ACTORES DE LA TARDE:
RAÚL PEÑA Y JUAN SANSEGUNDO
Un momento territorialmente sobrecogedor e impactante en la historia de ESDPV.
Vengo de aburrirme viendo experimentales secuencias pretenciosas y yupis para cerebros zombies y me encuentro con este momento de muy buena televisión, con un Raúl Peña por fin colocado en su sitio como versátil actor, dramáticamente perfecto, como un "Carmelo"que se conduele por el gran engaño urdido contra él durante toda una vida. Ha sido demoledor, descubrir la mentira de toda una relación y lo que se escondía tras la apariencia. Es como volver a los orígenes de lo que dramáticamente más me gusta, a esas piruetas que da la vida hasta que al final asoma todo un universo de podredumbre moral. Vengo traumatizado del Festival. En España ya no se puede opinar ni de cine sin que te vigilen, señalen, escuchen, persigan, te llamen hijo puta y te quedes sólo; los críticos han cambiado la pluma (sin equivocar eh!!!) por el jamón y por degustar un sucedáneo de 5 jotas, venden a su padre y madre en el mismo lote. Los actores te arañan si no les rindes pleitesía y el público te escupe si dices que algo no es sublime. Y todos contentos con esa injusticia de país que se llama España. Hoy hay que aplaudir la nadería, las mariconadas y todo se solventa de modo estéticamente formal, agradable o escandaloso, pero sin más complicaciones. Por ello este momento ha tenido efectos balsámicos sobre mi.
Me ha recordado mucho a "Los niños de Brasil" de Franklin J. Schaffner. En este momento secuencia estaban esos asentamientos de niños abandonados usados para la mina; donde la corrupción afectaba una vez más a los directores del orfanato (como después ocurrió con altas jerarquías politico religiosas y cuadros medios y chivatos en la compre venta de niños robados). Momento sangriento y doloroso expresado en el rostro atónito de "Carmelo" y con cinismo en su supuesto amigo "Arsenio" que esconde un secreto terrible y que manipula con su dominio de la psicología de los que bien conocía. Cuando la tierra era el interior de una mina; el cielo, el techo que se caía; el suelo, el barro donde caían desfallecidos los pobrecitos abandonados; el aire, una pestilencia toxica; los niños, los mineros del fondo. Entonces, en esta secuencia, estaba y nos reencontramos con el mejor ESDPV que anda casi como el Festival donostiarra, lánguido y decaído mientras dure.
Momento sobre lunáticos directores de orfanatos y de seguidores sin escrúpulos que vendían hasta la carne humana.Bello y nostálgico relato y homenaje a la infancia desvalida y mártir de algo tremendo y criminal que se llevó tantas vidas humanas. Con un pálido y sugerente "Carmelo" que ha imprimido un sobrecogedor tono interpretativo de ritmo perfecto. Raúl es un técnico de la interpretación, todo lo mide y además lo viste con una expresión facial del alma humana en muchos estados de ánimo.
Hay una muy interesante lectura sobre estas escenas. Está algo encriptada pero si asoma. La manifiestan de modo titánico estos dos actores: donde se entremezclan logias de caza-niños, siniestros directores de orfanatos, que venden a unos niños para experimentar con sus vidas aniquilandolos para obtener beneficios, es el nazismo que asomaba ya en Europa; de alter ego maléficos y de sus sicarios que propagaron el mal sobre la tierra. Fueron los que adelantaron la figura maléfica del Führer que presagiaba que algo llegaba a Europa que sería horroroso. La maldad estaba en ellos que no establecieron límites morales entre el trabajo y la dignidad humana, que usaron de inocentes para obtener pingues benéficos en trabajos arriesgadísimos que no los quería casi nadie; la semilla del diablo estaba en los creadores económicos de un sistema de esclavitud infantil que causaron tanto dolor y propagaron la dictadura totalitaria por Europa pocos años después de lo que narra ESDPV.
Una secuencia aplastante para el que la quiera ver y sepa contemplar. Ignoro si los guionistas habrán pretendido contemporizar con tiempos futuros o la habrán escrito como un pasatiempo, pero tiene un trasfondo histórico inconmensurable. Momentos inquietantes, con esa perturbadora historia que no se ve pero sí se cuenta, de niños esclavos que escondían tanto terror en sus vidas prisioneras en la minas.
Por cierto, la secuencia del "amnésico" es malísima, pero peor aun en su siguiente grado. Y ya da pena ver a Carlota y a Alejandro interpretar esa payasada nada creíble de estas secuencias. Pero... ¿No existen guionistas en el país para dar a Carlota una buena historia sin obligarla a rebajar tanto su caché interpretativo? Estoy alucinado. Estos momentos actuales en la vaquería son de una incongruencia absoluta, patéticos. ¿Qué fue de aquella "Mariana"º que nos envolvía en el microcosmos de su humildad y nos arrebató por su sagacidad y miradas clarividentes? Miradas encañonadas que alguno se reía cuando lo escribí. ¿Qué fue de aquella "Mariana" callada, fascinante, que denunciaba sólo con sus ojos, que era la víctima y la gran soñadora que se lo llevaba muy adentro? Algunos me dicen que es por el embarazo. Las embarazadas pueden hacer papeles preciosos. Es tal vez el personaje más destrozado de la serie. La han matado y la condenan a vagar por el limbo de la estupidez, y las generaciones llegadas después a la serie se perdieron tanto gozo que nos daba ver por las tardes a la mejor actriz joven de ESDPV. Hoy, por obligación, interpreta insulsos clichés con un guión mal acabado, desfavorecedor y nada creíble.
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