Escuchar a Denis Itxaso pregonar que la Diputación se apoyará en la Cultura para romper el miedo
a hablar sobre todas las décadas de terror etarra, es un insulto. El mismo
teniente de diputado general que, en un bar de lo Viejo donostiarra, con
avarienta ansia y vehemencia triunfalista, me confesaba la de las innumerables
ventajas que, tras las elecciones del 2015,
llegarían al Partido tras los posibles pactos que se abrían con Podemos
en el Estado y que les darían la llave de gobierno y poder compartido. Todo por
el poder. Sin escrúpulo alguno.
Es duro escuchar a socialistas en Euskadi pregonar lo que han sido
estos años de plomo de ETA, liderando ahora una muestra artística
multidisciplinar con artistas perseguidos, coartados por los violentos, cuando
aún hoy en Euskadi no podemos vivir, trabajar, hacer periodismo en libertad y
jamás hemos sido apoyados por nadie del PSE, al contrario, apartados e
insultados como hacía Odón Elorza que nos tildaba de "sospechosos" en
nuestras ideas mientras él pactaba con la radicalidad. ¡Mejor que se callen! Aún muchos de nosotros no podríamos convivir en igualdad de condiciones en lugares donde manda y controla el pueblo Bildu. Nadie nos garantiza la libertad. A muchos ni les han dejado defender a víctimas, incluidas las de PSE. O se le ha hecho la vida imposible mientras el propio partido les ha dado la espalda, en Lasarte por ejemplo.
Encantados de postureo cara a la galería. ¡Cuantos han sido héroes que
han llevado consigo la pesadilla y la persecución de aquellos años que continúa
de modo menos incisivo, por aquello de que Zapatero los legalizó, pero que hace
imposible la normalidad social y política. Si se trata de colocar cuatro fotos
podemos añadir algunas de la vergüenza socialista de hoy.
Hay muchos que hemos reconocido lo sucedido siempre y así nos ha ido
por denunciar lo que no ha acabado aún y cómo y por qué el propio estado de
Partidos trajo la violencia incluida. Somos muchos los que nunca hemos tenido
miedo a reconocer y denunciar el horror y sinrazón de aquellos días
terroristas. Ahora por lo que ellos sabrán sacan de una triste memoria a
Lacalle, Pardines, Ibarrola, Olazabal, Carrascosa… para los que tengo un enorme
respeto y siempre hemos estado con ellos. Recuerdo con hondo pesar aquel día de
primavera del año 2.000, el del funeral de Lacalle en la Iglesia de San Martín de
Andoain. Hoy, esto mismo que yo escribo sobre esta época y este condolido
sepelio y funeral, me tilda de rencoroso, amargado, de albergar un odio inconmensurable,
de cavernario fuera del proceso imparable de esta paz consensuada por oligarcas
y que ha terminado dejando a las víctimas más tiradas que una colilla en la
calle. A este gente el PSE las ha tenido abandonadas y, peor, a muchos compañeros suyos, no hace sino unos meses, también, en Lasarte.
En la Euskadi de hoy, el PSE, no da la cara ni por los suyos. Estas
remembranzas mías nos suponen animadversión, antipatía, tirria, ojeriza,
desprecio y fobia. Nadie de ese partido nos defendería. ¡Mejor que el PSE que
se calle!
En Lasarte, el 11 de julio de este año, se abstuvieron de condenar a
ETA y dieron por bueno el rechazo de los radicales a lo propuesto, sobre el
asesinato de Froilán Elespe, un minuto de silencio, concejal socialista y
militante de UGT, al que le descerrajaron la cabeza con dos tiros, en marzo del
2001.
No entiendo a qué viene conmemorar a Pardines cuando el pobre murió en
1.968 y el PSOE ni existía ni se le conocía ni estaba. Otros, daban la cara
entonces, ellos no. Nunca ha sido nada; ni en la oposición a Franco. Su propio
Jefe, González, se hacía llamar "Isidoro" entre la policía de Franco
mientras los demás daban la cara y se la jugaban mientras algunos iban
tranquilamente protegidos por la policía. El PSOE que recuerda aquellas pobres
víctimas de los años 60, no era en absoluto enemigo para el Régimen constituido
por Franco; sólo quería participar en el poder, como los franquistas, con una
conciencia menos franquista ero pasando por la ventanilla de Carlos Arias
Navarro, como anunció Múgica.
Las explicaciones que dio no convencieron a ningún demócrata. Relegando
todos a una mesa de convivencia, en la que no participaba el PP porque suponía
carecía de legitimidad. Intereses de partidos, Señor Itxaso, gobierno
compartido con el PNV y al dictado lo que debe hacer. Todo al servicio del
consenso de oligarquías; una vergüenza.
¡Señor Itxaso! Un partido que busca recovecos justificatorios para
olivar a sus víctimas y que los radicales saquen sus propuestas adelante no
está legitimado para la Cultura de la Paz ni para organizar ese sarao de la
Diputación.
Con este PSE de Lasarte nada resultó e iniciativas sobre las pobres
víctimas: Miguel Ángel Blanco o el propio guardia civil Alejandro Sáenz,
retirado y tiroteado en Michelin en 1.985, por la famosa mesa de convivencia,
el PSE se abstuvo, fueron abstenciones por parte de los socialistas. El que se
celebre un "Día de la Memoria", la mesa de convivencia u homenajes a
Froilán, no exime de ese comportamiento que da la razón a Bildu y al PNV. Hoy con
ellos, ayer con el PP apoyados, mañana con Bildu, Podemos o con quien sea; todo
al albur de los pactos.
A las víctimas las politizan esos que no desean se les reconozca en un Pleno
y se tenga un minuto de silencio porque no son víctimas de la ETA; el PSE que
las usa según pactos e intereses; toda la corrupta casta política española y
vasca y que solas se quedan.
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