jueves, 13 de junio de 2013
EL "ENEMIGO" DE LA TRIBU
Me precio de ser su amigo. De Iñaki Badiola. Sé por lo que tiene que estar pasando ahora que , el Tribunal Supremo", inapelablemente, salvo que acuda vánamente al Constitucional, no le ha dado la razón en su recurso de casación, ratificándole como "culpable" en el concurso de acreedores de la Real Sociedad de San Sebastián. Por ello, estoy con él. Porque nunca he tenido dos o más "carotas" y miles de rostros de intercambio. Mi palabra es la de un amigo con el amigo.
Seré el único periodista en esta felona ciudad que escribe y ha dicho por radio, lo que todos se preguntan y no se atreven a decir o cuestionar en público. Cuando, uno, está en el "top", todos son lisonjas, alabanzas, pelotilleo, sobamientos y baboseo. Cuando,uno, se enfrenta a un sistema del cual conoce que es manifiestamente corrupto, lo denuncia y recibe los castigos de la justicia española, se apartan de él como de leproso y le llueve de por encima todas las desvergüenzas habidas y por inventar.
Algunos no se sienten muy atraidos por los efluvios de la justicia de España, son muy patriotas , salvo para la ejecución del "enemigo" de la tribu: Iñaki Badiola. del que tanto daño, dicen, ha hecho a la Ciudad, al fútbol y a nuestra Real, con sus osadas denuncias, anatemas procaces, que nadie desmiente, por cierto.
Es réprobo de todos los jefes de la tribu y, por añadidura, del coro de pesebreros y palmeros que "chupan" del último cargamento de falacia porque es más cómodo, lucrativo y, todo es remuneración. Ya no le conoce nadie a Iñaki, para bien. Y sus mejores amigos le han abandonado.
Es una bacteria a exterminar por áltamente contaminante. Hablar de él, puede poner en serio riesgo la salud de una población aborregada.Se advierte de acercarse a tal peligro. Y con el tribunal en la mano, todo lo que se diga y le hagan, justificado queda. Democracia a la española. Mamporrerismo puro.
Yo sé lo que ha sucedido. La mayoría de la prensa también. Se callan, aunque mañana les echen a la calle a pesar de comportarse, hoy, como unos indecentes "lamechepas". La prensa y muchísimos ciudadanos están más preocupados por la desinfección de la corrupción en la Real, de siempre, obviendo el pasado, mas neurotizados por la posible pérdida de prestigio, que por la verdad de la historia y la justicia que, ahora, aplauden porque condena a su enemigo. Se confrontan los intereses económicos sobre la salud social y la veracidad fiscal, enterradas hace tiempo en Donosti.
Insultos, todos los inimaginables, los que recibimos por "sacarle" la cara. Razones de la reprobación, ninguna. Envidia, toda. Ahora, los que saben de sobra lo que sucedió en La Real, antes de Badiola, que lo callaron, han buscado el "chivo expiatorio". Aquello, ocurrió, pero con Badiola; antes no. La conciencia queda lavada y, tan felices, a comer centollo.
Me gustaría que me explicaran que ha sucedido con los impagos de IVA denunciados. De los impagos de IRPF. En torno a los sueldos en "b". ¿Que fué aquello de la contabilidad en "B"?. La gravedad de las denuncias nunca desmentidas sobre la compra de dopantes con dinero negro. Resultante: El castigo ejemplar es para Iñaki y " Lighthouse Consulting S.L."", como culpables por haber puesto 2,3 millones de euros y como dolo por no haber cumplido el presupuesto de María de la Peña.
No hay por dónde asir a esta Sentencia. Se reconoce, en la misma, que la Real se encontraba en estado de insolvencia previo, agravado por haber puesto dinero el demandante, del hoy desestimado su recurso. ¿Quien o quienes llevaron al Club a la insolvencia y por qué no han respondido nunca?. ¿Cómo se puede desfavorecer más a un Club, al poner dinero?. No entiendo.
Iñaki, con culpa grave, participó, segun el Tribunal, en la casación o agravación de la insolvencia. ¿Cómo?. ¿Poniendo dinero en un Club amigo de Diputados y subvencionado por organismos públicos y al que le permitiron, en Hacienda, antes, todo y más?. Nadie ha arriesgado capital en este equipo, salvó Badiola. ¿Sobre qué hablamos?.
El capítulo dedicado a los gastos cuantiosos, deamdrados por la compra y venta de jugadores, es de juzgado de guardia de país democrático. Cuando el Tribunal Supremo acaba de descubrir que, en los clubes de fútbol, se injustifican cuantías de gastos, desbordadas por las comisiones de los que median en la compra y venta de jugadores.!Oiga!. Justamente, lo que venía sucediendo en la Real y en todos los equipos, desde que se convirtieron en Sociedades Anónimas. Incluso, en la Real, se compraban jugadores lisiados, a precios de oro, para revenderlos a precio asequible. Y cobraban comisiones antes y después. Esa fue, antes de Iñaki, la real Real Sociedad quebrada. Resultaba que le dejaron una Real indigente y le reprocha, el Tribunal, que debía haber gastado prudentemente, ante la conocida situación financiera insolvente que le fue transmitida y que,ya, le era conocida con previsiones de calcula reconocidas. Los que gastaron, se fueron; los que llegaron pagaron la novatada.
La Real venía de estar incursa en un proceso de disolución con los antiguos de los consejos anteriores y el recurrir a exigirle a él, y sólo a él mismo, prudencia en el gastar, es una burla y una injusticia en casa de la justicia. Nada es creíble. La culpa, aunque los otros la tuvieran, para los jueces, no purifica a Badiola. !Me quedo muy "tranquilo"!.
Toda la sentencia es una extraña justificación de la situación anterior. Se da por hecho que debía de haber conocido la verdadera situación económica y que es culpable, además de todo, de no haber estado al tanto del Club que recibió. La culpa es del que no se enteró del "fiambre" que compraba. Reconociendo la gravísima crisis económica que existía en aquella lamentable Real Sociedad. Responsabilizándole, en suma, del desfase de 5 millones y por lo cual tuviera que acogerse al concurso de acreedores.
No era diligente y tampoco aplicó rigor. No hay justificación que merezcan ser consideradas como tales. Aquí termina esta historia. Nunca se cobró el dinero puesto y reclamado.Nadie le debe nada y, él, se queda sin honra, honor y dinero. Por ello estoy con mi amigo
José Ignacio Salazar
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