El vizconde dice que "no comparto". Por lo que dijo él. Pero si lo dijo... ¿Cómo no lo va a compartir? Ya nadie cree a estos usurpadores de la libertad política y democracia
de la casta castosa de España. ¡Mal le debe ir a Podemos y al embaucador Pablo
Iglesias para abjurar de sus orígenes venezolanos chavistas y hasta llegar a cuestionar
su actual situación económica y política lamentablemente "nefasta"! Un poco tarde la verdad sea dicha. Por cierto, ha dejado con el pudibundo detrás al aire a tanto actor y trol que incendiaban los muros de algunos porque comentábamos que, todo Podemos y su líder palurdo, era un camelo y una vividuría más. ¿Qué ser sensato puede pensar que en Europa íbamos a ser gobernados por un cuentista que deseaba traer, imponiendo, ese Régimen de misera, Venezuela, que él ahora reconoce, a España? ¿Quien podía creer en este ser aparentemente inmaculado que, desde Grecia hasta España, iba a traer el cambio de no se qué? Un sujeto marrullero que dice desconocer hasta dónde puede llegar la financiación de su propio partido y de donde saldrían los testaferros.
A estos cara duras de políticos españoles del Estado de Partidos les va todo y casi de seguido: ser el hijo de
los bolivarianos; el besabocas de Domènech y el esposo compañero; el nieto de Chávez y sobrino de un error de paralelaje sobre la situación bolivariana; mentir en el Senado
con total cinismo con cara de cordero degollado como si nada; el sobrino querido de Maduro y el mamporrero de Venezuela al
mismo tiempo que un santo convertido a la fe burguesa; turista en las Granadinas y moralizador contra los excesos de la derechona; el cochambroso izquierdista que un día
descubrió los créditos burgueses y se compró un Txotxobolo haciéndose mezquino
pequeño burgués egoista; el asesor de tiranos venezolanos que se llevó la pasta y ahora
está arrepentido; el hijo putativo de una Fundación subvencionada que tampoco sabía; el heredero
de testaferros iraníes; el feminista a ultranza, hoy arrepentido por querer canear el culo a Marilo; obrero
sin trabajo en Caracas a la que dice no conocía en su desastre social; el reconvertido buen
samaritano acongojado y en trance de apocatástasis que proclama como, Simón del
desierto, su pena como pecador en la pradera por sus errores cometidos mientras
en otro tiempo muy cercano, él y sus fascistas, nos insultaban a los que le indicábamos
el camino por el que nació y derivó Podemos. Y sobre todo hablar mucho sobre que, con este currículo, llegaría la necesaria libertad de los pueblos.
Esta mañana, ante el avance VOX,
gracias en parte a votantes suyos, le ha llamado una "restauración al
final de los tiempos", que ya el teólogo alejandrino Orígenes, del siglo
II-III D.C. mencionó como lo que sucedía al final de los tiempos; todos,
pecadores y no pecadores, buenos y malos, ángeles y demonios, todos serán uno
con Dios. Hoy, la "equivocación" de Pablo veleidoso y juvenil, ha dado paso al bien que triunfa sobre
el mal por completo reconociendo de sus errores adolescentes, incluido su rito a Satanás y todos sus demonios o representantes del
mal (o sea como muchos de los lameculos que le han apoyado), y todo queda desde hoy
"restaurado" en Dios, reconvertido en Bien, como al principio de los
tiempos, porque si Dios ha sido el principio sólo Dios puede ser también el
final. Y así, como el camaleón, cambia de chaqueta por si cuela.
Llega cuando dice hoy ya no compartir algunas de las opiniones
políticas o incluso “tonterías” que manifestó en el pasado, alabando a este
país y al Gobierno de Hugo Chávez. Es que resulta que por esas tonterías ha
perseguido ideológicamente a muchos periodistas que le recordaban su currículo.
Incluidos compañeros sectarizados del
partido. ¿Y ahora qué? ¿Crees que por eso te van a votar más? Mucho menos,
porque se empieza por un caprichito burgués de cazolón, se continúa pidiendo perdón de mentirijillas y se acaba, como
Viridiana, jugando al tute con tu primo amante. Y es que no cuela. Aparte de
transformarse hoy en un cínico embustero sin escrúpulos y sin futuro ya en la
política española, no ha sabido distinguir claramente ni el bien o el mal como merecíase.
No aclara nada sobre si el bien estaba antes, cuando se emocionaba con las tropas de Chávez, al que echaba
“mucho de menos”, o que Venezuela era “una referencia fundamental para los
ciudadanos del sur de Europa”, o ahora cuando habla de situación nefasta que ya
se daba y que no supo ver. El Bien y el Mal confundidos y que invalidan la
expiación.
Su gran tentación era llegar a ser presidente de gobierno y, ahora por mucha
humildad arrepentida nada creíble, inocencia candorosa y recogimiento franciscano,
ha dejado colapsados a sus defensores por si caía algo. Los tontos del bote que
creyeron como sonámbulos en su signo diabólico para acabar con la burguesía,
enamorados de su oratoria incendiaria que se la creían, calentándose las andorgas
al fuego de la rebelión, incapaces de resistirse a su pasión infernal por lo
cenagoso y dictatorial. ¡Cuánto tonto hay en Podemos! En todos los partidos. Le
sacaban de su cama entre cenizas ardientes que las vertían a pobres gentes
asustadas por sus amenazas; hoy, este lindo Vizconde de Galapagar, sacrificando
la poca credibilidad que le quedaba en la cuenta de Granadinas, se ha colocado
una corona de azahar en signo de pureza política virginal. ¡Es un descojono!
Esto ya pasó en el cine muchas veces. Que tal grande expiación esgrimida
hoy por el Vizconde, este testamento de últimas voluntades, este mismo nuevo
rostro virtuoso esgrimido por este farsante, es y será su perdición ya
pendiente y cuestionado este sujeto por amplias capas de su partido totalmente
decepcionadas, al final del día es la repetición de su mismo pecado de
comunista ruin y tenebroso que llegó para quedarse y que va a salir escaldado,
más desde hoy. El vizconde de Galapagar, toda la vida de palurdo comunista y
ahora el melón se viste de social demócrata.
Un patán enredador, un pequeño Lenin desfasado en otro siglo, sin
alguna clase, que nos insulta a todos de franquistas, a los que no pensamos
como él y defendemos a los pobres venezolanos de gentuza como el aprovechategui
de él, a los que desea exterminarnos, a los que creemos en valores democráticos
en un país donde haya libertad política y las gentes torticeras como él no
tengan cabida porque son abiertamente enemigas, transvestidos con cuernos comunistas u hojas
de laurel celestiales. Está acabado este burdo comunistoide de universidad
destartalada, pequeñito dictador fugaz al que Maduro ya ha cortado el grifo y
cualquier día le vemos decaer, desde su edificante de hoy posición crística, en
el paro y sin poder pagar su palacio principesco y cantando en el metro a ritmo
loco “No nos moverán”.
Buenísmo de verdad de descojono como dices y muy de verdad
ResponderEliminar