Es curioso pero seguimos sin conocer qué sucedió con Laura Luelmo. Cómo
la mató o no, Bernardo Montoya. No es habitual ni normal que la Guardia Civil
siga son darnos explicaciones sobre lo que ocurrió. Y, peor aún, sobre sus múltiples versiones, no existe ningún desmentido o comunicado de la policía. En el caso de Pardines, la
exhaustiva investigación de la Guardia Civil nos da una aproximación más que
certera a lo que ocurrió con toda la probabilidad. Lo de Bernardo Montoya no se
comprende. ¿Es que nadie sabe nada? ¿Se puede andar como este individuo camina;
contradiciéndose constantemente, burlándose de los demás; elucubrando versiones
que parece dejan desconcertada a la policía y sin que nadie de una puñetera vez
nos diga en una acusación rotunda sobre qué sucedió y viviendo como un príncipe
en su cárcel de Morón, como en sus días de permiso se permitía faltar a los
controles y no pasaba nada. Esto resulta cada día más extraño. Hace poco
culpaba a su novia de haber matado por celos a Laura. Rocambolesco pero tampoco
sabemos si la mató él, cómo y cuándo. ¿Qué sucedió? Hay más de seis versiones dadas por Bernardo. Y la Guardia Civil sigue muda y el juez,
desaparecido. Y ahora ya es la rocambola total: pide el paro porque como, dice,
va a salir pronto y cuanto antes de la cárcel, lo necesitará para vivir y ahora
para pagar a su abogado. ¿Contrata abogados que no puede pagar? según cuenta está en números rojos. ¿Qué se está
ocultando con este sujeto? ¿Actuó alguien más en la violación y asesinato de
Laura? ¿A quién se está encubriendo? Grave asunto enturbiado aún más porque la
pobre familia de Laura Luelmo viene exigiendo al Estado "una disculpa y
una petición pública de perdón" y nadie le hace caso.
Hace poco nos enterábamos que se ha pasado media vida en la cárcel y
siempre cobrando un extra por trabajos a los que muy pocos pueden acceder en la
cárcel, incluso a determinados lugares vetados para la mayor parte de los
reclusos. Un enigma.
Ahora el señor nos enteramos que el 23 de enero no pudo ir a firmar y
por lo tanto seguir cobrando la prestación de desempleo que desde octubre por
sus 21 años de trabajos en la cárcel por encontrarse en “prisión preventiva” (desconocía
que la prisión cautelar preventiva de un señor en espera de juicio durara 21
años). Y la cárcel le ha dado todo tipo de facilidades para que le suspendan la
tarjeta de empleo, imprescindible para cobrar la prestación, otorgándole el
certificado pertinente de la cárcel de Morón que atestigua el internamiento de
Montoya, se le ha suspendido la tarjeta y se procederá a trasladar el caso al
Servicio Público de Empleo Estatal para su análisis y determinar si finalmente
puede cobrar o no dicha prestación. De hecho ya ha dejado a sus dos abogados de
oficio y ahora ya se persona con abogado privado que le defiende.
En este caso de Montoya hay un dato que me inquieta. Ningún partido y prácticamente
la mayoría de asociaciones no se han movilizado en favor de la pobre Laura.
¿Por qué? Mucha discusión si era de “género” o “machista” el crimen, pero nada
de nada. Incluso se ha legado a decir “acorralar al delincuente no parece el
camino más audaz de ganar adeptos a una causa justa”. Extraño, muy extraño este
caso del que continuamos sin saber nada serio.