José Ignacio Salazar Carlos de Vergara: NI SÍ NI NO SINO QUE ME QUEDO CON LA "PASTA" / LOS EXILIADOS CARADURAS

ACTRICES DE LA TARDE:

NURIA GAGO, PALOMA PASO JARDIEL Y NATALIA RODRÍGUEZ

CON: JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS, JUANJO ARTERO, CHISCO AMADO, ALEJANDRO ALBARRACÍN, ÁLEX BARAHONA, LUCÍA MARTÍN Y MANUEL BAQUEIRO.

Un homenaje a Miguel Miura y a Antonio Lara ("Tono") por su "Ni pobre ni rico sino todo lo contrario". Comedia teatral disparatada de 1943, antología del teatro español de postguerra, interpretada a lo largo de los años por insignes del teatro en España, como Guillermo Marín, José Bódalo, el gran actor de doblaje Francisco Arenzana, Valeriano Andrés o Manuel Galiana. Como la monjita esta tarde, ni sí ni no sino todo lo contrario y además me quedo con las "pasta". No está de más recordar a estos actores grandes y autores geniales, como Mihura, ahora que unos analfabetos de políticos madrileños les quieren borrar de la memoria literaria vanguardia del siglo pasado. ¡Mire usted!. Gracias al abuelo de Paloma Paso, Don Enrique Jardiel Poncela, viven muchos publicistas y politiquillos hoy en día y guionistas pobres que se siguen apropiando de su inventiva estupenda y prodigiosa. Y que, por cierto, piden destornillar sus calles para conseguir subvenciones. ¡Que todo se sabe!

Tiene mucho esta secuencia entre "Pelayo", "Víctor" y "Sor Teresa" mucho de aquel teatro español que hablaba en clave, como ahora, por si la censura y la mordaza. Mucho del surrealismo de personajes que buscan dinero o acaparar conciencias, mediante coartadas lingüísticas, que buscan una felicidad en medio de sus carencias, dentro de un mundo clasista e interesado que no porque den dinero para reconducir vocaciones, encuentran la felicidad ni el fin para el que les atracan ese dinero.

Con ese otro homenaje a "Siguiendo mi camino" de Leo MacCarey, con Bing Crosby (por cierto me encanta este filme cuando pillo la versión doblada por el inigualable Víctor Orallo interpretando a Crosby) y que ha sido mencionado el título en el capitulo; junto a esos momentos tiernos y sencillos que hacen pensar que los demás deben encaminarse por una senda aceptada por ellos. Aquel filme precioso con su moral del pasado que valía para un roto como para un descosido, con su atípico en los personajes, con aquella asunción de lo que habrá de venir, donde se cantaba y encantaba. ¡Bien por esta referencia a esta deliciosa historia que mostraba tanta llaneza sobre las relaciones humanas!; de cómo hay que combatir, como hacen muchos personajes del serial, por algo como ha hecho "Nicolás", por eso tan grande que ha vehementemente lanzado "Pelayo" sobre el respeto y la consideración que tanta falta hacían entones como ahora en un país donde cada uno tiraba para sí y muy pocos se paraban generosamente a defender los derechos de los demás, que son los de todos y los de uno.

Rodeados todos de una feliz "Clara" que ha superado ese caos psicológico y esas torturas físicas (al menos, de momento), espléndida y convincente Nuria que retoma, desde la independencia de su casa, la memoria afectiva y familiar que siempre le son sinceras y le aman. Un emotivo y sentido homenaje a la gente de puro corazón y de raigambre popular, de esas mujeres que buscan la independencia y la libertad que no se las dio un apresurad matrimonio casi obligado e infelizmente ilusionado.

Los exiliados son, algunos, fueran de perseguidos, comunistas, libertarios, existencialistas o nostálgicos de su patria, como los franquistas y los chulo putas del serial, de mucho cuidado. Ser un desterrado no daba patente de corso de honorabilidad, tanto como para no denunciarles en sus mentiras e incongruencias, engaños y ambiciones de las que hacían gala. Es que durante muchos años se pensó que aquellos del Mayo del 68 eran héroes; sólo buscaban reforzar la caída de De Gaulle y traer a la derecha de Pompidou que llegó y arrumbó al comunismo durante años. Esa es la verdad. Contra Franco y marrulleros de igual modo. Por ello, no impresiona que quienes se encontraban alejados, mientras otros las pasaban canutas y trabajaban por sobrevivir en el país, podían ser unos sinvergüenzas que se aprovechaban de chicas usadas como juguetes que acababan rompiéndose en sus ilusiones e ilusas creencias de amor. España ha cambiado muy poco. Hoy, nosotros los vascos, tenemos emigrantes vascos que trabajan en Madrid, se visten de revolucionarios, ponen a caldo a España y llaman fachas a otros que se han quedado luchando por el País Vasco. Pero ellos van de exiliados, cobrando lo que no se les ofrece en su amada patria, y menospreciando a los vascos de su pueblo que tienen que jugarse el pellejo y sobrevivir como pueden. En aquella época, como hoy, había mucho doctrinario sobre la democracia y descontento de salón que vivía como el protagonista de la serie, "Alberto Aguirre", muy bien jugando a varias bandas, en el amor o en lo que surgiera;. ¡Que se sepa! Como él, muchos movilizados desde el mayor confort burgués contra una España carcundiosa, deseosos de libertad pero desde la tranquilidad de Saint-Germain-des Prés, pero que sólo pensaban en lo suyo y tan malvados como muchos españoles que no necesitaron salir de España para mentir y conspirar. Excelente secuencia y que desmitifica la pasión por los exiliados que los que hemos vivido en tierras totalitarias sabemos de los cuales que se reían de los "paletos" españoles.