jueves, 19 de noviembre de 2015

L´ABBRACCIO DEI STRANGOLATORE

Ogni giorno il capitolo Il Segreto


Italia merita tutto il rispetto di me e dedico questi articoli Il Segreto
In Memoria e ricordi di un tempo perduto che non tornerà 
Con grande tristezza hanno finito così male



El autor de este escrito felicita a Charlotte Vega y a Eduard Alejandre por la enormidad de sus interpretaciones en esta tarde. Una secuencia dificilísima para los dos, tremenda de llevar a rienda suelta ante las cámaras. Hacer algo execrable, lo más execrable del mundo: matar a una mujer indefensa, sin móvil, sólo porque no te ama. Arrebatar la vida a un ser noble e inocente a conciencia y con ensañamiento


Aún no me he repuesto de la secuencia final, para nadie será "Rita", ni para "Doroteo". Impresionante secuencia que pasará a la historia de la televisión. Por la verosimilitud escenificada del drama, por la pena que ahogaba al espectador más que a la propia protagonista, por la boca sin aire y los pulmones que se le escapaban por ella a Charlotte, por la inmensa tristeza de ver morir a una inocente en manos de un tarado; porque es televisión pero parecía que Eduard estaba estrangulando de verdad a Charlotte.
Nunca he visto en el cine como esta tarde. Ni a Tony Curtis, ni a Vincent Price, ni a Tasko Nacic, a ninguno como a Eduard en un impulso vengativo semejante y de vehemencia tan enfermiza, necrófilo y criminal, contra el amor que no pudo tener.
!ENHORABUENA CHARLOTTE Y ENHORABUENA EDUARD!. Se va la actriz por la puerta grande y sólo por este final se le recordará siempre. Parecía poquita cosa interpretativa para algunos de la Red pero ya lo dijimos, albergaba un drama contenido que ha ido volcando paulatinamente hasta saber morir por asfixia de amor como casi ninguna actriz, jamás, en el cine. Yo siempre le defendí.



Los últimos momentos felices, el beso último saboreado antes de que las arterias carótidas fueran estrujadas por la mano de un psicópata y la traquea fuera aplastada por unas manos abrazando un cuello sanguinariamente.  Charlotte nos mostraba perfectamente como la sangre dejaba de fluir al cerebro de "Rita", tal cual el oxígeno ya no le llegaba y escenificaba con grandioso gen interpretativo, ese orgasmo que precede a la muerte en los ahorcados.
Hoy Charlotte, por este momento, se ha transformado en la mejor actriz de PV, sin duda.

Un "psycho killer" del pasado siglo con una secuencia donde Eduard refleja, como buen actor, magistralmente la contradicción entre un ser amoroso y la violencia que es capaz de llegar a ejercer sobre una pobre chica, estrangulándola, en esa su dualidad, típica de la psicopatía, que acaba de este modo vengándose por su fealdad y desgracia de amor.


Explora, en ese sudado monólogo que suena como epitafio en "Doroteo", el perfil psicológico del protagonista y nos muestra descarnadamente como un tipo raro es malo, no porque sea bajo, se muestre torcido, se arrastre, esté contrahecho y acomplejado, sino porque no es amado como anhela por una fresca y lozana mujercita. La secuencia nos ha imbuido absolutamente en un escabroso final de feliz día, atormentándonos como en una de nuestras peores pesadillas. Casi la hemos sentido en nosotros o padecida en alguno de nuestros familiares.


Charlotte nos ha hecho compadecernos de ella, de su inocencia, de las atrocidades que le ha hecho el trastornado de "Doroteo", un personaje increíble desde que apareció por primera vez, con esta interpretación de hoy que ha puesto los pelos de punta cuando ha sido capaz de cometer tales atrocidades. Un acercamiento absolutamente actual al tema de los asesinos en serie, un final urdido entre recovecos por los que entramos incluso en una humanización del personaje (mata por amor), pero no por ello menos reprobable, con varias lecturas de alto standing y muy audaz en la interpretación así como en la realización, sin escenas en la gatera y sin ahorra en mostrar la muerte física por estrangulamiento.
Colosal y brutal Eduard Alejandre, en su absoluta fiereza, escondido entre las sábanas, asesinando al estilo del cine expresionista alemán, en contraluz sobre una pantalla de sábana. En cada gesto, en los dos, se han comido toda la pantalla, casi han dejado al resto de las secuencias, buenísimas algunas, como si no tuvieran fuste o derecho a existir. Un cine pro realismo absoluto, no apto para corazones sensibles, letal en la absoluta conciencia de "Doroteo" de lo que cometía en ese acto final de gélida crudeza despiadadamente criminal a la que le ha abocado la indiferencia de una mujer que se creía con derecho a poseer.



