viernes, 4 de diciembre de 2015

MARÍA MAMMA

Ho tagliato la presenza di capitolo originale di Ana Maria Sandoval "Nicanora" . Non è degno di essere menzionato di questo autore .


Ogni giorno il capitolo Il Segreto


Italia merita tutto il rispetto di me e dedico questi articoli Il Segreto
In Memoria e ricordi di un tempo perduto che non tornerà 
Con grande tristezza hanno finito così male




Un impresionante capítulo. Un brutal choque entre el pasado y el presente que recibe su memoria pretérita de lleno. La evocación y la pelea contra la amnesia. La casualidad que hace aparecer un libro mágico y afloran todos los sentimientos y la razón de la memoria ha sido brutal en la mejor secuencia de la tarde. Cuando entre unos librotes de medicina inteligibles, de nuevo, esa magia de la partera asoma. No sólo en esta secuencia hay sortilegio, también en la de "Simón y Soledad".



De nuevo la partera ha cobrado vida. Ha sido un puente de palabras traídas por una casualidad desde el otro lado de la orilla de la eternidad. La exploración de los arcanos del amor de una madre es incomprensible por la razón, más allá de la vida, velando por sus hijos. Una secuencia de una realidad sobrenatural auténtica donde hemos reconocido entre los fantasmas a quien estaba allí: "Pepa". Una "comadrona" sobre la que su hija no va a permitir burlas o menosprecios de ese asesino llamado "Leissman", un torturador que cínicamente sonríe cuando contempla actuar sus bacterias que comen la carne y salud de algunos de sus pacientes.





Hoy el premio se lo llevan Ariadna, Rubén, Ana María Sandoval, Mario Zorrilla, Mario Martín, Carlota Baró,María Bouzas, Alejandra y Jonás. Y Megan Montaner, en la sombra y voz reflejada en unas sabias lineas sobre hierbas, que nos ha sumergido en la secuencia del "libro verde" en un espacio de recuerdo cautivador de amor por ella y de fantasía desbordada.




Elegancia en Ariadna en la defensa de su madre y melancolía al coger entre sus manos esos remedios de herbolario que curaron a muchos y dieron a luz a muchos más. El libro que se lo entregó "Emilia", en uno de los mejores momentos de PV cuando Sandra se lo trasladaba en herencia a "Aurora" aquella tarde en la "casa de comidas", unas hojas que son el anverso y el reverso de la vida y que apuntan hacia la frontera del más allá de donde surgía hoy Megan sin dejarse visible. Megan/"Pepa" le hablará a través del aire. !Atención!.
Por un momento, la estancia se ha hecho ingrávida, como en los sueños de esa niña que puede morir. Secuencia onírica y la mejor de la tarde. Realidad y sueño, vida y muerte, azar e inmaterialidad, sin rozarse aparentemente salvo en el éter. Una salvación para "Esperanza" que viene desde el ectoplasma de "Pepa" que traspasa tiempo y dimensión. Es el amor como aliento. El tiempo pasado se quedó en los sueños que guiaron la ferocidad y supervivencia de la "partera"



La travesía emocional de un espectador que ha sentido, yo sí al menos, a "Pepa" cuyos avatares de coraje y del destino para sobrevivirla, infunden vida cuando se espera la muerte provocada por un malsano médico al servicio de la Gestapo. !Qué bonita secuencia!. Me ha hecho recordar mucho aquella época con Megan que tanto queríamos, la he visto hoy entre la nada, a través de una verdad trascendental sobre lo que nos hablan los que se han ido y lo que nos ayudan, sobre las ilusiones que cimentaron en vida aquellos que partieron, que ya no se apagan y asoman en cualquier momento, como esta tarde en el "Jaral". El drama y la alegría entre el sueño y la realidad.





