lunes, 18 de diciembre de 2017

AQUELLA SONIA SIERRA NOS RECUERDA A BATASUNA


A la que exclama que “ O gobernamos ahora o la historia no nos lo perdonará”, a Sonia Sierra no le perdonamos su defensa y apoyo a Rodrigo Lanza. Y la historia tampoco lo hará a Ciudadanos si continúa en la lista cerrada.
Nadie regenera un partido ni la democracia con listas cerradas y menos con un Régimen golpista intacto. Ciudadanos lo que debe de hacer de inmediato no es pedir se retire un premio  a un manipulado documental  del que fue guionista la madre del entonces Okupa pobrecito, hoy familiar de Pinochet según interese, Rodrigo Lanza; es sacar inmediatamente de la lista a una mujer, enchufada como todos los que forman parte de las mismas listas electorales, que justificó un delito del que dijo no se había cometido, al contrario que parece ser torturaron al pobrecito inocente. O sea que la policía torturó a Rodrigo Lanza; un marginado bonachón y repleto de ilusiones al que, más injustamente aún, un juez le condenó sin justicia alguna por dejar tetrapléjico a un pobre guardia.


La película “La ciutat morta” presenta, como fruto de la casualidad que se lanzaran objetos desde una azotea y que una maceta en la cabeza de un guardia que no llevaba casco y que quedó tetrapléjico impactara dejándolo en estado vegetativo persistente. El juicio que condenó a tres personas, lo negaron en su individualidad y lo convirtieron en genérico; se trataba de tres sudamericanos en prisión durante dos años, sin juicio justo, torturados y presentados con pruebas manipuladas que habían pagado por nada; cuestión racista porque nadie aclaró lo que sucedió. Eran enemigos genéricos prefabricados por la prensa y autoridades catalanas, cabezas de turco de la búsqueda de inocentes disidentes anti-sistema, enemigos declarados de la “ordenanza del civismo” que protegía a una ciudad modélica en los dos mil.


Una persona que escribió defendiendo a Lanza no puede ir en alguna lista de un partido democrático. Ni tampoco quien le ha colocado en ella. Es lo que tiene el sistema de dictadura de partidos en España; te colocan auténticos indeseables y con tu refrendo, va su inclusión en el parlamento. Nadie les conoce y el poder no depende de un votante, sólo del puesto de la lista. Sólo con que seas el favorito de un oligarca, ya lo tienes trepado y conseguido. Diga lo que cuente Sonia Sierra, este artículo, no es defender para lana a los cuerpos de Seguridad del estado. Parece un artículo de la ETA.
 Da lo mismo que quien forme parte de la lista sea un imbécil ciego que no ve o forma parte de un partido que apoya estas descalificaciones a la justicia. Porque, el partido, aún la mantiene, luego algo defenderá en esta señora. Es triste pero por esta ley electoral, gentes como Sonia arrepentidas hoy dice, si no salen de la lista, pueden defender mañana a cualquier delincuente. ¡Es inadmisible!


Por ahí se lee, comparando un periodista sus errores con la petición de dimisión que no se produjo por los mismos, que tampoco hay que pedir la dimisión de Sonia. Demagogia y ganas de que tú medio tenga una subvención de Arrimadas si gana. A un periodista, que opina, se le puede criticar en sus contradicciones; un político que aspira  a ser parlamentario de un partido de ley, jamás, se le puede encontrar entre los que apoyan la radicalidad y a la chusma. Va a ser un representante público pagado por el estado y no es de recibo democrático. Si Arrimadas y su jefe Rivera no la hacen dimitir o expulsan, son cómplices y deben irse los tres. ¡A la p…  calle! Es que su opinión se basaba en sensaciones emotivas y en un cálculo equivocado de maldad y conspiración de unas instituciones democráticas que no merecen esa falta de respeto y a las que, hoy, ni jamás, puedes representar. No me vale qu, entonces, no era del partido, y que ahora es de las buenas (que lo dudo), no es de fiar ni merece que nadie le pague un sueldo por representarle. Cuando alguien se emociona ante un reportaje así, es de ellos. Los vascos bien lo sabemos. Cuando a un condenado le detiene y lo condenan, hablar de torturas y racismo, es casi escuchar ala ETA. Cuando se justifica que no ha habido un delito juzgado, en base a que eran “sudacas, maricones, tortilleras…” epítetos que calan mucho en algunos partidos y en sus militantes y tontos útiles, creo que está muy claro. Hablar de corrupción institucional, policial y judicial (por cierto de cinco años de cárcel, sólo cumplió dos), merece militar la tal Sonia en otro sitio. Yo no creo en las reconversiones. Ni que alguien, hace tres años pensara de este modo, suponiendo torturas e insultos racistas a unos “pobres” okupas inocentes víctimas de su pelea por otra sociedad más justa. Por cierto, lo de “sudaca de mierda”, es el mismo argumento coartada que se ha esgrimido hoy como descargo del horroroso crimen a Laínez.


No me fío de Sonia Sierra ni realmente de Ciudadanos y Arrimadas. Pueden dar la puñalada trapera  a sus votantes. El poder es muy goloso y por llegar a él. Se pacta con quien sea. Tienen muchos guiños al catalanismo; a la mejora de la financiación autonómica de Catalunya, el pastel prometido por Rajoy y a repartirse los próximos gobernantes; aproximaciones interesadas al electorado de la antigua Unió y a Convergència; al corredor del Mediterráneo y en ellos se observa una idea de reconstruir otro catalanismo y usando del voto moderado de aquellos otros catalanes pero dentro del propio sistema nacionalista. No me fío de Ciudadanos. Busca atajos, tiene mucha prisa por llegar al poder y, ello, ahora, con el Régimen protegido por Rajoy y el PSOE, tiene una mala solución para los que desean llegar al poder por sus méritos y convicción no nacionalista. Pedir hoy elecciones urgentes es pensar en colaborar con el nacionalismo o dárselo todo de nuevo. Nadie va a apaciguar a los nacionalistas y Arrimadas lo sabe; como conoce que no va a gobernar, salvo pactos que ahora niega. No me fío.




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