jueves, 15 de noviembre de 2018

LOS VALEROSOS PERIODISTAS QUE DENUCIARON LA PEDERASTIA Y CRÍMENES SEXULAES:

   
Son los anónimos de esta historia. Los periodistas. Ellos, jugándose la vida, denuncian estos horrendos crímenes sexuales cometidos por las oligarquías profesional y política que corrompe nnuestro país, matando o violando a nuestros hijos e hijas. Luego, asoman oportunistas, vividores que nunca dieron o supieron dar a conocer estos desgraciados magnicidios y que ahora se llevan la pasta y a los cuales, unos lameculos hoy,  les colocan medallas.
Cuando el periodista inicia su camino, imposible lo tiene. El genio crea belleza, plasmada en el éter; el poeta, rimas, versos; el historiador, la memoria pero el periodista amarga con su presencia, denuncia para  conocimiento para la Humanidad. Y lo matan de muchas maneras y modos cobardes.


Cuando hablamos del Caso Kote Cabezudo tenemos que referirnos a los periodistas que han dado la cara en los últimos meses para que un caso que se encontraba durmiendo el sueño de los justos, apareciera en toda su denuncia y gravedad porque en cinco años, el abogado de las víctimas, ni supo darlo a conocer. Lo mismo que en su día, Antonio Herrero, muerto en circunstancias muy misteriosas en un día 2 de mayo de 1.998. Aparentemente ahogado, que yo dudo, mientras practicaba el submarinismo, su afición favorita. Él trajo informaciones muy sustanciosas sobre la relación ETA-PSOE, GAL-PSOE y sobre el caso Alcàsser que este año ha cumplido 26 años desde que vieron por última vez a Desirée, Toñi y Miriam, las niñas de Alcàsser; fue un 13 de noviembre de 1.992. Antonio murió. Pepe Navarro, otro periodista que llevó el caso a la televisión, fue desterrado de los Medios de Comunicación, y desde entonces no pisó más ningún plató de televisión, ni trabajo en algún medio de comunicación. Los padres de dos de las víctimas, Fernando García y Juan Ignacio Blanco, fueron condenados a pagar fuertes indemnizaciones y a cárcel Fernando en concreto. Mientras una asquerosa justicia, que hoy dice que está desarraigada de la vida social, les condenó a los dos a un calvario judicial que no es deseable a nadie y menos padres de víctimas torturadas y exterminadas por varios individuos. Y hace veinte  años, Juan Ignacio Blanco publicó el libro “¿Qué pasó en Alcasser?”, en el que daba todas las claves del triple asesinato y una sentencia judicial en el año 2000 decretada por un juez, ordenaba que el libro quedara secuestrado de por vida. La justicia fue de bochorno y blanqueó a los auténticos culpables.


Salieron a relucir los nombres de los supuestos auténticos culpables. Y como es de esperar en estos casos, ya veremos qué se “destapa” en Caso Kote Cabezudo si es que deja de politizarse y cambian de abogado, estaban relacionadas siete personas de altos cargos y que supuestamente participaron en este horroroso crimen. Entre los supuestos torturadores y asesinos se encontraban un médico psiquiatra; un Exdirector de un Ente Público; un productor de cine; un ginecólogo; un empresario; oligarcas de la vida política relacionada con los GAL, con el 23-F y con la rama española de la Red Gladio de la OTAN, tristemente célebre por sus atentados de falsa bandera, como Fiumicino en Roma, 1985, y el 11-M de 2004 en Madrid. Todo supuesto pero que algo habría cuando fulminaron a tantos mensajeros. Y entre todos ellos, siete nombres de los auténticos culpables, implicados en de los asesinatos y rito macabro sobre las pobres niñas de Alcàsser. Pero  hubo muchos participantes directos. Más de una docena, asistían como “voyeurs“, “mirones“, de las aberraciones. Todo esto fulminó a Antonio Herrero a través de las declaraciones de los padres de las víctima  en el programa “La Mañana de la COPE, así como en el programa  programa del “Mississippi” de Pepe Navarro, los cuales fueron condenados a pagar indemnizaciones, a las cuales se sumaron nuevas condenas de indemnización por declaraciones vertidas posteriormente, entre Mayo y Julio de 1997 en el Canal 9 de Valencia.

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En nuestro país hay muchas fosas comunes, como la hallada en Castellón, en la que la que también se encontró el cadáver de un niño. Tumbas desconocidas como la de Marta; chicos destrozados como en el bar de España; víctimas de fotógrafos pederastas y unos periodistas a los que algunas víctimas menosprecian. ¡Cuánto dolor! ¡Cuánta sinrazón! Unos y unas jóvenes que siegan de raíz con la guadaña del placer maléfico y el dinero maldito de sangre. Que fueron violadas o asesinadas. Espero salga algún día toda la verdad. Soy muy escéptico, como lo soy de igual modo en el Caso Kote Cabezudo porque se está desviando la atención. Se está ocultando la raíz coral de todos estos exterminios y violaciones de menores. Y se rodean de motivos políticos para sacar adelante proclamas de corruptos partidos que ni estaban ni se les esperaba.



2 comentarios:

  1. Maravilloso artículo y muy triste. Besos José Ignacio

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  2. Dijo que iba a dejar el caso y aquí está. Como afectado que me siento en mis carnes por toda esta red de Kote Cabezudo, y en nombre de mis amigas, que han sido víctimas de todo este tipo de abusos incluso violación de Kote Cabezudo me siento obligado a contradecir varias cosas. Cinco años de instrucción han dado para mucho, y entre tanto, sí han buscado alternativas de abogados, más cercanos geofráficamente, entre otras cosas, pero no encontraron ninguno que se lo pudieran permitir económicamente. Quisiera desmentir completamente los "intereses polícitos" que se nos achacan a todos. En absoluto este tema está "politizado" como dice usted. Los denunciantes no tenemos ningún vínculo con ningún partido. De hecho, los pocos políticos que se han mostrado mínimamente críticos con la mentira negacionista de que exista una red, han sido una política del PP y otro del PSOE, y están sido apartados de la política. Desconoce cuestiones que creo que le serían muy útiles. Aunque ya quedó claro con quién no se atreve: las tres juezas que hay encubriendo el caso. Ni si quiera se atreve a recibirnos, no vaya a ser que le mostremos pruebas y testimonios y le pongamos en una situación crítica. Es más fácil dudar de ellas, del abogado que las representa, o de los afectados que se nos manifestamos para agitar el tema.

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