¡Ya puede ponerse las pila Mario Díez! Porque, y tan sólo escuchando su versión ante la prensa y el tono melancólico que ha usado, en la comunicación del resumen del inicio del juicio contra Kote Cabezudo, deprime al más optimista. No era para mucho más. Se veía llegar y se escuchaba venir. El juzgado no es la red y sus arengas o sermones mesiánicos. Lo sé por triste experiencia personal cómo se inventan barbaridades sin ton ni son para intereses nada claros. Pero los juzgados son lugares severos y muy serios. Frustrado, se ha dado cuenta de que, tras el aparente apoyo en la Red multitudinario, parece claro ahora, apenas hay gente que le secunda.
Comenzó esta mañana a puerta cerrada el Caso Kote Cabezudo. Suponía era
un magistrado quien lo llevaba, Julián García Marcos, sin embargo ha sido una
magistrada que ha decidido se desarrollara el juicio “a puerta cerrada” en el
Juzgado de lo Penal número 1 de San Sebastián. La razón es porque el haber
celebrado la sesión de manera pública hubiera supuesto una
"revictimización" de la perjudicada. Algo que no compartimos los que
creemos que la justicia debe ser abierta y oreada. Además, en este caso, como
en otros, la revictimización o sufrimiento añadido, puestos a ello, se da en
cualquier juicio abierto al público. Es que incluso, la revictimización, en
este caso, no se da porque la supuesta víctima de esta mañana no ha sido víctima
en más de dos momentos de su vida. Hoy es presunta víctima y carece de esa
vulnerabilidad de quien sí padeció un delito y se encuentra “tocada” bajo un
hecho traumático que da lugar a genuinos complejos de culpa, como la propia
atribución de la responsabilidad o autoculpabilización. Queremos conocer ¿Qué
sucede en el juicio? Pero a puerta abierta.
Hoy el inicio ha sido muy flojo, decepcionante, porque como me temía se
estaban inflando cualitativamente la gravedad de las acusaciones primeras contra Kote Cabezudo. Dicen ahora que el asunto y grueso principal contra Kote llegará
tras el verano, por supuestos abusos sexuales, amenazas, pornografía infantil, corrupción de menores, injurias, violaciones, cuando la instrucción se cierre. Un sumario con 24 tomos y al
que siguen llegando algunos oficios que
se han girado por parte del juzgado y algunas periciales que están pendientes.
Se están juzgando, y la de hoy es la primera, tres piezas separadas de
la causa principal sobre las que ya se ha finalizado la instrucción. Y nos
hemos llevado alguna sorpresa aunque no tanto. Ha sido un inicio triste,
desangelado, con poquísimos apoyos. Es un caso que no ha sabido adosar mucha
solidaridad y no porque no lo merezca sino porque, desde la Red que lo lleva,
están plagando de acusaciones y difamaciones enormes a personas y periodistas
que no quieren llamar a nadie “violador” porque lo digan ellos o corruptos a
jueces. Para estas personas, que están desvirtuando el asunto y lanzando
acusaciones gravísimas contra políticos, prensa, jueces, ciudadanos, instituciones,
a las que se han añadido grupos exaltados, alguno feminista recientemente
llegado y muy subvencionado por el gobierno vasco, para ellas, esas personas y
grupos, muchos de nosotros que queremos conocer qué sucedió pero sin difamar a
nadie, somos casi colaboradores de Kote Cabezudo; casi violamos como dicen de
él y le defendemos a capa y espada porque somos como él y hasta queremos la
muerte del abogado. Así no se concitan amigos ni apoyos y menos de la prensa. Y hoy la respuesta ha
sido un fracaso. Apenas quince personas. Un abogado cabizcaído ha dado una
pequeña rueda de prensa y ha partido con los hombros apesadumbrados. Ellos, los de la Red, politizando el caso, injuriando, han cavado esta decepción o inapetencia, falta
de credibilidad, casi desconocimiento, han esparcido una falta de información
veraz que se brinda sobre este caso y han desinteresado a la gente. No
se puede condenar a nadie porque lo digo yo y mucho menos insultar a la prensa
o definirla como gentuza o colaboradora de ningún delito de satisfacer nuestras
depravaciones. Con esta gente ni a por una herencia. Vamos por partes.
Hoy, a raíz del juicio, hemos recibido con sorpresa la información de
lo que, tanto en su cualificación como penalmente, conllevan esas otras dos piezas
separadas de la causa principal que restan aún por juzgar. Se nos vendía esto,
queriéndonos involucrar en espantosos delitos, como inmensos engaños con dolo y
ánimo de lucro que conllevarían penas enormes, tal como se nos presentaba en
Kote Cabezudo, como el de "estafa procesal" y el de "falsedad
documental". Inmensos engaños con gravosas acciones penadas hasta con
mínimo de seis años de cárcel, o alterar documentos mercantiles u oficiales
penado hasta con tres o más años. No voy a justificar este supuesto
comportamiento de darse en Kote Cabezudo, pero se ha inflado la apariencia de
trascendencia y solemnidad de estas acusaciones; se vendían como que Kote era
un gran estafador y un falsificador delincuente de lo más repudiable, que
merecía una larga cárcel sin misericordia. El mismo Diario de Melchor
Miralles apostillaba con contundencia estas acusaciones, enfatizándolas, dando
a entender nos encontrábamos supuestamente ante un delincuente muy peligroso.
