La justicia de baratija de gran tradición en España, de tanta que es la única que se ha ejercido siempre. Eso hay que agradecérselo a PV, al traerla en una memoria histórica inmersa a través de este drama carcelario, en modo impecable dentro de una serie excelente para una muy buena televisión. La justicia de deshecho, sobrante tras lo que la que manda y más impone, de ojazos abiertos para mirar bien por donde se llena el cazo y se sube en el escalafón según las directrices impuestas por el poder económico. La justicia trapacera, condenatoria sin remisión o defensa, apalabrada en el compadreo, ruin, de trasero roto, de mercadería onerosa con comisiones incluidas, fruslera, taparrabos y muy cruel. Sobre todo injusta, alejada del recto proceder, que es lo que peor la denomina en su vileza y permeabilidad. Justicia conocida como a la "Montenegrísima". Muy pero que muy... muy negra.
Entre hoy y el domingo, destacaremos lo que más me ha gustado del capítulo de este viernes. Se llevan la tarde: Loreto Mauleón, María Bouzas, Pep Sais, Carlota Baró y Eduard Alejandre, un maravilloso ángel "Doroteo".
La justicia española siempre ha practicado la tolerancia y el buenísimo con los más delincuentes porque sus fuerzas representativas, de ellos, han sido siempre unos canallas y se cubren unos con otros, apartando de su mirada a los mayores criminales para que campearan a sus anchas; mientras que ha sido lapidaria con los perjudicados y honestos, a los que se les ha encerrado para ver con horror y bochorno, desde entre rejas, pasear y buen vivir a los indeseables que son beneficiados porque a nadie le ha interesado señalar su comportamiento como contrario a derecho. No sea que "canten" y ponga en incómoda situación y sean lesivos a intereses públicos entremezclados con privados y delitos compadreados desde el poder y la financiación de la casta política. Y ahí entra la "Montenegro" y su poder para rectificar, cuando no corregir a un títere de juez doblado de espina dorsal y cruzado de brazos.
Así, mientras toman licor y celebran el triunfo ya repartido en la "Casona", una víctima que ha cometido sólo dos "pecados", tener un hijo que también se lo quieren repartir y ser amada más que la seca "Paquita", se pudre y llora desconsoladamente. Ante la mirada doblegada de "Mauricio". "Francisca" es la autora intelectual de este lío.
Toda una incorrección social y podredumbre política que permite a estos pajarracos y a su abogado "Jimenez", muy convincente José María Blanco, manipular a una pobre reo y a "Puerta Cerrada", mientras ironizan sarcásticamente sobre los triunfos que alcanzarán con las cartas marcadas y obviando de las torturas que sufrirá "María!, como si nada para que, ellos y su puto latifundio, se salgan con la suya.
Hoy grandiosa María Bouzas, ha mostrado no sólo el alma del monstruo sino el cinismo infernal de una sociedad que ella misma creó para dar rienda a sus instintos más asesinos, sádicos, constituida de tal forma de elegante apariencia y justificada que hace negar de su responsabilidad en la compra de voluntades, jueces y en las ordenes de ejecución que manda. Ante víctimas y autoridades, como ocurre hoy en día, ella, nunca tiene nada que ver.
Me gusta mucho Pep Sais, inolvidable actor de doblaje que interpretaba a "Lefou" en "La bella y la bestia" y la voz habitual de Toby Jones y de Tom Hulce en "La fuerza de un ser menor". Al que entrevisté en San Sebastián en el Festival del 2010, con un buen filme, "Elisa" de la gran directora Judith Colell.
Hay que aplaudir su coraje y profesionalidad cuando sabe del caso perdido, aunque esté abierto aún a sorpresas, los culpables libres y que depende no de una toga sino de unas enaguas de zorruna adinerada.
Niña coraje en esta secuencia y la mejor de la tarde, con la última y la presencia imperiosa de la burlona "Francisca". Se revuelve y empieza a buscar su espacio de justicia atacando, la mejor defensa, y la presa retrocede porque era una perra de paja, nada más, un simulacro que se crecía cuando ella se asustaba y temía por su bebé. Excelente momento para Loreto en esta secuencia. Oda a la integridad moral y a la supervivencia de una madre que transmite lo más maravilloso del mundo, dar la vida, defendiéndolo hasta sus últimas consecuencias, la existencia y el amor. Se llega a conocer quien es ella realmente y hasta donde acude, al infinito para marcar su territorio inviolable.
Llega a su prisión,sobre la que organiza las mismísimas ejecuciones con un aire descocado y petrimete, con gracias y amenazas, luciendo baratijas y con estos aires de fulana de circo de "Manolita Chen" de feria en feria, alhajas señoronas y cómicos.
PV pulveriza los prejuicios, contiene unos guiones muy críticos, escamoteados entre dramas hondos y magníficas interpretaciones, posee un acrítica poderosa entre lineas y un gran sentido de la modernidad. da un sentido a la trama y se concatena con la actualidad reconociblemente. Contemporiza el ayer y el hoy, lo sucedido en otros tiempos con la más rabiosa actualidad peregrina de este país, y nos ayuda a su comprensión y denuncia lo que no es justo.
El domingo hablaremos de este angelical y oportuno "Doroteo", maravillosa recreación al estilo entre Buñuel y Tod Browning.
Se lleva la tarde también Carlota. Ha roto, con su fulminante e irritada recreación de huida ante las preguntas de "Rosario", el ritmo apesadumbrado del capítulo. Le ha puesto nervio y una caracterización casi de máscaras de carnaval. !Muy bien!. Me gustó. Llevó ese genio que, en la "Casona", reprime. !Gradísima mujer "Mariana"!. Ella es la primera actriz de PV y su personaje el epicentro al que se canalizan todos los dramas y mueren todas alegrías, que calla y sabe todo.
Funciona muy bien Carlota cuando saca esa belleza de su genio inhóspito y su carácter, repleto de emociones reprimidas, acaba cortando radicalmente y huyendo hacia adelante.
Carlota se desenvuelve muy bien en los retratos y denuncias en grupo, solapa miradas y censura comportamientos, pulveriza a todos los actores y hace un trabajo modélico muy perfeccionista y con gran visualidad cinematográfica.
A Elvira Quintillá que ha fallecido.
Gracias a Pilar que me envía esta foto de Carlota Baró, esta misma tarde.
Muchas gracias! Pilar.