Un filme muy correcto, algo inspirado, entretenido y con amplias referencias en el cine francés de los 70, de Jacques Deray, René Clément, en Chabrol y así como en Polanski y más recientemente en François Ozon y su controvertido filme, inspirado en los anteriores directores: "Swimming Pool". Algo sobre lo que luego el chapucero de Paul Auster realizó y escribió con escandaloso plagio en: "La vida interior de Martin Frost" que vimos en el Festival donostiarra en el 2007. Paul, amiguete del mencionado evento del que fue Presidente del Jurado en aquel año y que me juró que no conocía este filme: "Swimming Poll" pese a haberlo plagiado, en la rueda de prensa.
Este filme tiene mucho de aquel cine inolvidable de los 70, de aquella mirada indiscreta con amor u odio hacia esa piscina y donde concurren inspiraciones, asesinatos y se destapan pasiones. Pero este "Hombre ideal" va mucho mas lejos; sobre lo trepa a referencia clara de Michel Deville donde lo tan normal en las personas y la supuesta perfección en un impoluto creador, huelen mal, siempre esconde algo siniestro y de mala fe que se escora por derroteros indeseables y sombríos. Un plagista que usa hasta de la sagrada memoria de un fallecido para describir magníficamente lo que, simplemente, es una transcripción de una manuscrito de la vida de un hombre en aquellos días de la Argelia francesa y que ya vimos en "Chacal" y en "La batalla de Árgel". Escribe sobre una existencia desgraciada que marca una geografía, unas costumbres, un tema político, una situación colonial y una drama que describe a la perfección el de un crío, un transportista de mudanzas que copia linea a linea un escrito de un fallecido, y lo hace a través de un actor imponente, uno de los jóvenes y buenos que hay en Francia hoy: Pierre Ninney. Un joven intérprete que capta perfectamente el rol en el que se mete ( ya lo demostró en "Yves Saint Laurent y en "20 ans d´écart").
Un nene bueno y guapo que es atrozmente desmitificado en el filme de Yann Gozlan hasta dejarlo como un colador, como ruina humana que usa de los demás, hasta de una excelente mujer, de sus sentimientos (por cierto de lo más maravilloso del filme, la actriz Ana Girardot que es un prodigio de miradas y comprensión por ósmosis de una realidad que le inquieta, que ama a "Mathieu" con toda su alma, que le admira y a la que le arruina la vida), que abusa del aprecio de una familia que encuentra y a la que saquea para, en ese dramático final, mostrar el trágico fin de un mentiroso que debe asesinar para acallar su cordón umbilical para con el engaño; acabando sólo, como muerto y sin identidad para los suyos y contemplándolos con vida y existencia desde ese otro lado de las cosas que es el del resignado olvido; desde una barrera infranqueable de muerto, pero con vida, como tal se le supone y que es de lo más doloroso y calvario para este trepa que sometió a todos a una columna de embustes y embrollos pero ya sin vuelta atrás, que se cavó su propia umbra en vida de la que no tiene vuelta atrás y que le deja en un limbo de tristeza para el resto de sus días, sólo y sin identificación humana.
Espiral de engaños que se ve con agrado, envuelto en thriller con clase social incluida al estilo de lo mejor de sus filmes provincianos de Chabrol. Tema de impostura descubierta, donde se pierde la propia identidad por haber usurpado otra antes, la vida te lo quita en justicia todo lo que no es tuyo y te destruye, aquello del "Corredor sin fondo" que te vuelve loco antes de destruirte. Gran referencia a aquel filme "A pleno sol " de Réne Clément, inspirador de muchísimo en este filme y gran semejanza. Una enrevesada intriga perfectamente actualizada al lenguaje de hoy desde su sabia inspiración en los clásicos y grandes del cine francés. De aquel asesinar e intentar ocultar un cadáver, salvando imprevistos, sorteando obstáculos, hasta que al final, el muerto, aparece y demuestra como en estos directores afamados de lo mejor del cine galo, lo difícil que es ocultar un cadáver, mucho más que asesinar.
Y también mana de François Ozon, otro de los grandes de hoy. En esa casa con piscina, de sutil atmósfera, de trama con misterio y suspense aunque tenga poca acción dramática, donde el protagonista se siente cómodo y triunfante y con la llegada sorpresa de ese personaje que altera una cierta apacibilidad al sentirse vigilado, por cierto un buen actor: Thibault Vinçon/ "Stanislas"
Filme con buen pulso narrativo, que ahonda en la síntesis como en los modelos en los que se basa aunque carezca de la magia de Alain Delon, del glamour de la inolvidable Marie Laforêt y del varonil Maurice Ronet. Un modo de resumir plagado de bella estética, fría como la mente del personaje principal, que insinúa y que acaba siendo explícitamente demoledora porque finaliza ajustando cuentas con el embustero trepilla. Un filme muy sugerente, algo brillante por lo que transciende de otra época y estimulante, es genuinamente europeo, de raíces francesas y alejado de lo fascista de Hollywood. Por cierto también me ha venido a la memoria otro filme, aquel: El cuchillo en el agua" de Roman Polanski porque a pleno sol también ocurre otra tragedia, con esa mar que es otro personaje más donde se entierra la verdad; donde se sumerge esa personalidad agregada a la original; se ahoga esta espiral de muertes para ocultar un modo licencioso de vida y un reflejo de la mala conciencia de seres amorales y sin escrúpulos que dan como resultado, casi obligado, ese sangriento saldo al que una mente enferma lleva a sus protagonistas.
VIDEO DEL FILME:
http://www.allocine.fr/video/player_gen_cmedia=19550987&cfilm=227602.html
SON LOS FILMES QUE SE PROYECTAN EN EL "CINÉMA VARIÉTÉS" DE HENDAYE
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