Pues resulta que el fiscal rebaja la pena pedida por el abogado de la defensa,
en el caso de “falsedad documental”, de cuatro años, a nueve meses. Es un
fracaso para el abogado, le reducen la importancia de la denuncia en 82%. Se
trata supuestamente que Kote "falseaba los contratos" para que sus
modelos "parecieran mayores de edad en la fecha del contrato". Algo
que tendrán que demostrar. Si se me permite una opinión, los contratos van por
doble, las copias que reciben empresa y trabajador no debían encajar por lo
denunciado y en Trabajo y en Seguridad Social tampoco coincidirían las fechas
de nacimiento. Sobre el otro asunto o pieza que llegará, un presunto delito
estafa procesal en grado de tentativa, en la medida en que, según el abogado,
Kote Cabezudo, presuntamente, trató de acceder a los servidores en los que se
encontraba el material de la causa principal presuntamente "con el ánimo
de destruir pruebas y eliminarlas". Tendrá que demostrarse; se le pide por
ello 8 meses. En resumen, y antes de entrar en el juicio de esta mañana, por
estos dos supuestos delitos, vendidos como casi de sujeto de alta peligrosidad
social, le podrían caer 17 meses por petición de abogado o fiscal. ¿Qué se está
vendiendo aquí?
Esta mañana aún lo hemos visto menos claro. Pocas explicaciones ha dado
el abogado. Algo que me ha chocado es cuando se ha dicho que Kote Cabezudo, ha
negado “la mayor”. Por supuesto, al margen del posible delito supuesto que
pudiera haber cometido, él, se ha escapado de modo casi irrefutablemente sagaz,
de un modo muy sencillo. Es una palabra contra la otra. Se le juzgaba por
publicar presuntamente una fotografía de una mujer desnuda en una red social el
día después de que ésta decidiera personarse en la causa principal que se sigue
en contra del fotógrafo en el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital
guipuzcoana. La antigua Juez Ana Isabel Pérez Asenjo ya tuvo el caso y a ese
respecto manifestó que la foto había sido ya publicada y que no constituía
delito. ¿Se publicó esa foto antes? Sabemos que se hizo cuando esta mujer era
menor de edad. ¿Se denunció?
El abogado había demandado cuatro años y ocho meses de reclusión para
el fotógrafo al entender que la publicación de esta foto en la citada red
social es constitutiva de un delito de obstrucción a la justicia en concurso
con otros delitos de coacciones y contra la intimidad. Sin embargo se ha
escapado Kote. ¿Cómo? Reconociendo el hecho y hablando de coincidencia en el
tiempo. ¿Cómo demostrar lo contrario? Subyacerá la foto y el posible perjuicio
personal doloso a la supuesta víctimas, pero no habría intención de obstrucción,
delito de coacciones porque todo fue fruto de una caprichosa casualidad, una coincidencia en el tiempo al colgar
en la red imágenes de una mujer desnuda al día siguiente de que ésta se
personara en su contra. ¿Cómo se demuestra la mala fe de Cabezudo? Es un tema
muy delicado, muy ambiguo, casi cogido por pinzas. ¿Cómo se muestran pruebas de
que la actitud de Cabezudo era obstruccionista? Me parece de mucha fantasía
acudir a un tribunal con un argumento
tan peregrino, indemostrable, sobre que, este acto de la foto subida, era “un
claro acto de coacción a la víctima”; sobre todo de darle un aviso: “tengo
material tuyo tú verás lo que haces”. Puede ser pero… ¿Cómo se demuestra? Y
sobre esas redes que acusan a Pérez Asenjo de haber filtrado a Kote Cabezudo la
identidad de esta víctima, hace muy mal el abogado en callarse porque ello hay
que demostrarlo. ¿O él está de acuerdo con esta versión? De hecho la juez ha demandado al abogado.
Nos ha faltado información desde los propios abogados de Kote Cabezudo.
Y seguimos desconfiando del abogado de las víctimas. Los tribunales y los
juzgados no son lugares para arengar sobre que “yo conozco y sé y hay por otra
parte, que el número de afectadas por los actos de Kote Cabezudo puede superar
al medio centenar en un intervalo temporal" que, según ha comentado, abarca
desde 1988 hasta la actualidad, si bien algunas de ellas "no están dispuestas a
pasar por el trance judicial”. Es que todo esto, sin pruebas y sin
denuncias de supuestas víctimas, no es
nada. Puede haber 50 0 500 víctimas, dicho así en la puerta de un juzgado. Este abogado
yerra en muchos puntos. Busca denuncias y ello puede entroncar con lo que Kote
acusa de “complot” como estrategia de la defensa. Es un tema muy a respetar, llamar
a una supuesta víctima a que denuncie aunque haya prescrito el delito desde el año
1988, porque siente necesidad, aunque ya no fuera posible la reparación. Que un
abogado ponga necesidad en una víctima es mucho decir, es hablar por encima de
ella que es mayor de edad y muy respetable su decisión y sabe lo que quiere
hacer y decir. Indudablemente se busca la extensión del conflicto, publicidad
desaforada, a través de pobres personas que, posiblemente, no quieren volver
los ojos hacia atrás. Y además es que este abogado, enfrentado al Ministerio
Público en un tema de prescripción, está ideologizando para hablar de la
prescripción de los delitos, que no deberían prescribir los abusos ya que las
víctimas sufrían amenazas y había material que era un freno para denunciar. ¿Persisten
las amenazas?
De momento no ha sido fácil para el abogado esta primera vista. Y que
recuerde este abogado que entre los que le apoyan, y flaco favor hacen creo yo,
hay algunos que llaman “violador nato” y “corruptor de menores” a Kote. De momento las
expectativas de “"estafa procesal" y el de "falsedad
documental" han quedado muy por debajo de lo que prometían.
Lo que me sorprende es la poca gente que ha ido. Tampoco me extraña porque este abogado ha hecho todo y más para echar a gente
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