Esta artículo lo escribí con motivo de la partida de Megan Montaner. Después del Festival de Cine 2012, cuando habían ya avanzado dos meses del nuevo tiempo de Puente Viejo. Se publicó en "Primeran.com", con fecha 29 de octubre de 2012, en el periódico digital de Iñaki Badiola que vuelve en octubre después del cierre de la primavera. !Buena noticia!. Lo leyeron 4732 personas.
Se dicen, en algunos foros, verdaderas cosas inasumibles sobre mi persona y sobre estos mis escritos de antes, faltándome al respeto y atacándome gravísimamente en lo personal. Aunque, cada vez menos, pero me han hecho mucho daño y de eso se trataba. Entre otras barbaridades se afirma que he faltado al respeto a Megan, poniéndole a parir desde que abandonó la serie. Serie que la denigraba absolutamente, según "largaban" esas lenguas de igual modo. Lo cual, y este artículo lo demuestra, no es cierto ni lo uno ni lo otro. Ayer, mismamente, seguían con la cantinela en un muro. Se corrió la voz para que me bloquearan de determinadas páginas y para que me censuraran escritos. Y abandoné esos faces. Y a mi me gusta aclarar, todo, hasta el último detalle, caiga quien caiga y no paro. No tienen más que leer todos estos últimos del Blogger y comprueben lo que digo de Megan en la actualidad. Verifiquen si hay algo reprobable sobre ella, que haya afirmado y firmado o dicho. Ha sido una campaña de cuatro personas para que me echen de los facebook y para poder escribir sólo ellas. No soy ni un "broncas" ni me he portado mal con alguno. Cierto es que Megan, en Gran Hotel, no me satisfizo, pero eso no implica que haya dicho barbaridades de ella, devaluándola de su gran hacer, como alguna señora escribe por ahí aparte de llamarme de todo y mucho más. Las personas que me borraron de sus muros, no lo hicieron porque arremetiera contra Megan en GH, que no lo hice en absoluto, sino por otros motivos que ellas bien saben y yo también. Lo único que no hice bien, y pedí disculpas, fue cuestionar a Loreto Mauleón, al principio. No me parecía que daba la talla. Me equivoqué rotundamente.
Yo nunca conocí a Megan y siempre he dicho que, no me gusta, lo abandonados que ha tenido a los fans en su mayoría, que no es propio de una actriz que está comenzando y tan querida. Pero su interpretación en Puente Viejo y su carisma son innegables. Es inmensa. Lo que sucede es que no soy un pelota baboso del que no te puedes fiar. Soy un profesional y lo que digo, aquí, es absolutamente sincero y construido desde parámetros competentes. Soy consciente que ha hecho un trabajo muy digno. Pero que le resta mucho por aprender y, ello, se logra, con mucho esfuerzo y con la crítica de los que te quieren. En este artículo no me equivoqué, en nada, respecto a lo que anticipaba y sobre la valía de actrices, hoy, aún, en el serial.
PUENTE VIEJO: UNA TUMBA VACÍA Y TRISTE
Hace unos meses, en su máximo
esplendor, aquella deslumbrante partera, Megan Montaner, llegaba al corazón de
todos, sublevaba la mente de los televidentes que tenían la suerte de
disfrutarla por las tardes en televisión. Toda una intrépida catódica a la que
no hemos olvidado.
Acongojaban los infortunios de
Pepa/Megan que acabaron con su vida en este pasado agosto. Y nunca más se supo
de ella. Su tumba se encuentra vacía, el cadáver jamás apareció de donde, su
esposo Tristán, lo dejó para llevar a su hija, la recién nacida Aurora, a
Puente Viejo. Aunque alguien recogió el cuerpo, tal vez algún caminante o lo devoraron los lobos. Pepa/Megan, de este modo, pasó a la leyenda
que dejan, una vez cada veinticinco años, los grandes intérpretes que gestan un
papel más que agradecido en la televisión. Las heroínas que desbordan singular
fuerza.
Nadie ha superado la desaparición de Megan Montaner. Veremos cual es el
resultado de esta nueva época, por lo menos durante un tiempo tendremos que dar
a la moviola y balsamizar nuestra
añoranza con la remembranza de secuencias inolvidables de aquella ignota comadrona misteriosamente
desvanecida.
Aprecio mucho un hecho innegable: Que ninguna huella de
casi 20 años transcurridos, ha quedado borrada. Que los enamorados de Megan y los televidentes no la desmemoriamos. Muy
al contrario, que aquel escenario donde las heridas del amor y los envites
emocionales cautivaban, donde sucedió el amor grande que se tuvieron Pepa y
Tristán, sigue revelándose con toda su fiereza. No era un culebrón barato. Era
el triunfo de una forma vital de televisión. Era una historia que calaba en el
interior del público. Una adorable fábula repleta de magia y de momentos
inolvidables.
