estándar en el correr de las épocas.
¡Art Deco” puro que soliviantó
los moldes arquitectónicos de aquella época de la linterna ardiente del París
ecléctico de finales del siglo XIX, o de la Donosti del Ensanche Córtazar.
Similar nostalgia de aquellas
doble balconada como puentes reales. De hormigón por fuera. Techo corrugado
para mantener la propagación del sonido
y con las paredes adornadas con color gris, todo sentía mitigar el ruido de la reverberación,
mientras que una luz indirecta de color se ejecuta en tres niveles horizontales
a lo largo de los bordes de la sala señalando balcones sin nada va a romper el
ritmo, "sintiendo las ondas largas que se alternan y
superponen en el momento sin descanso, sin un ángulo.
Era un
edificio tan inteligente que podía haberse inspirado en él, Moneo, al diseñar
una cabina de proyección para el Kursaal que ofrecía una desoladora imagen
borrosa en el Festival, porque la
cabina de proyección se encontraba en lo alto. En el “Bellas”, la
cabina, fue construida en
la cima de la segunda terraza donde se albergaban sus proyectores. Demasiado
alta en relación con la pantalla, su posición planteaba un evidente problema de
la distorsión trapezoidal de la imagen que lo solventaron.
La
Universidad del País Vasco ha salido para proteger a este edificio emblemático, maravilla de la linterna mágica al
alcance popular desde aquellos prodigiosos años en los que se veían, como
"tontadas", filmes hoy reconocidos como obras de arte y clásicos.
¡El
cine!. Un sueño incumplido. Una máquina poderosa de hacer sueños relacionada
con el espectáculo popular, democrático, nada sofisticado y arropado por
gentes sencillas que se reían o lloraban mucho con aquellas imágenes en movimiento
de 24 x 18 mm en formato 1.33:1, que fue el empleado durante toda la época del
cine mudo y comienzos del sonoro, el cine hoy fagocitado por el consumo y
trastocado en azuladamente digital.
¡Cómo
debían contemplarlo aquellos espectadores primerizos del Bellas Artes!. Con el lloro y el corazón por los ojos al
salirse por la risa. Aquellos que asistieron a las primeras sesiones en 1914,
en ese ángulo del Ensanche fantástico,
en el hermoso Bellas Artes, cerca del campo de ferias. Vida y animación de los
alrededores huérfanos de espectáculos hasta entonces.
Incombustible,
con los adelantes más esmerados en electricidad, buena disposición racional de
butacas cómodas y una magnífica pantalla adobada por un proscenio señorial.
Un
lugar preferido ya desde su puesta en funcionamiento. 1.426 espectadores para
butaca, palcos y paseos así como anfiteatro y galería. Se inauguró el 12 de
septiembre de 1914 con la canzonetista Paquita Escribano, cantando couplets
variopintos. La línea del “Boulevard”, con el Novedades “la bombonera”y en cuanto a cines se refiere, se ampliaba
hasta por donde llegaba el tranvía “Urbano.
Vicente
Mendizábal, el propietario, tenía un
sueño: Que San Sebastián tuviera muchos y modernos cinematógrafos y que,
algunos, albergaran la música de la Ciudad y a sus coros polifónicos, como hizo
con el Orfeón, colocándolo de modo muy funcional en la parte superior de Bellas
Artes. Entre aquellas luces traídas con los planos del “Gaumont Palace”, entre
dependencias que casi estaban construidas para ensayos por cuerdas. ¡Una
maravilla!.
FIN
DE LA 1ª PARTE
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