EL CASO KOTE CABEZUDO: UN CASO PERDIDO

Los juicios no se ganan con algaradas, ni en la Red, ni con divagaciones para despistar, ni con teamings, ni con tómbolas, ni con carnaza para apesadumbrar con victimismo  y retroalimentar pasiones, ni con líos ajenos a la esencia de la denuncia. Se ganan con pruebas y con mucho tesón. El Caso Kote Cabezudo está adquiriendo unos matices que no sólo no me gustan nada sino que creo perjudicarán a la larga a las supuestas víctimas y no llegaremos a conocer nada más del mismo, de su verdadera red de implicación e intrincados hechos que pudieran existir y dudo de hasta si Kote no va a salir sino relativamente bien librado. Buscando esos enfrentamientos con los jueces; insultando y llamándonos “lloricas, pobre hombre (gizajoa) y mierda” a periodistas que decimos lo que honradamente pensamos sobre la imposibilidad de cambiar el sistema pero que defendemos con vehemencia a esas supuestas víctimas. Esto está lamentablemente terminando, entre redes incendiarias, con unos iluminados alrededor del mesías que parecen llegan para reformar el país de arriba abajo; fantaseando sobre lo que vamos a hacer con lo recaudado en los teamings y haciendo de estos casos plataformas de acoso y derribo a la justicia, por este camino tan cenagoso y frentista, no vamos a conocer jamás la realidad del este caso, para mí ya perdido por el abogado y sus teamers.

La propia juez Ana Isabel Pérez Asenjo ha demandado a este abogado, al tiempo que caen sobre ella, entre algún dirigente anti-pederastia, insultos de“viciosilla”  y casi la conectan con menores “a los que no se debe tocar”. Por ese camino, mal vamos. El caso está adquiriendo una manifestación borroka que nos hace a muchos retirarnos casi de comentarlo. Entre los que ahora se han adueñado de la causa, algunos de entre ellos, callados durante años hasta ahora, desprecian o ridiculizan la opinión de muchos que vemos puntos oscuros en este supuesto caso de pederastia y demás supuestos delitos. Un abogado con estos enfrentamientos y un temerario de la Red amigo suyo que difama a todo el mundo, lo calumnia y lo machaca si no estás de acuerdo con él, esta pareja, no puede más que armar ruido pero jamás dar verosimilitud  a su denuncia ni creo que el camino para defenderla sea correcto.  No son serios para un caso de gravedad absoluta. Las supuestas víctimas están ahí pero el abogado escora por un camino muy perjudicial para dar solvencia y credibilidad a su denuncia. Y lo siento por esas supuestas niñas en sus días que dicen fueron violadas. Y siento porque en este caso hay información que se está ocultando por parte del abogado y obviando toda una trama que queda difuminada por monotemas como el del alcalde Odón, es una opinión, y es que todo queda supeditado peligrosamente a mi modo de entrever, a alcanzar récord de aportaciones y ejércitos de “guerreros”, escuelas de abogados para la causa y demás paridas para vencer al sistema.

Y es que este sistema les está devorando, a ellos y por desgracia a las víctimas. La juez Pérez Asenjo, ni ningún juez, ni nadie merece se la denigre y se le haga daño moral sin la presunción de inocencia. Ese camino, desde el momento en el que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco dictamina que no merece ser calificadas las resoluciones de la juez como injustas, estemos o no de acuerdo, el abogado debía de olvidarse del tema, es ya historia pasada porque la juez no es ya instructora del Caso Kote Cabezudo aunque fue admitida la querella, y trabajar por defender de verdad a las víctimas, buscar toda la verdad de la “manada” y dejarse de vídeos y denuncias a quien creo me ha ofendido, sólo para enfurecer a una claque de palmeros a los que ya envía la buena nueva de que el mundo está cambiando. Batalla perdida contra Ana Isabel y una petición de 60.000 euros de la juez al abogado por “daños morales”.

¿Qué está consiguiendo el abogado?: nada. Que del tema ya no se hable más que entre gentes que se dan la razón y apoyan ciegamente al líder, porque quienes lo defienden son gentes que anulan cualquier posibilidad de credibilidad para poder buscar algo de luz. A mí, la verdad, usar de esta desgracia para dar la cuenta corriente y pedir dinero para salvar al mundo de los violadores, extendiéndonos hacia el orbe universal, no sólo me parece un cuento sino una inmoralidad. Y por ahí yo, aunque sea un  “gizajoa” (un desgraciadillo) que me llamó uno del clan, no transijo. No me gusta la gente que vocifera ahora absorbiendo este caso. Yo no pienso sea bueno. Y ya veremos lo que sucede al final con Kote quien permanece en prisión provisional a la espera del juicio por presuntos delitos de abuso sexual, agresión sexual, estafa, injurias, delitos contra el honor, revelación de secretos, delitos contra la intimidad, amenazas, pornografía infantil y corrupción de menores. Sus víctimas son supuestamente modelos, varias de ellas menores de edad, que posaban para él. Me entristece que un caso que debe ser tratado muy sagazmente, con mucha delicadeza, volcándose en él de manera total, que se abrió paso en años al final, que puede conllevar enormes delitos y por muchos cometidos, vaya a quedar como algo que nos decepcionará porque la vía de defensa es una equivocación absoluta. Mesías hubo uno y lo crucificaron. Hoy, este caso en el que tanto confiamos, va camino de un Babel. Mareando la perdiz con acusaciones y denuncias a políticos o jueces, buscar filtraciones, todo, menos ahondar en los hechos que son la esencia supuestamente delincuente que se debe juzgar por encima de todo.