TOMA DE LA BASTILLA EN PUENTE VIEJO

Dividiremos el capítulo de esta tarde en dos partes, ya que hoy es noche de Reyes para mí. Abordaremos dos momentos preciosos: Un solitario que da calabazas y este icono de la psicoledia de los años 60, el tal ""Amadeo", con ribetes entre lo clásico y modélico, entremezclado con el sabor popular de las gaitas de soplar y más que iremos comentando en este blogger. Personaje, además, muy literario, mitómano y fantasioso. Insuperablemnete interpretado por Jona García. Historia, además, con morbo por la calentura arqueológica que inspira en "Quintina", por los espejismos que produce en ella, para mayores de 10 añitos. Me gusta un montón esta "Quintina", continuadamente risueña antes los inventos insólitos y descubrimientos por llegar de este hombre "ridículo" pero muy querible. Esta irresistible "Quintina".

Desde luego quien no se consuela es porque no quiere, y hace muy bien. Es que es la fortaleza almenada la que va a a rendirse con Torre de asedio, catapultas y trabuquetes, escorpiones y ballestas. Este cae, lo dice la hija de "Pepa" que era de armas contra el fortín tomar, y ahora su hija tiene actualizados los software de los arietes y demás equipamientos cuando menos. No se da por vencida y esta enigmática fortaleza, que ha sufrido mucho por amor, cae por muy difícil que se lo esté poniendo a su atacante. Asedios más poderosos ha superado Cum Laude "Aurora de Puente Viejo". No hay contrapeso de hombre armado de cobardía y de mal genio que no lo pueda vencer con desempeño. Ariadna y Ruben han estado fosforescentes por las brasas que dejó aquel beso entrambos.

Las mujeres quieren a sus hombres y les defienden. Hoy ha demostrado su amor, más que con mil ojos incendiarios y de entrega en brazos del extraño que acosan en PV. No es amor de novela romántica o lectura de poemas con sueños cursis e inalcanzables, se quieren. Le apoya verbalmente y por lo alto, captura para el telespectador algo que se entiende sólo desde el amor, que los dos van juntos y se apoyan a vida o muerte. Dos guerreros que un día se encontrarán amándose, que no se entienden porque los hombres están atacados de antiguedad pero que, sin ser tarde, masticarán todas las posibilidades de su química casi olímpica, cuando la Bastilla sea tomada por la gran "Aurora". El derrumbamiento de la soledad de un hombre con secretos y complejos, chapado a la babilónica.

Me recuerda a aquellos vagabundos de Western, errantes y llenos de amargura, solitarios y recelados por unas gentes "bienpensantes". De mirada con rostro impenetrable; gélida, menos cuando se le declara una mujer que adora sin confesarlo, una chica muy convencida de su único y primer amor de entrañas, de reacciones implacables para conseguir lo que más desea. Y no sólo ha encontrado a la mujer de su vida sino que, será ella, la que le hará involucionar y encontrarse donde se perdió en personalidad, una transmutación que será de lo  más importante que le ha sucedido en su vida. Alcanzará el status de una persona distinta de cuando comenzó su éxodo huidizo hacia adelante o ninguna parte.

Es que es cine puro del oeste, del hombre que cabalga reposando sus huesos allá donde creemos olvidar un pasado para mirar hacia otro lado, pero nadie escapa al destino. Eso en cine se llama Henry Hathaway. PV ofrece lo mejor de aquel cine y es una decorado para estos sentimientos crepusculares. Magníficos parajes y encuentros con inquietos personajes derrumbados, muy raritos y algo taradillos, que los hemos visto mil veces y que no nos cansamos de releer. "Conrado" será un éxito en PV y su actor puede superar la leyenda de "Tristán". Es a la inversa. "Tristán" finalizó en un huraño que es de donde comienza a retroceder "Conrado. Incluso, hay ciertos toques visuales en el rostro que les dan cierto aire clon.