Hoy, queda un buen guión y una
excelsa recreación encantada de aquella caciquil época donde se gestaron muchas
de las pautas culturales, aún sin solventar, de las que lastramos hoy. Veremos
sí continua por aquella ácida crítica a la época de la Restauración y del
señoritismo. Esperemos que siga enfilando por el camino de los diálogos inapreciables
y de su culto lenguaje. Deseo que sigamos disfrutando de aquellas traiciones y
vilezas de gentes siniestras. Continúen en su adversidad los personajes. Llega
una historia de amor imposible entre el “curichi” y una chica que despierta de
“pelar la pava”. Aunque Loreto se lo trabaja muy bien y es una donostiarra con
estilo y confío en ella. Es "María" y ofrece un registro muy diferente a pepa, pero muy honesto y bien plantado cuando es preciso.
En la actualidad, lo superior, es esa asombrosa Carlota
Baró, “Mariana”. Carlota está genial en cómo ha modernizado a aquella
“Saturna”, Lola Gaos, de la “Tristana” de Don Luis Buñuel. Es una gozada
seguirle cómo, desde otra dimensión a la del film de 1968, rememora visionariamente a aquella criada, “Saturna”,
de lengua expeditiva, que reprochaba con la mirada y devoraba con los ojos.
Carlota, es la más expresiva y casi ni necesita hablar, lo ha dicho antes con
esa mirada que tenían las grandes actrices en el “mudo”. Una chica de método
interpretativo irreprochable y de mucho sentimiento, además de con una gran intuición para
diversificar papeles. Relegada incomprensiblemente cuando es el personaje más
creíble y es la mejor actriz actual de “El secreto de Puente Viejo”,
conjuntamente con Selu Nieto como actor.
Selu Nieto, que como Jerry Lewis, al que apenas conoce,
tiene ese regusto por la caricatura cómica y el humor de lo absurdo,
sintiéndose infalible en sus gajes físicos desmesurados, a los que añade una lógica deductiva
inapelable y más intelectualidad. Incluso, su voz, recuerda a la de uno de los primeros actores de doblaje de Jerry en el estado, en los 50:
Eugenio Domingo. Aquel "pastorcillo" compañero de Inés Orsini, en "Nuestra señora de Fátima". Un actor que acabó de gran restaurador en Barcelona.
Veremos si el cura y la
ahijada hacen olvidar a la Montaner.
Por el contrario, en el caldero, se ha
calentado más pasión por Megan con su extraña partida.
Hasta ahora, Megan era Megan.
Era “Puente Viejo”. Solvente y profesional. Cautivadora. Sin “enchufes” porque
es una señorita, se ganó al público y lo mantiene sin asomar por la pantalla.
Su personaje muerto tiene más vida que algunos que duermen en Puente Viejo. Se
le recuerda extremecedoramente en cada capítulo; donde está su espectro; su
impronta de aquellos sus explosivos arrebatos; el resuello de su brillante locura empecinada, que iba más
allá de un capítulo de una serie de televisión y que revive cada tarde entre
esas buenas gentes que lloran, hoy, a una Megan que no desaparece de sus retinas.
No le olvidarán, jamás.
Era tanto su carisma que lanzó
un pulso escénico a un rasero doctrinal sobre cómo se entiende lo correcto en
las historias de la tele. Nadie de los ricachones pagaron por sus asesinatos,
al contrario pasaron a mejor vida, ella se sacrificó por los delincuentes. Y
después de humillarle, casi haciéndole desaparecer de los últimos capítulos, a
Megan, le mataron a mayor gloria de ella; tal que, hoy, es un referente
interpretativo que denuncia las vilezas del frontal oscuro de la historia y de
la vida.
No es añoranza, también la
hay, era un espectáculo visual coordinado, dinámico por la supervivencia de
aquella imborrable partera a la sociedad injusta de su tiempo y el plante
visual que les restregaba por sus sucias almas. ¡Era buenísima!. Abrumaba a
todos aquellos crápulas de pensamiento flojo y jamás se rendía a la necedad.
Hoy, le hemos perdido del digital, no del sustrato de nuestro querer.
