jueves, 13 de junio de 2013
LA SUEGRA ATÓMICA/UNA BOMBA MEGANUCLEAR
Antes de nada quiero felicitar la labor de vocalización de los actores y actrices de PV y la altura culta de un guión, por cierto muy bien informado. Algo que se está perdiendo, la sonoridad del castellano neutro, sin acentuaciones, pulcro y perfecto, que falta en muchísimos seriales y programas de televisión. Hay algunos novatillos venidos a más y a los que no conseguimos entenderles, no ya en palabras, sino en frases enteritas. ¿Nos estaremos quedando sordos?. Me preguntaba, al respecto, un amigo el pasado día. Estos chicos y chicas de PV parece que han aprendido, les han transmitido el oficio, de actores geniales de la televisión y doblaje, maestros, los mejores y que más cuidaban el lenguaje y su pronunciación: Rafael Navarro, Rafael Luis Calvo, Mari Carmen Prendes o la mismísima Doña Carmen Robles. ¡Enhorabuena!. ¡Se entiende todo!.
Capítulo con tres secuencias que no hay que dejar de volver a ver esta noche. Desde luego, "Dolores", está como para llevarla urgentemente al Vaticano, con el exorcista Bergoglio (si no le envenenan antes), para una santería a fondo y extirparle los súcubos. La suegra “cuentista”, “Dolores”, Maribel Ripoll, genial, que nos traído al más valioso “Gila” que podíamos esperar. Aunque ya venía en escarceos ejerciendo de telefonista interestelar. Tiene todo y más, pero con mucha mayor gracia que Miguel Gila, en sus fingidos diálogos telefónicos, con su “muletilla” de “!Chelo, ponme!”, fingiendo desahogarse en sus crisis de cartón piedra. Momentos deliciosos que parecen entresacados de espectaculares sainetes de Chamberí, arnichescos, de aquella vida farandulera y teatrera de café cantante y para "mendas prenda" con su "Jaifai de la vinagreta". “Txelipasota” con bigote, pero sin patillas que te da un meneo y te deja "atontao" porque el "alcalde" propone y "Dolores" dispone!.Un logro!.
Como Gila, sin palabras malsonantes, pero inoportunas muchas. Humor rústico con ínfulas ilustradas, pero cargado de surrealismo atómico. Un costumbrismo ingenuo que me encanta en PV, que raya el surrealismo y la leyenda aldeana más absurdamente entrañable.
La segunda secuencia, se confirma la fuerza brutal ante la cámara de Ariadna, magistral la secuencia entre “Dolores” y “Aurora”. Es el lado empecinado y orgulloso de la hija de “Pepa” y era la “Alcaldesa consorte” dominada por otra mujer porque, a las mujeres, las destronan las otras mujeres. Como tiernos y dulces son los momentos en los que, la fierecilla brava de “Aurora”, encuentra el cariño que le faltó desde casi siempre. Herida pero inmortal. Sin Ariadna, no sería igual. Pero no confundir con Megan, es otra situación y el arrojo es más intelectual. Esta, amarra al burro machista que llevamos los hombres por dentro y casi por fuera, ya se lo ha dicho a "Dolores". Pero posee la cultura, como arma eficaz para dinamitar las adversidades. Sabe lo que sucede y cómo debe de afrontarlo. Su coherencia cultural le ofrece claves para sobrevivir y sentirse en razón. Gran mujer: “Aurora”. Excelso personaje de una televisión de empaque y que “engancha”.
La secuencia entre “El trío infernal”: “Paquiyabrasas”, “Leoncito” y “Raimundín”, eso es de Solance Fasquelle. De humor negro, “Raimundo” se instala en casa para vigilar que, “León”, no sea asesinado. Es el engaño y la estafa entre el reciente matrimonio. Es el certificado de una posible defunción en entredicho y que se prepara de antemano. De resultados no esperados. Como entre Georges Sarret y Philomene y Catherine Schmidt. Y asoma “Don Celso” desde el mismo averno.
Hoy, este humilde artículo, se lo dedico a Blanca Parés, por ser la más requetebonita
actriz que interpreta, fantásticamente, a una enamorada de verdad de un “hooommbrrreeeeeagagagagag”. Y porque nos apreciamos los dos.
José Ignacio Salazar
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