Una de las metas que muchos anhelamos, judicialmente, es que
casi todo sea agresión sexual, exista violencia o intimidación y que se reforme
legalmente. De nuevo, protestas contra la condena impuesta a los cinco
miembros de La Manada, que ha vuelto a descartar la existencia de una agresión
sexual: las calles se han llenado de disidentes a esta sentencia en actos de
repulsa contra tal decisión para gran parte de la sociedad, no sólo grupos
comprometidos y comprometidos, muy injusta. Y una voz que llega, desde su prudencia pero no sin escatimar apoyo a mujeres maltratadas, la de María Victoria Cinto, presidenta de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa y ahora vocal del
Consejo General del Poder Judicial.
La señora jueza María Victoria Cinto, muy mal tratada e injustamente en
la Red por troles y exacerbados faltones en el “Caso Kote Cabezudo”, comentó algo que es
enormemente clarificador, por venir de un juez y por alumbrar insobornablemente con una
versión ulterior a lo expuesto en la sentencia: “Unos hombres frente a una
mujer en un portal, obligándole a hacer lo que ellos querían, es intimidación”.
“Creyeron a la chica, dieron por probado lo que ocurría. Y a mi juicio, era
agresión y no abuso”.
Hubo dos votos particulares de los magistrados del Tribunal Superior de
Justicia de Navarra el pasado día que abren
la puerta para que el Tribunal Supremo debata si lo que sufrió la chica en
aquel portal y en aquellos Sanfermines de 2016 fue abuso o agresión. Y las reflexiones
de esta juez Cinto, comprometida contra la violencia sexual, son muy
importantes. Coinciden con lo que yo en este blog he venido manteniendo a pesar
de que ultras batasunos y podemitas me han acusado de defender a los de la
“Manada”, algo incierto y difamador. Jamás he participado en algún foro en
defender la Sentencia y considero que para que exista “agresión” o “violación” no
se deba cumplir únicamente la premisa de que a una mujer le den de palos. Para
mí fue violación.
Hoy, después del lío que montaron los jueces provinciales, los del
Tribunal Provincial Navarro, el Supremo no modificará los hechos probados, algo
complicado y poco habitual. No cabe absolución pero se discutirá de nuevo es si
se trata de abuso o de agresión. Algo muy importante para los que deseamos que
se demuestre que fue una presión sin paliativos o discusión.
Comprendo a María Victoria cuando, desde la insobornable justicia,
apoye que la contestación en la calle no debería influir en algo que atañe a los jueces juzgando pruebas. Aunque como
ella también comenta “somos personas, que deberíamos ser inmunes, pero que no
somos máquinas”.
El problema y María Victoria es una persona justa, proviene de la
decisión del tribunal de la Audiencia de Navarra que no contentó a casi nadie
sobre todo por Ricardo González, para quien el fallo tendría que haber sido
absolutorio de todos los cargos, salvo del de hurto. Se negó algo muy
contrariado que “no se había utilizado un medio físico para doblegar la
voluntad de la denunciante”, o sea una agresión real más o menos violenta, o
por medio de golpes, empujones, desgarros; es decir, fuerza eficaz y suficiente
para vencer la voluntad de la denunciante y obligarle a realizar actos de
naturaleza sexual, “integrando de este modo la violencia como elemento
normativo del tipo de agresión sexual", desde la sentencia de La Manada.
Para muchos hubo violencia física y no se comprende cómo el tribunal rebajó
el delito principal de agresión sexual a abusos sexuales. Que para muchos
aquella sentencia estaba corrupta porque decía no revelaban violencia que
califica el tipo de agresión sexual". ¿Hay que moler a a palos a una pobre
mujer para que un tribunal aprecie violencia? No nos creímos nada y muchos la
consideramos una sentencia política por las personas y cargos involucrados.
Para aquel tribunal no hubo intimidación sino "prevalimiento" por lo
angosto del portal en el que ocurrieron los hechos y en la superioridad de los
ahora condenados. La víctima decía “entró
en el portal de modo súbito y repentino, sin violencia; la forma en que le
enderezaron hasta el habitáculo donde se desarrollaron los hechos, un lugar recóndito,
angosto, estrecho, con una única salida coincidente con la zona por donde se
realiza la entrada, y en el que le prepararon una encerrona, colocándole en ese
lugar y rodeándola". Es que aquellas relaciones, para muchos, no se
mantuvieron sólo en un contexto subjetivo y objetivo de superioridad,
configurado voluntariamente por los procesados, del que se prevalieron, es que las
prácticas sexuales se realizaron sin la aquiescencia de la denunciante en el
ejercicio de su libre voluntad auto determinada". Ella no lo seseó. La
víctima era totalmente creíble, verosímil lo que contó, creíble su testimonio. Fue rotundo su
testimonio y sin ninguna incoherencia o contradicción, en plena coincidencia
con sus manifestaciones en sede policial y a presencia judicial. Sobre el
“dejarse hacer”, sobre esa resistencia pasiva, es una reacción posible ante una
agresión sexual pero la agresión existió. No se justifica aquella sentencia, el
cambio de votos, porque aquella mujer víctima estaba bajo una actuación dolosa y los estímulos que percibió lejos de
justificar la no agresión, provocaron un embotamiento de sus facultades de
raciocinio y desencadenaron una reacción de desconexión y disociación de la
realidad, que le hizo adoptar una actitud de sometimiento y pasividad, determinándola a hacer lo que los procesados le decían que hiciera". Y lo peor y más
corrupto de aquella sentencia es cuando la propia reacción es la que se pone en
cuestión cuando se plantea la ausencia de signos de violencia física en la
víctima. Se aprovecharon ellos de su estado de shock por lo que la denunciante no
expresó ni de palabra ni con gestos, ni de ninguna otra manera, su
disconformidad.
Yo lei cosas de ella hororosas en eso que tu comentas pero veo y la otra versión. Gracias por tu independencia
ResponderEliminar¿Quién es trol? Cuando quieras me llamas y me lo cuentas Jose Ignacio. Víctimas de Kote Cabezudo se plantaron con una pancarta ante el ayuntamiento y entre otras cosas hicieron público que esta mujer se ha querellado contra su abogado por hacer público este caso del que tanto hablas. Con un par. Lo sé porque estuve ahí viendo cómo lo grababan. Saludos
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