Ahora me entero yo que por muerte natural en un hospital no es
necesaria la autopsia, no conlleva la misma. ¿Ha sido natural? Lo desconocía, como todo sobre la defunción de José Manuel Maza.
Por supuesto si nadie la pide y hasta casi te amenazan con la cárcel por pedirla y pensar que ha sido un envenenamiento por toxina renal, desde luego que no. Pero: ¿De qué ha muerto Maza? Que alguien me lo explique con documentos de forense. No con palabrería de políticos que mientras os tenemos que esconder algunos periodistas, ellos vuelan más alto.
Por supuesto si nadie la pide y hasta casi te amenazan con la cárcel por pedirla y pensar que ha sido un envenenamiento por toxina renal, desde luego que no. Pero: ¿De qué ha muerto Maza? Que alguien me lo explique con documentos de forense. No con palabrería de políticos que mientras os tenemos que esconder algunos periodistas, ellos vuelan más alto.
Dicen médicos expertos que una sepsis urinaria es muy difícil te lleve
a la muerte en pocas hora. Que otra cuestión es la toxina Shiga Stx-2, que
puede producir un síndrome urémico-hemolítico, resistente absolutamente a todo
antibiótico. Después, una aceptación sumisa de la familia, conformada
estoicamente con que no hubiera autopsia; la bendición de todos los partidos y
la prensa; se establece un silencio; mentiras sobre una diabetes que no tenía
Maza; una llamada del Rey al embajador y este representante quien, por encima de
la familia y representantes del Estado de Partidos, afirma la muerte natural
del fiscal y que no era relevante la autopsia.
Y este Alto Cargo del Estado
muere en silencio, allá en Argentina, y continuamos sin saber sobre qué estaba
siendo tratado el fiscal José Manuel Maza, si sobre una sepsis o sobre algo
mucho más tóxico de un síndrome urémico-hemolítico enormemente tóxico producto
de algún veneno por ejemplo. Y no lo sabremos jamás. La vida del fiscal se
apagó y sólo quedan las pompas fúnebres, el ataúd y la acogida llorosa y
meritoria de amigos, familiares, personalidades del Estado y Gobierno. Pero
sobre la importancia de un autopsia ante un caso tan extraño de un hombre en
estado Activo en la fiscalía, ninguna a destacar y “¡total para qué!”. Por
supuesto la sospecha queda en el aire desde el momento en el que se deshecha la
necropsia.
¡Qué casualidad! ¡Que oportuno mal del que nadie nos ha confirmado aún
cual fue, su origen y cómo pudo derivar tan velozmente matando al fiscal! ¿Carecían
de antibióticos potentes? ¿Realmente sobre qué le trataron? ¡Era neumonía? ¿Tenía
o no diabetes? ¡Tan difícil es de tratar la misma?
Me sorprende que la prensa no sepa aún de que murió este hombre del
Estado y Gobierno y que no pida explicaciones. Yo es que me sigo cuestionando
sobre: ¿Los forenses, para que están? Muchos esperábamos esa autopsia para
aclararnos algo sobre qué pudo ocurrir y que derivó en una muerte casi
fulminante. No confiábamos en ella mucho; ahora ya nada en que pueda haber algo
limpio en esta historia lúgubre y tan oportuna. Y sólo nos queda lo que Tormo
nos informó en la puerta de la clínica: “muerte inesperada, que lo demás era de
índole personal, que no se le pudo salvar la vida y que falleció de una
complicación muy grave”. ¿Cuál?
Y a partir de aquí, no desmentido por nadie, ni
por el gobierno o familia, la especulación sobre una bebida que pudo ingerir
sobre una variante alterada de la toxina Shiga, corrupta de bacterias Shigella
dysenteriae. Una aparente gripe que parece fue una infección del riñón que extendiéndose,
mató al fiscal. Pero, tampoco lo sabemos. Algunos acusaban a la clínica de
negligencia y de ser tratado erróneamente. Por ello era fundamental la autopsia.
Hoy ya palabrería sobre un hombre justo, por cierto al que algunos en el
Congreso lo reprobaron, incluido algún miembro del gobierno que lo tuvo entre
ceja y ceja, recto, equilibrado, enorme pérdida, sensato... pero del que no
sabemos: ¿Por qué y a causa de que murió? Y Catalá nos advierte que va a investigar
lo que en la Red se pueda escribir sobre el fiscal. Investiguen ustedes las
causas de una muerte tan sorprendente como increíble. Tal vez me equivoque, ¡ojala!,
en pocas semanas tendremos la radiología de la autopsia de lo que va a suceder
con los golpistas de Catalunya.
Me gusta como lo has dicho sin acusar a nadie pero es rarisimo
ResponderEliminarMe ha encantado. Enorme artículo escrito con sencillez y lucidez y sin faltar anadie
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