Sin mayor dilación. Si estos golpistas que no están en prisión
preventiva sino comenzando a cumplir una condena, salen excarcelados por orden
directa de Rajoy a unos mandados de la justicia, Mariano debe de ser detenido de
inmediato y puesto a disposición de un tribunal previsto por la Constitución
cuando alguien traiciona al país de semejante modo golpista y la justicia es una
pantomima. Es el último escalafón, la salida de entre barrotes, de lo pactado entre los golpistas y el gobierno
con el PSOE, la Reforma Constitucional y la nula seriedad que se ha tenido en
el señuelo de aplicación de un 155 con elecciones. Pero detenido inmediatamente
Rajoy. En ningún país de Europa, ello sucedería, y mucho menos, hubiera derivado
hasta en estos términos con enjuagues entre golpistas y gobiernos legítimos y
legales. Esta tarde, algún periodista echa de menos a Maza. Sin autopsia e
incinerado y sin saber de qué murió a la hora de la verdad. ¡Ya pueden llorarle
porque, tras él y su extraña muerte, les esperaba la libertad a unos golpistas
que van a ser recibidos como héroes por sus vividores y demás engañados!
Ahora se enteran los popes de la prensa subvencionada que del “¡todos a
la cárcel” al “¡todos a la calle!”. Ya lo escribimos aquí, nosotros, que somos unos pardillos. Luminarias que tenemos en España del
periodismo basura y vendido. ¡Es inaudito!
En estas crónicas no creo que, por desgracia, nos hemos apartado ni un
milímetro de la hoja de ruta del Estado de Partidos, similar a la que se tuvo
con la ETA y con los terroristas del País Vasco tras el 11-M. Al final, llegaría la libertad esperada y corrupta de Rajoy.
Pero esta vez han llegado muy lejos todos, en especial el gobierno y
los jueces. Mañana, tras declarar que ya son buenos y acatan el 155, el juez
Pablo Llarena puede dejarlos libres y podrán ser honrados multitudinariamente, ante una
sociedad atónita que ya no da crédito a cómo está de corrompida España por
culpa de los partidos políticos. Participaran en la campaña electoral tras
declarar que acatan la legalidad, el 55 y que, sin renunciar a sus convicciones,
toda su política estará basada ahora en la ley y “sus vías de diálogo y negociación”.
¡Y ya está! Al poder de nuevo a intrigar, pactar en consenso de oligarquías, continuar engañando a los suyos y demás, que los constitucionalistas pacten incluso con ellos, repartirse entre todos “el parné” de unos pobres trabajadores expoliados por
todos los partidos políticos y hasta la próxima.
Poco importa sus delitos, quedan perdonados, pasteleados entre
intereses oligárquicos; la quiebra moral y el quebranto económico de una
comunidad como Catalunya; saldrán de presidio para no pisarlo jamás, adheridos
falsamente a los principios de la democracia y de la no violencia legítimas en
un estado de Derecho. Y dicen algo más que, por cierto, es veraz: El 155 no
puede cesarlos; lo comentamos por la traducción errónea de los “padres” de la
Constitución de la palabra “Lander” alemana, que sólo daba competencia de cesar
a las propias comunidades y no al gobierno central o a su representante. Las
funciones del 155 no pueden extenderse, por aquella chapuza, a interferir
funciones de la Presidencia de la Generalitat, cesar al Govern ni bloquear al
Parlement, pero acatan a pesar de todo. Y así nos va.
Una gran celeridad de Llerena indica que mañana salen todos. El que
ahora, por estar destituidos y en período electoral, no incurran en rebelión o sedición,
no tiene mérito porque carecen de medios para reiterar el delito. Y no es una
cuestión de perdón o no como algún vividorcillo periodista mediocre quiere inocularnos
hoy para no enfrentarse al drama de que este, su querido Rajoy, es un inconsciente
o algo mucho peor. Es que, si uno está detenido por graves delitos, aunque jure
que no va a volver a cometerlos, debe continuar en prisión y no ser puesto en libertad.
Y mucho más si es un representante público. Mañana, un terrorista, un asesino,
un camello, son detenidos, encarcelados y si prometen acatar la ley y hasta
piden perdón… ¿Llerena y Rajoy los ponen en libertad? Sería impensable y caería
el gobierno. Y si son candidatos, que lo sean ya que estas leyes oligárquicas
se lo permiten. Pero en prisión, entre rejas. Por muy legítimo que sea el separatismo
por vías legítimas y legales, ellos han vulnerado la ley y no lo han defendido
sino a través de un golpe de Estado del que Rajoy duda existiera. Todo esto
acabará siendo un homenaje popular a lo que hicieron; supondrá una grave injusticia
de la ley según intereses oligárquicos; un flagrante desafío al estado de
Derecho; una anulación de la igualdad de todos ante la ley; otro golpe de Estado
a esa igualdad precisamente recogida en la Constitución, perpetrado por Rajoy y
Llerena responsables máximos y una apología del golpismo apoyada por Madrid ya
descaradamente.
Y Puigdemont volverá con chulería y quedará libre y nada que ver con
esa que llaman decisión pusilánime y atolondrada de Rajoy en aplicar ese
descafeinado 155 con vistas a las elecciones cuanto antes. Es un plan
premeditado para devolver a los golpistas el poder, tal vez enjuagado con el
PSC y regar el maná de lo que se pactó en la Moncloa con todos estos
sinvergüenzas, de una reforma Constitucional donde se les promete, entre otras
lindezas, el CUPO, la Hacienda, la libertad y la cárcel para algún tonto útil
si alguien debe entrar en ella.
Que no crea Rajoy que se lo van a perdonar. Está hundido y
absolutamente desprestigiado. Ha dejado ya el esqueleto de la corrupción
política y judicial que se esconde tras este señuelo engaño de partitócracia.
Manda él y tendrá que responder de esta traición. Y Llerena también. Está la
situación, y cada día sale más basura de facturas, latrocinio, corrupción,
incluso vínculos con terroristas y capos, como para sacar de la cárcel a estos
sujetos. Y no se trata de que asistamos
impávidos a que estos delincuentes salgan y se sientan en olor de multitud, en
los principales noticiarios de TV3, mirándose en el ombligo y encantados de
haber delinquido y pactado más “pasta”, es que Rajoy debe de ser detenido de
inmediato por responsable de semejante aberración e injusticia. Una ofensa
intolerable de un gobernante que usa del poder para premiar a golpistas.
En España tenemos un Presidente de gobierno y unos jueces que van a permitir recepciones como héroes a unos delincuentes, algo a lo que los vascos ya estamos muy acostumbrados. Como Forcadell acatarán con la boca pequeña; ganarán las elecciones con la ayuda de algún partido bisagra que vale para un roto coma un descosido; volverán a las andadas y se nos va aquedar una cara de idiotas de dar mucha lástima. ¿Para esto hemos trabajado por una democracia? ¿Para ello pagamos impuestos? ¿Para contemplar que lo que nos obliga en justicia y nos acarrea penas duras si delinquimos, sea nada para los delincuentes del Estado de Partidos? ¿Alguien ilusamente suponía que unas elecciones de corrupto oligarcas iban a solucionar algo en España? Creo que Rajoy, en esta ocasión, se ha pasado y que merece ser detenido y juzgado por ello y sentenciado con pena de prisión.