martes, 26 de diciembre de 2017

CRÓNICAS MUTANTES: LOS PACTOS DE LOBOS EN CATALUNYA


No se puede dejar sin segunda vuelta a un país y que sean estos oligarcas políticos vende patrias quienes alcancen acuerdos o desacuerdos desde los aparatos de sus partidos corruptos tras un referéndum de listas cerradas. Es la puerta directa que lleva desde le chanchullo hasta la corrupción. Con este sistema y consenso es imposible gestionar o resolver los graves problemas que acucian a España.


Lo dijimos hace unos días: Rajoy y Soraya debían de ser expulsados del PP. Antes que dimitir sus cargos, debían proponer la salida de estos enterradores del PP. Son un peligro. Su reacción, tras su debacle electoral en las elecciones en Catalunya, así como la de pelotines de baja estopa como Fernando Martínez- Maillo, es la tumba de ese partido que ya no representa a la derecha, a los liberales, a los que se sienten perseguidos por sediciosos y buscan una situación de Estado y Constitución, sólo a buscar unos votos del miedo entre gente que se aferra a él porque está desamparada absolutamente ante los ultra izquierdosos y sediciosos, delincuentes y ralea que ve recompensado su delito mientras el pobre de a pie está sojuzgado.
El enemigo del PP no es Ciudadanos, es él mismo y su servicio únicamente al aparato del partido, como el PSOE. Es descarado, el PP y el PSOE sólo se sirven a sí mismos y a sus intereses electorales. En estos días, tras el revés electoral, del que sólo son responsables ellos mismos, resulta más evidenciado que nunca. Queda ya meridiano que los partidos constitucionalistas son incompatibles para algún pacto contra la sedición, indisolubles para alcanzar una mayoría aunque las cifras la otorgaran. Pero ninguno de los tres, incluido Cuidadanos, ahora rehén de próximas elecciones en el estado y que teme meter la pezuña, pero no es nada de fiar tampoco.


Los reproches del PP a Ciudadanos no sólo carecen de base sino de lógica. Con cuatro diputados no suman. Es que parece ser que, en el PP, algunos, no se enteraban de la quiebra que venía y del fracaso estrepitoso que amenazaba a un partido que convocó elecciones con todo el aparato político, social y mediático al servicio del golpismo. Con muchos responsables en la calle y otros en el exilio revaluados por una población que, cuanto más eran ridiculizados desde la prensa pepera y vividora, más crecían en expectativa de voto, caso Puigdemont. Los votantes no se lo han perdonado al PP; estaban convencidos que habían pactado con el golpismo y que, cuando menos, era un modo de declarar un NO-155 para llegar a unas elecciones y no aplicar la ley, disolver al Régimen en un tiempo prudencial, encarcelar a todos, quitarles de un plumazo las subvenciones, mamandurrias y publicidad, retirar el poder mediático de TV3, disolver a los mossos, que el gobierno gobernara en Catalunya y no dejar escapar a los jefes de la banda. Ni el PP, PSC y Ciudadanos se van a entender jamás. Aunque el tema tiene otras aristas más truculentas por parte de todos los partidos. Tiene que ver con ambiciones y traiciones de los partidos constitucionalistas y con pactos e intereses entre Rajoy, Junqueras, Ciudadanos e Icetones.


Es muy lamentable lo que esta ley electoral y de consensos brinda como ninguna solución democrática al final y como sí chanchullo para buscarse un hueco en el poder y repartirse el dinero. Rajoy tenía pactado con Sánchez y Junqueras: el CUPO, la Hacienda Catalana, Catalunya como nación, representación en organismos internacionales, garantizar pensiones sine die para esa Autonomía, un indulto general, con un montante al año de unos 60.000 millones de euros. Y ello no es posible ya. ¿Por qué? Porque los súbditos han dado la espalda al PP y al PSC y no agregan mayoría. Y Ciudadanos con ERC podrían tener mayoría pero no se deciden. Además que los nacionalistas no son nada de fiar.


 Por un lado es lógico que, Ciudadanos, no busque una mayoría, inencontrable con quien tampoco adiciona una mayoría. Es imposible que Arrimadas forme gobierno; no sólo con el PP o PSC sino tampoco a quien no hace ascos, a los de En Comú Podem. A arrimadas no le sirve para nada su triunfo, ni hoy ni jamás. La mayoría será siempre de los que han gobernado casi de toda la vida, de las fuerzas independentistas; ellas marcan la política y más tras un mes y medio de oxígeno que les ha dado a la hora de la verdad todos los partidos del arco constitucional: PP y PSOE, pactando y Ciudadanos, deseando una elecciones exprés para destacar yo y poco más.


Por lo que sea, Ciudadanos, no desea abrir la puerta del consenso que acaricia el derrotado PP: Junqueras. Rajoy todo lo apostó a él. Sabía que no iba a alcanzar algún acuerdo pero sí en la sombra bendecir un  gobierno entre Ciudadanos o PSOE, con Junqueras. El derrotado PP buscaba entre las disensiones que se producirían entre Puigdemont y Junqueras (tenía asegurado salir de la cárcel si alcanzaba un pacto) pero el triunfo del expresident le ha cerrado muchos caminos a la traición que preparaba Rajoy. Cualquier escenario les vale a estos políticos para aplicar el consenso tras los comicios de listas cerradas. Además que tampoco Arrimadas es nada de fiar. No va a formar desde un segundo plano, con Junqueras, un gobierno cuando ha ganado las elecciones y le puede restar votos para su “asalto” a Madrid. Y gobierno alternativo al independentismo, como pedía el inepto de Rafael Hernando, es imposible. Además que el desvergonzado de Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos, secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, se ha destapado hoy con algo clamorosamente basuriento: mandar a Catalunya En Comú Podem, incidiendo que si se avienen a pactar con el bloque constitucional, estarían “encantados” en Ciudadanos. No haciendo ascos a otros partidos para liderar un gobierno. Creo que está todo comentado.


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