lunes, 11 de noviembre de 2013

EL PRESTAMISTA DIABÓLICO/ LA RATONERA


Un gran puntazo la presencia de una persona y guionista increíbles, el actor Jaime Palacios, un guionista magnífico al que le han instruido los mejores: José Luis Borau, el eficacísimo Agustín Días-Yanes y Manolo Matjí. El de la mini serie a “Carmina Ordóñez”, “Al salir de clase” o “Turno de oficio”. Alfonso Suárez decía en Valladolid no hace mucho que había que reivindicar la labor de los guionistas, aquellos que crean desde la nada. Me merecen lo mejor de mis elogios. Es muy difícil. Y Jaime/”Don Jaime” en la serie, más aún encomiablemente le saludo. Morbo a tope, cara de enano vicioso a lo John Mills y enmarcado en los pérfidos personajillos de los Grimm que rozan el sadismo en su simpatía de inocentes historias de cuidado, para niños; un personaje característico de los cuentos, cargado de pilas con la excitación que le provoca el regodearse en lo que podrá hacerle a “María” y disfrutar con “Mariana” tal vez al día siguiente. Viene a cobrar los plazos del dinero prestado que, aún, no ha visto reembolsados. Disfruta con la cara de sufrimiento del cojo puñetero. Totalmente de psiquiatra al correrse de gusto entre la aflicción de los demás, cuando les vuelca sus lascivas miradas y aviesas intenciones de maldad concebida. Torvo, canalla y excelente recreación de amenazas siniestras. Fresco, patibulario y ameno en lo que reclama con un repulsivo modo de actuar en una justicia, la suya, de lo más natural. A pesar de las atrocidades que puede cometer, es enormemente divertido y un “salao”. Se parece al actor italiano Aldo Valletti, el “presidente” torturador y sibilino del grandioso “Salo” que le costó la vida a Pier Paolo Pasolini. Provoca repulsión pero cierta comprensión, es la cara inhumana de la usura que no queremos ver hasta que toca en la puerta, le abres y te puede someter a tormentos y suplicios sin término mientras se come una onza de chocolate. Te asquea, pero seduce, té quedas con él. Hoy ha barrido para casa en esta última secuencia. Y es que, para estos prestadores sanguijuelas, la casa, tu hogar, tu cuerpo y familia responderán para saciar los apetitos perversos y con absoluta frialdad sólo interrumpida por la gozada voraz de ver humillada a su víctima. Gran personaje. Tiene toda la libertad y el poder para hacer lo que le venga en gana con cualquiera que le deba unas pesetillas. Personaje de oscuros rincones, maravilloso en su recreación, morboso y retorcido hasta inmolar a su víctima. Asqueroso hasta la nausea incompasiva. Y muy sutil. Con “Mariana” lo ha sido, aparte de un mal educado. Le ha insinuado posibles satisfacciones físicas, psíquicas, psicológicas, sexuales,  desde su perturbada mente adinerada y ruin que te acosa en plan tenebre a tu propia jeta.

Sórdido y cachondo, una interpretación memorable, impresionante de Jaime, de lo mejor de PV, que nos retrotrae a aquel actor, Lorenzo Durán, en una versión de “La ratonera”, en la Barcelona de 1975. El modo de entrar de “Don Jaime” es idéntico al de Lorenzo en aquella versión; de aquel extranjero, “Paravicini”, que llega inesperadamente al albergue de “Monkswell Manor”, personaje muy  extraño que gusta de asustar a la gente, carcajeándose diabólicamente de todos.
Preciosa secuencia entre “Don Anselmo” y “Martín”. ¡Mira!. Hoy me ha gustado Jordi en sus cuitas sobre la carga que se transporta cuando no te protege un hábito y una secta. Es un soñador muy al estilo del teatro y literatura que nos ha acompañado en los 50 y 60 en este País. Impagable diálogo entre Mario Martín, persona por cierto muy amable conmigo siempre y que se lo agradezco muchísimo, y el enamorado desesperado “Martín”/Jordi. Una reflexión muy profunda y absolutamente de actualidad, entre la armonización de la voluntad ética, la fe  y la incoherencia del sufrimiento cuando todo se agita  en la conciencia y acaba por hacernos no creer en aquel Dios u otro tótem  tranquilizador y confortable que nos lavaba y planchaba la ropa, cuando era todo coser y cantar porque estaba construido al dictado.


