viernes, 5 de octubre de 2018

EL CRIMEN DE OTXARKOAGA GRATIS TOTAL PARA LA JUSTICIA


Sobre uno de los asesinos pesaba una orden de detención desde finales de noviembre por robo con violencia y agresión. Y nadie le buscó con muy diversos robos con violencia, hurtos y agresiones. El otro menor de 14 años también estuvo bajo la tutela del Departamento de Acción Social de la Diputación de Bizkaia. Este chico, al que los investigadores consideran el más violento, también se fugó de otro centro. Fugados y quinquis  ¡A vivir! Hasta que asesinaron a Lucía y Rafael. Y nadie se responsabiliza y los asesinos tampoco tras la Sentencia.


Los menores que asesinan ancianos con la sanguinaria crudeza de un adulto, son adultos de igual modo para ingresar en prisión. ¡Pobres ancianos de Otxarkoaga! Gratis total la sentencia para el supuesto instigador  y para el que pedían 10 años y para el resto, los otros dos, seis años de internamiento. Una bicoca, a cuerpo de virreyes, anonimato incluido, protección de la autoridad que desprotege a gente humilde y decente, premiados por un sistema garantista del asesinato, posibilidad de fuga y con delinquir asegurado para el futuro. En un Bilbao caótico repleto de delincuencia a la que las autoridades no prestan atención y en la que, como en el resto del Estado, sobresale la corrupción judicial. A todo confort seis añitos y con posibilidad de escaparse, que ya ha sucedido. Y lo más escandaloso es que el implicado mayor de edad se presentó en la comisaria por su relación con el caso y no ha sido responsabilizado de nada. ¡Qué no ocultará este caso!


¡Menuda vergüenza! Indefensos Lucía y Rafael de 87 años los dos. Dos ladrones que se creían y son casi intocables, conocidos de la policía, tras haber robado previamente ese día fatídico, un monedero a Concha, luego entraron en casa de Lourdes, después le quitaron 20 euros a Carmen. Y al final en casa de estos ancianos, los asesinaron a golpes y navajazos: los dos sujetos de raza gitana venían sembrando el terror en el barrio desde hacía meses y nadie de la autoridad se preocupó por ello. Eran expertos en tirones, asaltos de casas, palizas y amenazas a ancianos a los que tenían aterrorizados. Ello, este horroroso crimen, venía precedido por una violación múltiple a una niña en Barakaldo y un atraco con pérdida de un ojo por parte de la víctima un par de días más tarde es el balance negro, todo ello en los  últimos treinta días anteriores.


Como estos dos hijos de puta asesinaron a Lucía y Rafael, dos zamoranos sin defensa alguna,  no tiene humanidad ni justificación alguna. Los tres entraron, el que ahora está en libertad también. A Rafael lo machacaron a golpes tras matar a su esposa y a Lucía la cosieron a puñaladas nada más entrar en la casa. El pobre Rafael tenía un ictus y estaba de capacidad muy mermada.


Los asesinos estaban en sendos centros de Getxo y El Peñascal, dos municipios próximos a Bilbao y no asistían a las clases. Impulsivos, muy inestables y muy agresivos. A menudo les tenían que pedir que no pagasen sus frustraciones golpeando el mobiliario o agrediendo a otras personas. Una vez incluso, los tres amenazaron a una profesora con robarle una cadena. Llevaban los vecinos meses en el barrio advirtiendo a las autoridades y a la administración de lo que sucedía en el barrio, ni caso. Una desidia total en un mundo policial que se ventila un enorme presupuesto para pastar y nada más: nacionales, guardia civil, autonómicos, municipales y de todo para vaguear y sobre todo muy mal dirigido por unos políticos corruptos y con unos jueces que aquí tenemos el resultado. Todo un sistema en Euskadi de aforamiento a los delincuentes que en este país son una especie protegida y no precisamente por estar en peligro de extinción. Cualquier delincuente puede entrar en tu casa, apalearte o matarte y te han privado del derecho a la legítima defensa. Si te defiendes, ya sabes, indemnización, cárcel y desprotección ante la familia del delincuente.


La Ertzaintza y la Municipal sabían quienes eran “Los Pichis”. No sé cómo no estaban vigilados. Si sembraban el terror la policía tenía que saber quién era. ¿Por qué no les detenían? Ha salido gratis un horroroso crimen. En Bilbao coexisten clanes que son organizaciones criminales en toda regla, y que son donde fabrican a este tipo de deshechos humanos. Lo que se lleva es que maten a lo mejor que tiene una sociedad: ancianos, que violen a niñas, que asesinen a gente por la calle, que se trapichee impunemente con droga. Un mundo delincuente donde los agresores, son las víctimas y los agredidos, unos delincuentes. Una sentencia al lado de los asesinos con una pena ridícula que valora la vida de una persona en 6 años de internamiento en un centro en el que, no lo olvidemos, les van a tratar a cuerpo de rey. Cualquiera puede asesinar a cualquiera porque, el sistema, les premiará y hará la vista gorda hasta que, pasado un tiempo, volverá a actuar la manada organizada.


Ellos ya no volverán mas, han dejado un vacío infinito. Un pesar muy hondo. es tan injusto como responsabilidad de los políticos, policías y jueces. Y de las familias también, pero no de Lucía y Rafael y de todos los vecinos a los que se les obliga a vivir entre chivatos, trapicheros, camellos, carteristas, pandilleros mamporreros, asalta casas, asesinos, navajeros, mangutas, violadores y demás ralea. Los reyes de la tarde noche bilbaína.





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