"Aurora" muestra ya el lado disconforme con el extraño doctor, el amor le ha abierto los ojos. Ama a "Conrado", le cuida, ayuda y defiende y vela por su seguridad, en honor y en sus huesos. Sabe que el doctor le odia y está difamando y comienza a sospechar sobre su comportamiento para con "Conrado" y sobre, tal vez, para con alguien más. Se ha enfrentado a ella, humillado a aquella madre fantástica que tuvo que con el sol y los principios activos de las plantas naturales  regadas, trataba dolencias y curaba el mal. Le da la espalda ya al médico al hablar mal de su madre.
Perurena no lo hace mal en gestualidad, su personaje es un ángel negro que repite la mirada cetrina y desfachatadamente sarcástica, la de un perro siniestro de su amo con quien conversa al teléfono y presto al ataque. Extraño y satánico Leissman que recibe una extraña llamada de un  interlocutor, con su halo de misterio, sobrecogedora e impactante. Suspense inquietante ante este lunático mata-niños que representa a la semilla del diablo que anda por ahí, al otro lado del teléfono.






Cuando una mujer ama a un hombre, no existen barreras o compuertas, entra quieras o no. Ella le cree, le ama y le va a ayudar. Una bestia herida en manos de la mujer que le puede devolver la desinfección de sus heridas, el sosiego a su desgarrada alma,. Él la mira como habiendo encontrado un arcángel en esa asquerosa celda, amor por encima de todo, está salvado sin duda, las dificultades de su vida afectiva, la esperanza de el por su amor hacia ella que pese a su estado no le ha dejado en la estacada, tiene esperanza porque ella se la infunde, hubo magia explosiva cuando se conocieron y de esa síntesis nació el amor. "Aurora" nunca ha dejado de quererlo, es consciente de que le ha tenido siempre a su lado, son lo mejor que ser tienen los dos. Las mujeres aman así a los hombres. 





Rubén tiene unas miradas absolutamente transparentes para el espectador, aunque no las aprecia sus otros personajes, miradas que nadie las ve. Profundas, que dicen lo contrario de sus palabras en esos momentos. Un alegato esta tarde sobre el triunfo del amor en una trapería incluso, entre suciedad, sudor y manos que se entrecruzan y que lo comparten y manifiestan todo. Una fuerza que se fuga del penal que bien vale un amor de esta enjundia y pasión. Los ojos del amor de "Conrado" siguen filmando el amor de "Aurora" por él, lo podemos contemplar en la pantalla de los mismos a través del reflejo de una mirada que nos proyecta anímicamente lo que siente él cuando la calidez y la bella voz de una gran mujer le ayudan a sobrevivir.


De Mario Zorrilla, como actor interpretando, podemos esperar cualquier cosa. Y ya con Carlota, que dicen que los que siempre caminan a encontronazo limpio, acaban encolándose entre hembras de pestañas negras. Que se ande con cuidado "Mauricio" que cómo las gasta "Mariana" con esos abanicos de cejas negras que tiene como marco incomparable  (parecen La Concha) para airear una mirada veloz que te atrapa antes de que consigas sostenerla, hoy los dos me han hecho reír. Parecía "Marcelino pan y vino" pidiendo comida para solventar un problemilla, ir con el cuento a la "Doña", como Pablito Calvo iba con su aire inocente y bendito a contarle todo a aquel "Cristo" del desván al que ponía la Voz José María Oviés. Carlota estaba genial en esta broma malintencionada de "Mauri el picarón", dentro de los desencuentros que tiene estos dos personajes y que hoy han hablado visualmente explorando la carita de niño malo y de "pupa nene" de Mario Zorrilla y por la gesticulación de refunfuño de Carlota que casi se traga por los ojos en tragantua al corpachón de "capataz"





En el final esta preciosa secuencia ambigua que parece sacada de un sueño, de esos que a veces se realizan. Un maravilloso retorno, una segunda oportunidad hacia lo que alguna vez hemos soñado, reencontrarnos con los seres queridos. Hay demasiada similitud física entre "Simón y "Juan". Una bonita secuencia de viaje al pasado, racional, sin portales y puertas al pasado, un retorno  a lo que nunca se ha encontrado, a la esperanza de amar y ser amado pro quien se marchó. Excelentes estos dos actores, franqueando la barrera y tortuosa que impotente nos niega el derecho a la felicidad.

DOMANI:

LA TRAGICA MORTE DI ISIDRO



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