TU MANO EN LA MÍA

ACTORES:

MARÍA BOUZAS, CARLOS DE AUSTRIA,  IVÁN MONTES, ÁNGEL DE MIGUEL, CARLOTA BARÓ, GIULIA CHARM, YARA PUEBLA Y MARTA TOMASA

MARIANA" SE NE VA

Parece que "Mariana" y "Nicolás" se marchan, tal vez, una temporada. Es lo mejor si así ocurriera. Han machacado al personaje durante más de un año y sólo resta una salida, que retome otros trabajos fuera de PV, que vuelva rica y hacendada y le den honor en justicia a la estrella que lleva dentro. Al comienzo, en los títulos de crédito,  se le ve junto a su marido en un alto de picnic en una carretera, al lado de un cochazo. ¿Será ese el futuro de retorno al pueblo? Es triste que se vayan algunos actores pero tengo fe que será para mejor, para internacionalizar más su personaje ya constreñido a una pura figuración, desmereciendo y dejándola muy de menos todos los días. Pesan ya muchos años sobre algunos actores y es lógico busquen nuevos rumbos y desaparezcan por alguna temporada para resetear su presencia y dar credibilidad y novedad a otra trama absolutamente diferente y sorprendente. Eso los que vuelven. Sea lo que sea, nos alegramos siga ascendiendo en su carrera televisiva o cinematográfica.

El capítulo ha tenido ternura y sobre todo un humor negro que quema como el vitriolo por la presencia de ese "Intendente", sórdido y cachondo, que se chancea como el que más y que impone su presencia y se invita a comer. Todo en una trama oscura y perversa que es un cúmulo de diversión y humor negro. Detrás de este gran personaje se encuentra la manipulación de un hombre que, en razón al cargo y poder que ostenta, se apropia y hace temblar a una cacique indómita. Ha sido una apuesta inteligente para lanzar un torpedo a la línea de flotación, económica y sentimental, a "Francisca, desde el único submarino que le puede hacer mucho daño en toda su persona e intereses. Es el aprovecharse de una sociedad corrompida y manipulada por unos pocos, usando el poder. Una especie de comedia negra de ataque y derribo a la "Doña" llena de maliciosas sonrisas en él, estremecimientos en ella con irónicos y burlones diálogos que van sembrando una enorme inquietud. Cada cosa que se va tejiendo en esta trama es más surealista que la anterior y da regocijo al televidente por su corrosivo humor negro. Un teatro de marionetas con tintes macabros dirigido por con un siniestro fascista que va  a clavar la daga en el corazón. Me recuerda, salvando distancias, a ese célebre "Paravicini" de "La Ratonera" de Agatha Christie, que es sus días del teatro Romea de Barcelona encarnó el gran Lorenzo Durán. Personaje macabro que se paseaba asustando todo el albergue, bromeando con carcajadas tenebrosas, de personalidad muy extraña y que gozaba sádicamente asustando e inquietando a los demás. Y me recuerda a otro personaje, aquel más titiritero que apareció en ESDPV hace dos años y medio: Jaime Palacios "El prestamista diabólico".

A destacar Marta Tomasa y su graciosísima secuencia en la que, ante una aterrada "Francisca" le dice que este señor "quiere ser el "intiendente" de su casa".

Entre ese plan que sigue funcionando de buscar las raíces de este estirado "Hernando" a destacar hoy sobre todo la mirada inocente de amor hacia ella y recuerdo a los "Mella" y esas manos que se entrelazan, las de "Camila y Hernando" que la propia esposa propicia (dato revelador), así como las de "Matías" y "Beatriz" que se superponen en esa bella secuencia de las miradas del adolescente hacia esa chica  ala que empieza a descubrir como algo más que amiga y compañera de trabajo.

Sigue liderando la serie esta trama de "Los Manantiales". Lo sucedido en "La Quinta" es de un pasteleo y melodrama nada creíble y peor interpretado por Álvaro Morte que está fuera del contexto que requiere un momento así. Lo que ocurre en "La Casa de Aguas" nos abraza cada día de modo esotérico y vende caramelos con sustancias contaminantes dentro. A veces inquietante, otras veces confuso puesto que se va tejiendo algo oscuro, en la mayoría de las secuencias visualmente majestuosa y contemplativa con tonos y texturas cautivadoras.

Tiene en casi todos los momentos, hoy por ejemplo después de la cena entre los esposos, un sigilo emocional y una ternura infinita. Navega con trampa entre la indefinición  y la emoción. Eso es una mezcla que puede resultar explosiva. ¿Qué sucederá tras estas imágenes seductoras y diálogos vaporosos donde los personajes casi se tocan pero se alejan al instante?