Fue la primera en pedir elecciones cuando en Urdin Irratia France comentábamos que, todo, iba desembocar en las mismas. La prensa no creía que las elecciones se celebrarían o que eran un escapismo para solucionar pactos inconfesables y no aplicar la ley. Y ¿para que pedía elecciones Inés Arrimadas con todo el aparato intacto? Para nada. Para distinguirse y poco más. Con Rajoy, Sánchez y unos vividores nacionalistas, todo continuaría igual, con el mismo Régimen que no se disolvió. Y Arrimadas, como el cobarde Rajoy no se presentó, para no quemarse cara a las elecciones próximas del Estado. O sea, Catalunya se la suda también como a Rajoy, España.
Me da igual si Arrimadas debiera o no presentarse a ser elegida en una sesión de investidura. Como si se presenta o no. Nada de lo fundamental cambia y lo testimonial de españolismo o defensa y compromiso de la Constitución en este partido, no sirven para nada. Es que tampoco creo que, a pesar del programa de Arrimadas, que sigue siendo otra dictadura más de partido entre oligarquías de los mismos instaladas en el poder, que se preocupara Ciudadanos más por los problemas reales de los súbditos; ello, es incompatible con el Estado de Partidos que mira sólo por sus aparatos e intereses. Una vez instalado en el poder alcanzaría pactos, o los mismos le llevarían al Govern y servirían a los suyos. Y habría súbditos de primera y segunda.
Me da igual si Arrimadas debiera o no presentarse a ser elegida en una sesión de investidura. Como si se presenta o no. Nada de lo fundamental cambia y lo testimonial de españolismo o defensa y compromiso de la Constitución en este partido, no sirven para nada. Es que tampoco creo que, a pesar del programa de Arrimadas, que sigue siendo otra dictadura más de partido entre oligarquías de los mismos instaladas en el poder, que se preocupara Ciudadanos más por los problemas reales de los súbditos; ello, es incompatible con el Estado de Partidos que mira sólo por sus aparatos e intereses. Una vez instalado en el poder alcanzaría pactos, o los mismos le llevarían al Govern y servirían a los suyos. Y habría súbditos de primera y segunda.
El problema por el que
la prensa debería pelear es por la Segunda Vuelta y que, como aquí en Francia, fuesen
los ciudadanos los que eligieran al poder político; o sea: libertad política,
no derecho individual a refrendar una lista cerrada y a callar a partir de ahí.
A pesar de que un ex-magistrado del Supremo, anoche, en una cadena pepera de
televisión, se jactaba de lo consensuada y perfecta de nuestra Constitución,
que no era necesario ni urgente actuar sobre ella reformándola, contiene muchas
lagunas democráticas ésta, es una de sus graves carencias democráticas. Por
ello si Arrimadas se presentara y diera pábulo a que existen otras opciones,
que han ganado mayoritariamente sobre los nacionalistas, tampoco supondría
alguna derrota entre estos últimos; quien pierde siempre es el votante de la
lista cerrada, los demás pueden ganar porque consensúan entre ellos, antes de
formar gobierno o después entre gobiernos y oposiciones. Los partitócratas
siempre debaten en la igualdad de condiciones que les brinda el consenso oligárquico
y su ideario es plastilina pura; las agendas se marcan por los pactos y asensos
que son los que deciden de qué se va a hablar y pactar entre aparatos. Por lo
tanto, heroicidades aparte, presentarse Arrimadas es una solemne tontería. Tal
como grueso error pidiera y primera, elecciones, sabiendo que carecía de
posibilidades de ganar en segunda votación en el Parlement.
La única rentabilidad
para que los votantes se vean representados es la Segunda Vuelta y listas
abiertas por distrito; cambiar todo el sistema proporcional de una Ley
Electoral que favorece a algunos muy injustamente en detrimento de otros, no
puramente proporcional a los votos obtenidos por las candidaturas y que
favorece camarillas y minorías que obtienen altos réditos sólo por ser
necesitados para las mayorías. Y todo ello, en oligarquía de partidos, lo cual
conlleva unas mayorías bipartidistas muy poco democráticas y preocupantes. Las
mayorías no son malas, en democracia; siempre que las conformen el ciudadano
que no obvia partidos, sino que decide en última instancia quien debe gobernar con
esa mayoría. Lo que no es democrático es el chalaneo que también se vislumbra
en Catalunya por supuesto: pactos obviando a mayorías y a muchos partidos
representativos que no entran entre la quiniela del poder sin que podamos
proponer al poder, elegirlo o echarlo su fuera menester. Y Arrimadas si se presenta
o no me da lo mismo. Es más, no por ello, ni ahora ni nunca, salvo que pacte
con podemitas, traidores racistas del PSC, nacionalistas moderados o un PP que
ha echado a patadas a Rajoy, sólo por hoy hacer gala de posibilidades, la próxima,
se verá del mismo modo en la misma imposibilidad real de ser investida President.
El Estado de Partidos, repartiendo refrendos de votos, ha creado un
bipartidismo en Catalunya y ello es nefasto, con o sin Arrimadas. No estamos
para jugar y experimentar con la democracia tan necesaria para España sin estos
indignos partidos políticos.
Ya ven ustedes, como
muestra, un PSOE hundido, que jamás reconocerá que se equivocó buscando y
pactando con radicales para intercambiar poder y dinero, y que ahora su enemigo es el PP y contra el que
debe combatir por el sorpasso de Ciudadanos. O Arrimadas que sigue buscando encuentros con En Comú o con
quien se cuadre y que no se adentra más porque aspira a ganar en el Estado, pidiendo
definiciones a esta ultraizquierda (¿qué le importan a ella?) o peleándose mutuamente con un PP que sólo tiene
que ofrecer promesas mentirosas de salarios mínimos, denigrar a Ciudadanos y
censurar la Red como unos comunistas recalcitrantes y, todos, con unos
nacionalistas con mayoría que andan a leches entre ellos porque tienen más
votos que yo. Democracia es lo que hay que demandar. ¿Alguien piensa que este sistema puede traer representatividad, acuerdos, democracia, gestión y solución a nuestros graves problemas estructurales, sociales, políticos y económicos?
Mira no soy nacionalista. Pero Arrimadas pidió elecciones para mostrar su fuerza cara a España como dices muy bien tu. Se la suda mi país y es otra embustera más. Es evidente que no podría ganar. MUY MUY BUEN ARTÍCULO
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