viernes, 17 de noviembre de 2017

CRÓNICAS MUTANTES: BILDU Y SUS TENORIOS DEL PSE




Escuchar a Denis Itxaso pregonar que la Diputación se apoyará en la Cultura para romper el miedo a hablar sobre todas las décadas de terror etarra, es un insulto. El mismo teniente de diputado general que, en un bar de lo Viejo donostiarra, con avarienta ansia y vehemencia triunfalista, me confesaba la de las innumerables ventajas que, tras las elecciones del 2015,  llegarían al Partido tras los posibles pactos que se abrían con Podemos en el Estado y que les darían la llave de gobierno y poder compartido. Todo por el poder. Sin escrúpulo alguno.
Es duro escuchar a socialistas en Euskadi pregonar lo que han sido estos años de plomo de ETA, liderando ahora una muestra artística multidisciplinar con artistas perseguidos, coartados por los violentos, cuando aún hoy en Euskadi no podemos vivir, trabajar, hacer periodismo en libertad y jamás hemos sido apoyados por nadie del PSE, al contrario, apartados e insultados como hacía Odón Elorza que nos tildaba de "sospechosos" en nuestras ideas mientras él pactaba con la radicalidad. ¡Mejor que se callen! Aún muchos de nosotros no podríamos convivir en igualdad de condiciones en lugares donde manda y controla el pueblo Bildu. Nadie nos garantiza la libertad. A muchos ni les han dejado defender a víctimas, incluidas las de PSE. O se le ha hecho la vida imposible mientras el propio partido les ha dado la espalda, en Lasarte por ejemplo.


Encantados de postureo cara a la galería. ¡Cuantos han sido héroes que han llevado consigo la pesadilla y la persecución de aquellos años que continúa de modo menos incisivo, por aquello de que Zapatero los legalizó, pero que hace imposible la normalidad social y política. Si se trata de colocar cuatro fotos podemos añadir algunas de la vergüenza socialista de hoy.

Hay muchos que hemos reconocido lo sucedido siempre y así nos ha ido por denunciar lo que no ha acabado aún y cómo y por qué el propio estado de Partidos trajo la violencia incluida. Somos muchos los que nunca hemos tenido miedo a reconocer y denunciar el horror y sinrazón de aquellos días terroristas. Ahora por lo que ellos sabrán sacan de una triste memoria a Lacalle, Pardines, Ibarrola, Olazabal, Carrascosa… para los que tengo un enorme respeto y siempre hemos estado con ellos. Recuerdo con hondo pesar aquel día de primavera del año 2.000, el del funeral de Lacalle en la Iglesia de San Martín de Andoain. Hoy, esto mismo que yo escribo sobre esta época y este condolido sepelio y funeral, me tilda de rencoroso, amargado, de albergar un odio inconmensurable, de cavernario fuera del proceso imparable de esta paz consensuada por oligarcas y que ha terminado dejando a las víctimas más tiradas que una colilla en la calle. A este gente el PSE las ha tenido abandonadas y, peor, a muchos compañeros suyos, no hace sino unos meses, también, en Lasarte.


En la Euskadi de hoy, el PSE, no da la cara ni por los suyos. Estas remembranzas mías nos suponen animadversión, antipatía, tirria, ojeriza, desprecio y fobia. Nadie de ese partido nos defendería. ¡Mejor que el PSE que se calle!
En Lasarte, el 11 de julio de este año, se abstuvieron de condenar a ETA y dieron por bueno el rechazo de los radicales a lo propuesto, sobre el asesinato de Froilán Elespe, un minuto de silencio, concejal socialista y militante de UGT, al que le descerrajaron la cabeza con dos tiros, en marzo del 2001.

No entiendo a qué viene conmemorar a Pardines cuando el pobre murió en 1.968 y el PSOE ni existía ni se le conocía ni estaba. Otros, daban la cara entonces, ellos no. Nunca ha sido nada; ni en la oposición a Franco. Su propio Jefe, González, se hacía llamar "Isidoro" entre la policía de Franco mientras los demás daban la cara y se la jugaban mientras algunos iban tranquilamente protegidos por la policía. El PSOE que recuerda aquellas pobres víctimas de los años 60, no era en absoluto enemigo para el Régimen constituido por Franco; sólo quería participar en el poder, como los franquistas, con una conciencia menos franquista ero pasando por la ventanilla de Carlos Arias Navarro, como anunció Múgica.


Las explicaciones que dio no convencieron a ningún demócrata. Relegando todos a una mesa de convivencia, en la que no participaba el PP porque suponía carecía de legitimidad. Intereses de partidos, Señor Itxaso, gobierno compartido con el PNV y al dictado lo que debe hacer. Todo al servicio del consenso de oligarquías; una vergüenza.
¡Señor Itxaso! Un partido que busca recovecos justificatorios para olivar a sus víctimas y que los radicales saquen sus propuestas adelante no está legitimado para la Cultura de la Paz ni para organizar ese sarao de la Diputación.
Con este PSE de Lasarte nada resultó e iniciativas sobre las pobres víctimas: Miguel Ángel Blanco o el propio guardia civil Alejandro Sáenz, retirado y tiroteado en Michelin en 1.985, por la famosa mesa de convivencia, el PSE se abstuvo, fueron abstenciones por parte de los socialistas. El que se celebre un "Día de la Memoria", la mesa de convivencia u homenajes a Froilán, no exime de ese comportamiento que da la razón a Bildu y al PNV. Hoy con ellos, ayer con el PP apoyados, mañana con Bildu, Podemos o con quien sea; todo al albur de los pactos.

A las víctimas las politizan esos que no desean se les reconozca en un Pleno y se tenga un minuto de silencio porque no son víctimas de la ETA; el PSE que las usa según pactos e intereses; toda la corrupta casta política española y vasca y que solas se quedan.


No hay comentarios:

Publicar un comentario