Los asesinos de la luna de miel. Tranquilos, se les pasó la mano, sólo deseaban corregir una relación equivocada. los ricos cuando matan lo hacen por accidente y quieren ser perdonados, por haber asesinado a una madre, la grandiosa "Partera". 
Desgraciadamente no ha brillado tanto esta secuencia porque el final lo ha arrasado todo. Lo siento pero ha velado la foto, la,luz cegadora que ha visto "Rita" cuando los cartílagos de la laringe eran triturados.
Otra perturbadora historia de celos, amor y muerte provocada.Una narración fríamente espeluznante, el asesinato de "Pepa", contada con una política de suegra futura de modo increíblemente indiferente. Como si nada.
Otra violencia injustificable  en un mundo de autoritarismos descarados con dos solemnes interpretaciones de María y de Jordi. Ese violento de "Martín" ha estado muy presente, lleva lo indómito en su rebeldía por un sentido de la  justicia que se llama  al diente por diente. Una denuncia de una época con personas pudientes con descarado autoritarismo, que actuaban evocando un mundo de violencia ensañada, al albur de caprichos inasequibles y de decisiones reprobables, sin preocuparles el daño que podían causar, hechos que muestran un ideario de cadalso para arreglar por la vía rápida y más traumática para los demás, los asuntos de interés personal en sociedades latifundistas y  sin ley.
Son historias de carmesí desoladoras y feroces. Sordidez muy lograda, cinismo, furia y una proposición tenebrosa. Excelente secuencia.



Otra de la buenísimas secuencias con un Padre Brown al estilo de Chesterton pero mucho más riguroso y ácido, magníficamente interpretado por Mario Martín.Métodos deductivos para esclarecer un posible asesinato muy cuidadosamente perpetrado que supone. Es que un sacerdote que ese encuentra al tanto de los pecados de la humanidad, conoce y está al corriente del mal del hombre y cómo se esconde para no manifestarse en toda su vileza y crueldad. Soluciones ordinarias, deducciones naturales, es Chesterton puro porque propone una desaparición casi improbable y lógica, para insistir con vehemencia en otra más de este mundo del crimen. Olfato de detective con sotana y carisma de actorazo en Mario Martí



Recuerdo a aquel gran actor Alec Quinness como el "Padre Brown"




Preciosa secuencia con un glamour, nostalgia y feeling de altísimo megavatios. Al estilo de Jane Seymour y de Christhoper Reeve en "En algún lugar del tiempo". Una vuelta al pasado lógica que sin ser real pervive en el gen de aquel grandioso amor que tuvo "Soledad" entre esas aguas del estanque mortecino hoy. En el filme citado, el actor vuelve a otro tiempo a conocer a aquella enigmática actriz que vio en foto, de la que se enamoró en su tiempo real de vida.


Los dos actores enormemente atractivos, con un sencillísimo Jonás, una Alejandra que pedía un reencuentro, clamaban a gritos que el tiempo volviera. El amor siempre tiene algo de ficción. este de ellos dos lleva camino de encontrarse en estado puro, sin aditivos, noble y plácido, intenso aunque lo veamos sentado a la vera del agua en unos fotogramas. Preciosos los dos: Alejandra y Jonás que reviven los mejores tiempos de su ayer. No caen en la cursilería, hondas miradas entrambos, de perfil muy romántico, en el mejor de los sentidos de la palabra. Mantienen una intriga entre la extraña realidad presente y algo de un viaje del futuro que llega al pasado.


Torrente de genio Ariadna esta tarde y un destronado "Conrado" que no va de víctima, que lo es y  la que le preparan para días venideros sus instigadores. Es el enemigo del pueblo sobre el que se vana volcar con saña como ya dijimos y que se vaya preparando.
Sigue construyendo y destruyendo a base de ir dando bandazos por ese su mundo cobarde, de enamorado en luto, y con un estilo que le chirría y que no le deja ya ver casi nada claro sino sentir la soledad dentro de sus entrañas. Un personaje muy real entre canallesco, místico y ultra equivocado en las relaciones humanas, huraño y fantásticamente tratado desde un determinismo vital.
Verle sólo en el bar ha sido, en ese plano de fondo, ha sido críptico, estático y nos ha intercambiado, desde el fondo de ese encuadre, toda su decepción, ruina moral, quiebra de sentimientos, toda la desazón solitaria del mundo. !Gran Rubén!. Era desolador contemplarle al fondo hundido y abatido.


DOMANI: L´ORRENDO CRIMINE DI PONTE VECCHIO


2 comentarios:

  1. No se si sabrás que Coronado deja la serie. Lo he leído en twitter. Tu ya nos lo habías avisado hace un tiempo. Sabes mucho José Ignacio y tienes que sacar la información de algún sitio que no te pregunto cual es pero dime si es cierto que se va. Un saludo y gracias por recordar esta época hoy es una porquería y lo de Miquel no tiene ni nombre.

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  2. Ya os lo dije. De hecho Coronado avisó que quería marcharse y tal y como yo conozco, daba un plazo de la primavera pasada, hacia junio. Estamos hablando de del 2014 cuando yo conocí la noticia. Yo me callé pero hace un mes y medio, respondiendo a una amiga de este blogger ( al artículo "La santa Emilia y el idiota Castañeda) ya dije que Coronado no estaba muy de acuerdo y que esa carta que envió hace poco a facebook me sonaba a despedida. A mí me dió la impresión que la quiso pagar con algunos críticos y amantes de la serie, lo que sólo es reprochable al guión, a la empresa y a la poca relevancia que tenía ya su monótono personaje que a él mismo se la sudaba, Yo sé lo que cobra y es escandaloso el resultado. Un Coronado que descubrió que sólo con aparecer y poner cara de maduro panolis, ya no estaba todo resuelto. Por ello me cabree y le respondí en "La humildad de Fernando Coronado". Sus últimos años han sido una nadería y no ha aportado nada; dicen va a otro sitio, suerte. Tiene mucho que aprender en todo, en humildad sobre todo. Sus últimas semanas le han dejado roto al personaje, lo han ido quemando vislumbrando ese futuro de salida digna si es que algún día recordamos a este actor que se creyó mejor de lo que fue.

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