Ho tagliato la presenza di capitolo originale di Ana Maria Sandoval "Nicanora" . Non è degno di essere menzionato di questo autore .
Ogni giorno il capitolo Il Segreto
Un impresionante capítulo. Un brutal choque entre el pasado y el presente que recibe su memoria pretérita de lleno. La evocación y la pelea contra la amnesia. La casualidad que hace aparecer un libro mágico y afloran todos los sentimientos y la razón de la memoria ha sido brutal en la mejor secuencia de la tarde. Cuando entre unos librotes de medicina inteligibles, de nuevo, esa magia de la partera asoma. No sólo en esta secuencia hay sortilegio, también en la de "Simón y Soledad".
Por un momento, la estancia se ha hecho ingrávida, como en los sueños de esa niña que puede morir. Secuencia onírica y la mejor de la tarde. Realidad y sueño, vida y muerte, azar e inmaterialidad, sin rozarse aparentemente salvo en el éter. Una salvación para "Esperanza" que viene desde el ectoplasma de "Pepa" que traspasa tiempo y dimensión. Es el amor como aliento. El tiempo pasado se quedó en los sueños que guiaron la ferocidad y supervivencia de la "partera"
"Aurora" muestra ya el lado disconforme con el extraño doctor, el amor le ha abierto los ojos. Ama a "Conrado", le cuida, ayuda y defiende y vela por su seguridad, en honor y en sus huesos. Sabe que el doctor le odia y está difamando y comienza a sospechar sobre su comportamiento para con "Conrado" y sobre, tal vez, para con alguien más. Se ha enfrentado a ella, humillado a aquella madre fantástica que tuvo que con el sol y los principios activos de las plantas naturales regadas, trataba dolencias y curaba el mal. Le da la espalda ya al médico al hablar mal de su madre.
Perurena no lo hace mal en gestualidad, su personaje es un ángel negro que repite la mirada cetrina y desfachatadamente sarcástica, la de un perro siniestro de su amo con quien conversa al teléfono y presto al ataque. Extraño y satánico Leissman que recibe una extraña llamada de un interlocutor, con su halo de misterio, sobrecogedora e impactante. Suspense inquietante ante este lunático mata-niños que representa a la semilla del diablo que anda por ahí, al otro lado del teléfono.
De Mario Zorrilla, como actor interpretando, podemos esperar cualquier cosa. Y ya con Carlota, que dicen que los que siempre caminan a encontronazo limpio, acaban encolándose entre hembras de pestañas negras. Que se ande con cuidado "Mauricio" que cómo las gasta "Mariana" con esos abanicos de cejas negras que tiene como marco incomparable (parecen La Concha) para airear una mirada veloz que te atrapa antes de que consigas sostenerla, hoy los dos me han hecho reír. Parecía "Marcelino pan y vino" pidiendo comida para solventar un problemilla, ir con el cuento a la "Doña", como Pablito Calvo iba con su aire inocente y bendito a contarle todo a aquel "Cristo" del desván al que ponía la Voz José María Oviés. Carlota estaba genial en esta broma malintencionada de "Mauri el picarón", dentro de los desencuentros que tiene estos dos personajes y que hoy han hablado visualmente explorando la carita de niño malo y de "pupa nene" de Mario Zorrilla y por la gesticulación de refunfuño de Carlota que casi se traga por los ojos en tragantua al corpachón de "capataz"
En el final esta preciosa secuencia ambigua que parece sacada de un sueño, de esos que a veces se realizan. Un maravilloso retorno, una segunda oportunidad hacia lo que alguna vez hemos soñado, reencontrarnos con los seres queridos. Hay demasiada similitud física entre "Simón y "Juan". Una bonita secuencia de viaje al pasado, racional, sin portales y puertas al pasado, un retorno a lo que nunca se ha encontrado, a la esperanza de amar y ser amado pro quien se marchó. Excelentes estos dos actores, franqueando la barrera y tortuosa que impotente nos niega el derecho a la felicidad.
DOMANI:
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