No todo es feo en PV. Hay verdaderas preciosidades. Mi muy apreciada Blanca y Carlota han estado hoy bonitas bonitas de verdad. Entre sueños, desengaños, melaza y ojos a la virulé por los amores que nos hacen sufrir que son los más infestamente  atractivos. Miradas de sublimación. Yo creo que ni Blanquita ni Carlota son conscientes a veces de su gran papel. Esas miradas del capítulo de buenísimas chicas, de auténtica exaltación, que salen de y a la luz, esa dimensión casi onírica y grandiosísima es inencontrable. Se merecen los elogios por lo trabajadoras que son estas dos grandes chicas.
Soy de los que apoyé desde un principio a Ariadna. Al margen de habladurías que ni me van o importan. Y espero lo que cada día vaya añadiendo interés a esa su relación salivar para con ese misogeno que se cubre para no desvelar su alma, entrando ella en previos de enamoramiento. Un excelente personaje, "Conrado", que atraviesa estadios desde el silencio, rencores y  los sueños hasta la luz y la fuerza. Es una pena que le falle la vocalización a Rubén. Hoy, con un idiotoizado "Martín", "Candela" presagia y "Aurora" se atraganta. Momento muy inteligente y bien llevado por Aída y Ariadna con una insuperable "abuela"/Adelfa Calvo. Trata muy certeramente los perfiles de grupo esta serie y salva los individuales sin menoscabo de su intimidad. Lo he dicho anteriormente y, esta secuencia, es ejemplo de ello. Por cierto, han criticado algunas personas la falta de naturalidad de esta actriz, su tirantez, en el beso. Es que la grandeza, para mí, estaba en la rudeza de él y en la humildad de una chica sin experiencia y sin grandes respuestas ante tal lenguetazo, por pirmera vez sacudido, y con una delicadeza en el enamorarse casi de ilusa y  a prueba de cínicos.
Este señor, se lleva el "Goya" de interpretación. Reconocido por muchísma gente como "soberbio". Por cierto, le han llamado "vaquero" en el capítulo. Nosotros, fuimos los primeros que le descubrimos como un icono del Spaghetti Western y de filmes de género y lo inlcuimos entre los parecidos a Gian María Volonté con la Voz de Manuel Peiró, así como una evidente referencia física y cultural al espadachin y malote, Guy Delorme, de los filmes de André Hunebelle. Su situación de violencia está enmarcada ya en PV como una denuncia frontal y directa, exhilada de toda sutileza, a pesar de la apariencia de normalidad anormal que quiere teatralizar entre los vecinos y amigos de su esposa. Estoy impresionado con la mirada de este "lechero". Cada tarde coloco algo de ello como si explorara la enorme potencialidad de una mirada poliédrica.

Espero que  a este sujeto entre "Mauricio" que está sobrado de todo y  "Don Jaime" le dejen reducida su ya poca capacidad motriz a ínfima articulación. De las "patitas" para abajo y del pitilín hacia arriba. Menuda angustia atmosférica crea este puto cojinudo, dentro del cuento de horror que le está haciendo vivir a "María", con sus únicos trágicos protagonistas, la culpa de ella y la impotencia de él.

Dedicado a mis oyentes de radio.
Mañana "Los últimos juegos prohibidos", con "Jesusa" la excelente y bregada  actriz  Inma Gamarra.
Dedicado a estos grandes de la escena de Barcelona, en el Teatro ROMEA. Versión de "La Ratonera", marzo /abril 1975 y en especial a Lorenzo Durán y Consuelo de Nieva.
con:

CONSUELO DE NIEVA, RICARD REGUANT, ANDRES GARCIA LORCA, ENCARNA CHIMENO, LORENZO DURAN, FRANCISCO GRIJALVO, JOSEFINA GUELL, JOSE Mª SANTOS

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