Como sabeis, en mi programa, entre numerosos colaboradores, hay una Vidente y muy buena que es. Lo ha demostrado cada semana, en directo y por teléfono con algunos oyentes, así como en su consulta privada. A Esther, al márgen de mi incredulidad personal hacia todo este esoterismo, le tengo que reconocer algo especial, de hecho no colaboraría con una persona que truca la realidad hiriendo sentimientos de gente inocente. Algo hay en ella. No me cabe duda. Y se ha granjeado mucha simpatía y audiencia, en estos meses. Esta mañana, me ha llamado para pedir permiso para poder, mañana, en antena, contar lo que ha vislumbrado en "Puente Viejo", sobre mí, mis artículos y sobre todo con la serie. Algo que ha sido un fogonazo. Y de lo que está convencida.
Deciros que, por supuesto, tiene libertad para contarlo mañana a la audiencia, al márgen del error en el que pudiera incurrir, aunque está convencida. Ha sido una visión que ha tenido, viendo la serie, ayer tarde.
Yo, sé de lo que va y me he quedado estupefacto. Es muy fuerte, pero lo va a contar. Corre el riesgo de equivocarse. !Allá ella!. Alabo su valentía, comprometiendo su palabra, pero es su trabajo y es la libertad de expresión. Yo estoy conmocionado. Mañana lo sabremos.
Seguro que mi crónica de esta tarde va a estar empañada por la noticia que, yo, sí sé.
No se trata de ningún reclamo. Los que me conocen, saben, que nunca me ha preocupado escandalizar para tener más audiencia. Me importa la verdad y la libertad. Mañana a las 9,15 am estaremos con ella.
Esther Guruceaga, en en centro de la foto.
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