Pasados unos meses, frente a
la épica de sus vicisitudes filmadas, cuando se venden tantas “chuches”
falsamente feministas para sedar al “populacho”, comprendemos mejor que nunca
que la partera Pepa/Megan, configuró un relato inigualablemente estremecedor de
lo que tuvieron que luchar muchas mujeres para conseguir un poco de equidad y
razón en aquella sociedad sañuda y asesinar. Sobre aquel tiempo por el que profesamos una especial devoción así como por su heroína, la
inconmensurable Megan Montaner.
Paradójicamente y a pesar de
las pruebas, algunos, siguen sin comprender que no era un simple serial, sino
un mundo autónomo que cobraba vida real en su misma ficción, que sobrepasaba a
sus guionistas y que Pepa y el pueblo entero se salían de la pantalla de la
televisión y tomaban vida propia. No se puede explicar sino desde la leyenda
como, él recordar hoy cualquier escueta secuencia con la grandísima Megan,
conduce a soñar en una felicidad
regalada que ya no volverá.
Megan Montaner a quien no
conozco ni posiblemente jamás conozca,
es parte de mi familia y, aunque parezca freaky decirlo, el orgullo me desborda
al afirmar este parentesco.
Las leyendas urbanas surgen en
las noches de vigilia por las tormentas. Entre esas angustias, desde que
desapareció de principios del XX, muchos, le buscan denodadamente en el siglo
XXI. Nadie le olvidó. Se desató toda una necesidad de saber sobre su estado
actual. Preguntándose dónde se encontraba: si en las “Americas”, aprendiendo
japonés o en Huesca. Necesitando saber si lo estaba pasando mal. Conocer si
cometió algún error o si se lo hicieron cometer. Saber sobre la razón real por
la cual dejó la serie. Añorándola para el regreso.
Los que sabemos lo que ha
sucedido le queremos aún más. Y le damos la razón. Cómo no dársela a quien un
día llegó desde el túnel del tiempo para emocionarnos y para mostrarnos la
verdad de lo que nos pasa.
José Ignacio Salazar Carlos de
Vergara
Recordad que, todos los días, seguimos en este Blogger el capítulo de Puente Viejo.
Por eso yo nunca me enamoró del actor o actriz.... solo del personaje, así soy libre de hablar de alguien que es ficción... no mezcló churras con merinas... yo he leído como nombraban la partera Pepa en las escenas de Gran Hotel cuando ahí su personaje era Maite. Gente muy obtusa pulula por ahí, haber si aprenden diferenciar
ResponderEliminarYo no me enamoro, generalmente, de las actrices o de los actores sino de lo que proyectan, de sus personajes.Te sugestiona un todo plasmado en la pantalla. Estoy en la obligación de no ser mitomano. Además, en mi caso, les conozco personalmente a través de las entrevistas y ....es diferente en la vida civil para cómo relumbran en la pantalla algunos personajes, dentro de una dirección y en su obra acabada. Por ello, un actor o actriz me puede gustar en un film y no en otro.Nunca mezclo la vida privada y su normalidad, con las pasiones que levantan las creaciones artísticas de los interpretes. Es que dejaría mi mundo sentimental por algo ficticio. Acabaría amando a Harry Potter o a una fallecida ya. No quiero decir que no me pueda enamorar de la actriz, pero sería como algo extremo.Te ocurre que sales de ver un film maravilloso con alguien que te ha subyugado y le entrevistas y no te dice nada.Ni te irías de copas con él o ella. Con poquitas me he identificado, sí una vez con una actriz que, cuando nos vimos en el Festival y le entrevisté, no sé lo que sucedió pero nos dimos cuenta que nos conocíamos de toda la vida y hoy somos grandes amigos: Pilar Punzano( la primera hija de "Cuéntame": Inés Alcántara).En Puente Viejo hay actrices que me subyugan, de antes y de ahora, es que está muy bien realizado e interpretado. Les tengo, a algunas, muchísimo respeto y cariño como a pocas en mi trabajo he profesado.Eso también es verdad. Gracias! Consuelo.
ResponderEliminarYa leo que eres un tio duro no se no se igual no tanto todo es encontrar a una chica que ye vaya
ResponderEliminarNo sabia que conoces a Pilar punzano me gustaba mucho en Cuentame pero no se por que se iria. Yo como te leo a ti soy igual de Carlota y ves escribes que no te enamoras pero veo que por lo que dices te gusta Carlota mucho. Igual te puedes enamorar un dia. Bueno igual no es como yo lo veo a mi si me gusta y aunque no se tanto como tu me gustaba mucho cuando tenia novio a Paquito. Megan se marcho y nos dejo muy mal y no se lo perdonado y esto que dices en muy bonito pero me gusta su hija Aurora y la actriz. Bueno guapisimo que me voy a la cama. Un besote mu gordo.