Uno de los mejores momentos de la historia de este serial. ¡Que ya es decir! Me ha encantado. Todo; la elegancia con la que está narrada la secuencia del baño que nos recuerda a David Hamilton; ese otro "Hernando" más joven, jovial, está que le han quitado años y pesares. "El "Hernando" que lee poesía o que juega a las damas y se deja hacer trampas. Divertido, pizpireto, ameno, hipersensible, que es capaz de hace muy feliz a una mujer y que muestra el rostro plácido y que hace del amor algo sensual u ocurrente y placentero. Momentos que han monopolizado el capítulo que, salvo la amenaza de "Rafaela" a "Matías" y que muestran el lado pérfido y cautivador del terrorismo (que todos son muy simpáticos y cautivadores hasta que llega la hora), secuencia de valor, lo demás de esta tarde es prescindible totalmente. Por cierto, el tal "Raimundo" mejor que no diga nada porque él envenenó a "Matías" y justificó al estilo "Bildu" o "Podemos" a los terroristas; que no se olvida. No me gusta esa adscripción de la moralidad patrimonio sólo de la izquierda revolucionaria. Ello es muy peligroso porque de ahí viene el odio y la intolerancia y hacer de los demás, enemigos a batir. Y de ahí viene el terrorismo que azota el pueblo.
Los dos actores, Álex y Yara, han cambiado diametralmente de registro y han estado elocuentes y muy enamorados así como afortunados. Temían perderse y se han reencontrado en todo su amor que les carcomía al no salir al exterior. Por ahí sigue el fátuo insufrible de "Elías" vendiéndose que es para no comprarle ni un amor de segunda mano.
Recomendado para los románticos y enamorados empedernidos. Algo que muestra que la capacidad de amar y el propio amor es una fuerza irresistible que atraviesa todos los poros de la vida para mostrar la irracional pero inmensa atracción de un hombre hacia una mujer.
El sacrificio a pie de cama de "Hernando" es la evidencia palpable de que la capacidad de amar con todo al ser humano que se va hace levantarse hasta los muertos del cementerio. Dios existe porque los hombres y las mujeres amamos. Es divino y es condición sólo de un ser supremo. El amor es eterno y nadie acaba con él.
Inolvidable momento, que recuerda pero en casto a "El último tango", con la inolvidable María Schneider a la que yo conocí en Biarritz y la ví muy perdida. Momentos para llorar a mares y para que se te haga, de emoción, un nudo en la garganta. Instantes súper románticos y espirituales que insinúa la intimidad del hombre y mujer sin más explícito en imágenes.
¡Qué bonito, dulce y maravilloso es el argumento del amor! Cuando casi estos dos novios eternos muestran el encanto de una piel de gallina cuando se reconocen y se gustan ante sí. Después de tanto huraño y huidizo, cobardía y complejos, llevaban cerca el uno al otro, sólo faltaba algo que los uniera: la enfermedad; que sacara la necesidad mutua de estar imprescindiblemente juntos. Ella está radiante feliz y él es otro, recuperado entre los afables, cariñosos y enamorados con dulzura. Momento para la historia en ESDPV. Secuencia para este momento de amor, para esta situación de reconversión y para cada sentimiento de enamorado, esta secuencia lo tiene todo. Y una muy natural y gran interpretación.
Momentos, como casi todos, calmados; sensuales y luminosos en los rostros. Viendo esto uno reconoce que lo mejor de la vida es estar con tu amor en toda una liturgia ceremoniosa para festejar el júbilo ve vivir con ese amor a tu lado. Casi eran dos adolescentes que descubren la sensualdad a temprana edad. ¡Precioso! Con una elegancia y sin kitsch eróticos que sobre ellos se ha corrido un tupido velo. La enorme fuerza de lo que es lo íntimo entre dos seres que se aman.
Hay un revival noventero con Emmanuelle Seigner (con la que por cierto me encontré con Polanski frente al Kursaal el día de la inauguración de su sala de cine con el filme "La novena puerta", y me pegué un susto de muerte por ver ya en 1.999 lo deteriorada que estaba), Enmanuelle en un filme que me recuerda en parte a momentos de hoy: "Le sourire", en su estética pero hoy sin carga lésbica.
Motor poderoso el del amor. Fuente de energía que todo lo puede y transforma. Que es una fuerza primaria que lo dignifica y hace feliz a todos, que nos quita el miedo y nos da razón para seguir y del pasado; ello, se vió hoy en el capítulo. Somos gentes de luz y agua que hasta que no amamos, no somos nadie ni nada. Nos sentimos vivos y nos mostramos desnudos sin traumas o pesar. Nacimos para amar y ser amados; ahí logramos nuestra perfección y la razón de haber venido. Hoy, en este serial, de modo suave y comercial, se ha demostrado entre el plasma de la pantalla.
¡Felicitaciones al director y a los actores!
ARTÍCULO SOBRE MEGAN:
A los lectores de las páginas de Facebook de "Los manantiales" decirles que si quieren leer los artículos que están gustando muchísimo sobre esta trama, los tienen en la página de "El Secreto de Puente Viejo" además de Páginas italianas y en varias de twitter. Lamento las administradores de estas páginas me hayan expulsado y condenado a sus amigos a no leerme.
ResponderEliminarPues ellos se lo pierden. Yo estoy enganchada a tus escritos como nunca
ResponderEliminarTu crítica de hoy me ha gustado y sobre todo el que hayas dado cuenta cómo la serie ha sabido mostrar tanta complejidad con unas imagenes sencillas. No te preocupes que te leemos igual. Todo es envidia. Siempre te digo que a los vascos no nos pueden ni ver y encima tu que vives en Francia.Muxu bay Iñaki
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