A no confundir con el filme de 1.973 "Mustang" de Edward Disney.
Presentada en la Quincena de Realizadores de Cannes se ha estrenado en Hendaye. un maravilloso filme de los que nos gusta se refleje en la pantalla, como reflejo penoso de la mujer en muchos países, aquí en Turquía. Tiene mucho de Sofía Coppola, de chicas jóvenes asesinadas y no suicidas, de la adolescencia hermosa tan difícil en Turquía, de una tragedia entre hermanas con sus reacciones ingenuas y revoltosas de adolescentes, con fondo de una represión que se vuelve en contra de una reaccionaria sociedad turca que, digan lo que digan, yo no puedo respetar por la humillación y ensañamiento con las mujeres. Nunca la defenderé. Máxime cuando se trata de una sociedad encubierta de violadores como se muestra entre la parentela en este filme de Deniz Gamze Eegüven. El despertar al sexo en contraposición con una sociedad mercantil turca, que vende y mercadea con vírgenes; ellas prueban lo que el cuerpo les pide. Se suicidan , se casan por compromiso y se rebelan. Grandioso filme que debería hacer pensar en España a toda esa izquierda ultra, defensora del islam, sobre cómo se aprovechan de una ideología carcelaria para abusar y sacar rentabilidad de inocentes y grandes chicas. Un filme que es un revulsivo y un encaramiento con una deleznable cultura turca,
Está inspirada en planos estéticos de David Hamilton y su fallida y superficial "Bilitis"; lo que ocurre es que "Mustang" es muchísimo más. La forma tal vez pero el fondo jamás: es esta una historia muy emotiva de hermanas que un día se reúnen por última vez y es el momento para mí cumbre de la película, cuando tras la boda de una hermana, una voz en off, la de una de ellas, de Günes Sensoy ("Lale"), nos dice que es la última vez que estuvieron todas juntas.
Y el fondo tiene que ver más con "Salo" de Pasolini, sobre la perversión en un país machista e hipócrita, ceremoniosamente religioso y atado a tradiciones que son un pasaporte para hacer con las mujeres lo que venga en ganas y venderlas al mejor postor. Todo tratado con frialdad cuando estamos hablando de maravillosas adolescentes a las que encierran en una prisión enrejada casi como en "Alcatraz". A pesar de ello, este filme franco-turco está en las carteleras de Turquía a pesar de ese cruel sojuzgamiento de unas chicas adolescentes enclaustradas en su propia casa; con una abuela que comprende hasta cierto punto la sumisión al hombre y un tío parental que es un grande hijo de puta que las violaba.
Una sociedad que no me inspira algún respeto. Y ese final con la rebelión al estilo de Jean Vigo en "Zéro en conduite" con ese partir hacia otro mundo y no tener que ser vendidas y vírgenes a un hombre facineroso de familias falsarias. Una denuncia nada exagerada, un desaire que toma como hacía Pasolini, una distancia sobre lo que manifiesta; sobre esa contundente denuncia de la opresión femenina sometida por el conservadurismo islámico, enfurecido y opresor de las mujeres.
En España no gustará a muchos que ya sólo les falta abrazar al Islam. Que son incapaces de denunciar todo esto, salvo si lo hacen los judíos.
Perfecto referente de unas ideas injustificables, heredadas del Medioevo y que plantean un modo de ver contrario a la libertad de las mujeres. Y además no es cierto como la vividora izquierda europea le ha dado en llamar al Islam de Turquía, moderado casi como una "Primavera Árabe"; eso no es cierto y este bello y cauto filme lo atestigua. Los árabes y los europeos que les apoyan en este campo no han querido comprender algo fundamental; que la esperanza viene de la libertad de la gente; que en Turquía no existe ni por asomo para las mujeres libertad individual y son presas del sadismo opresivo masculino.
Hay momentos clave. Tal cuales en la playa unas chicas subidas a hombros de unos chicos. Por cierto precedidos de otra inequívoca estética de Visconti al estilo de "Muerte en Venecia". Todo el filme narrado desde la hermana más pequeña "Lale" y que es la más sagaz a pesar de su edad y la que planta cara y revuelta a esa sociedad de restricciones para las mujeres y coacción a sus por derecho márgenes de libertad. Un día la rebelión, como única manera de escapar de la tiranía y soñar con un futuro igualitario, triunfa. Es lo que tienen las dictaduras del Islam, que se abren contra el poder establecido porque resultan insufribles.
Y hay también mucho del Minotauro y el laberinto en esta casa carcelaria. Y todo el cuerpo recuerda la hidra de cinco cabezas, cautivas y desarmadas.. Un cuento gore sobre lo onírico supeditado a lo hiperrealista y con excelentes resultados. Fantasía y cruda realidad con una interpretación de las actrices que dejará huella. Gunes Sensoy, Doga Zeynep, Elit Iscan, Tugba Sunguroglu e Ilayda Akdogan.
Recomiendo este filme a todos. Tiene esa sensualidad del cine de Hamilton que comentaba pero entre hermanos de sangre y espíritu. Es belleza pura, éxtasis ante el cuerpo de la mujer, pelos largos sosegados y desenvueltos, un atractivo sexual muy púdico y un contemplar a unos seres fascinantes como son las mujeres desde su más tierna infancia y adolescencia. Un filme respetuoso también para los que piensan que la virginidad es un valor muy a considerar en sí mismo. Reflejo de angustias, mercadeo de himenes, el final es un modo descarado y estimulante de vengarse de todo ello que les oprimía. El momento final es enormemente emotivo y tranquilizador. Una denuncia de una sociedad enferma que veía en unos simples juegos en el agua, en unas niñas subidas a los hombros de unos amigos, un gravísimo pecado de frotar sus partes sexuales en el cuello de los chicos. El filme presenta una absoluta irresponsabilidad del mundo de los adultos y una alegría en la adolescencia que se torna en madurez y amargura. Mujeres, espíritus indomables.
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