Un hábil PV con exquisito gusto narrativo por las historias legendarias, con hombrachones con paladeo añejo, que pueden estar contaminados por las toxinas de sus vivencias maduras, estancados en el tiempo, casi que aparecen por entre un desfiladero a lomos de un caballo reventado, entre el polvo y amargura que van dejando mientras galopan. Me encanta esta historia de amor  y el viejo Oeste que conlleva. Que no se me enfade Rubén pero me lo imagino, con su body así tal cual está cincelado y  al que tanto mira a través de una ventana alcahueta "Aurora", con la voz del desaparecido José Luis Sansalvador.

José Luis Sansalvador de tanto recuerdo por ser la voz, desde Barcelona y desde mediados de los 50, de muchos galanes maduros y valientes de Hollywood. Siempre en la memoria. Nunca te olvidamos.

Esto va a trae cola y lo digo con segundas también. Me produce un cierto cachondeo ambivalente. Porque da risa, porque da ternura y porque excita la la libido sin ver nada que además no existe. Me da ya corte hablar de actrices poniéndoles por las nubes porque estoy sorprendido por lo que leo por ahí e incluso me colocan en mi muro, y no con mala intención pero que no hay nada de eso. No obstante tengo que decir que, Blanquita, ha pasado de ser un personaje chaplianiano, aunque conserve siempre esa su naturaleza, para encontrarnos con un cándida de buen corazón entre las nubes de tormenta que se pueden avecinar con ese "Amadeo" que parece sacado de la portada del más grande disco de rock de toda la historia: "El sargento Peppers", el que está al lado del ataud, con reminiscencias de aquel inolvidable Lionel Jeffries, de mundo mágico de aventuras sin fin por todos los mares y paises, de "Chitty Chitty Bang Bang", aquel que plantaba al Sha de Persia y que en Túnez le colmaron de honores. Y es idéntico a ese mito de la literatura francesa, de Daudet, "Tartarín de Tarascón", que estudiabamos en las Escuelas Francesas de San Sebastián y que siempre me encantó. Interpretado en el cine por el gran Raimu, el mejor actor de Francia conjuntamente con Jean Gabin; por el gran Francis Blanche (aquel locutor de radio también que desenmascaraba en "France Inter" los plagios de los "tubes" de "Salut les copains" de los 60,  patrimonio interpretativo del inmenso: José María Prada.

Experto en "jamar el tarro" a una bella, en verdad lo es Blanca/"Quintina", que deambula con toda la llaneza y el desparpajo inocente de una chica candorosa, con sus descubrimientos por venir y sus proezas y ocupaciones varias, entendido en todo, y que le gusta el soplido de algunos instrumentos con los que compone chorradas, busca que la chica le acompañe al claro del bosque para ilusionarla con esos relatos y con esos cetros empinados que supuestamente vivió o encuentra en un desahucio montañés de cacharrería..

Tenemos disfunción, trastorno y lascivia envuelta en este vehemente guía campero que.. !No veas!. Me gusta muchísimo, Jona, no olvidemos que este papel similar lo han hecho los más grandes de España y Francia. Todas sus hazañas son imposibles, una artimaña para acercarse demasiado a la esposa de un pánfilo absoluto. Está dejando a los "Mirañar" al borde del suicidio por palurdos y catetos. Seguiremos con el personaje, pero lleva gatillazo la cosa aunque "Amadeo"se vista de inofensivo que casi no se entera y que se encuentra absorto en su búsqueda del tesoro ficticio de Atanagildo. !Menuda cara!. Gags muy brillantes  y una infalible Blanca Parés que está de enamorar estos días, dicho sin más pretensión que no quiero verme acosado a preguntas en el facebook. !Cómo me entere yo quien las propaga!. Blanca se lleva la interpretación estos días. 

Es que este chico forma parte de una familia que ni las del Circo Price. Ni los Tonetti.

Mañana tendremos el resto sobre el capitulo de esta tarde.

Dedicado a una chica que me sigue mucho en twitter y que me comenta sobre los capítulos y me hace pensar con su sensibilidad femenina: Sonia.

Y dedicado a mi sobrina que tanto le quiero, Anette, la chica que está agachada y que es idéntica a mí.  Hoy preparaba su vestido de Santo Tomás. !Feliz ella!.