sábado, 20 de febrero de 2016

"CRIMSON PEAK" EL BUEN CINE QUE SE VE EN FRANCIA


¡Que tristes están los fantasmas y cómo lloran! Ayer en Hendaye la gente jóven en su mayoría aplaudió al final este file. Ello es muy interesante.
En este filme de Guillermo del Toro están referenciados los mejores momentos que ha habido no sólo en el cine de terror, aunque sí preferentemente, sino de otros géneros y de grandes directores, construidos aquí  de modo impecable e inquietante. Con una perfecta fotografía, en digital, pero no deja de traer una copia reinventada de aquellos maravillosos filmes. Los exteriores tenebrosos de la casa son de "Ciudadano Kane". Esa casa encantada  bebe de Robert Wise, de "El resplandor" en las profundidades de plano, por supuesto de "The Omen", de "El exorcista"; aunque se referencia con los con los muñecos diabólicos: "La huella" aquel filme perfecto de Mankiewicz; la entomología de don Luis Buñuel y hasta el baile señorial, calcado de "El gatopardo" de Visconti. O ese escarpado catillo de "El nombre de la rosa"
Lo que sí me ha gustado es que es un filme más psicológico que terrorífico y de cómo una mujer que ama es capaz de seguir a un siniestro personaje hasta el confín más terrorífico del mundo. Ella había visto a los fantasmas desde niña, pero aquellas apariciones de ectoplasmas lastimeros tenían un desvalimiento y les albergaba una melancolía que les alejaba de cualquier peligrosidad; quien sí era de mucho cuidado eran la pareja de esos dos hermanos criminales e incestuosos. La secuencia del bebé muerto que lloraba y su madre fantasma que abrazaba a su hijo, calmándole, todos víctimas de esta pareja de hermanisimos, es antológica Eso es lo que me ha gustado, ese prisma de oscuridad y gore entre secretos que se van destapando y locura asesina.
Hay momentos (cuando el amigo busca a la protagonista y acude a ese "castillo" que parece de los Cárpatos), que semeja a "Drácula", aunque aquí no hay vampiros sino seres malvados de carne y hueso que crean una irrealidad sobrenatural perfectamente explicable y muy reconocible al final del filme.



Hay que reconocer lo efectista y rotundo que es Guillermo para aportar imágenes potentes e inolvidables, rococós en este caso que ni chirrían sino que son como un lamento ampuloso. La cámara es magia y refleja oníricamente un ambiente espeluznante que, como digo, no es por los fantasmas, sino por los cerebros malignos que llevan a estas chicas a la casa y que una médium como "Edith" (Mia Wasikowska) entra en su onda ultraterrena desde donde le avisan participa con ellos de su terror, desgracia y profunda soledad, al estilo de García Márquez. 
Tal y como se plantean hoy estos filmes de fantasmas, este es rotundo, diferente y se transformará en el futuro como un pequeño clásico recuperado del cine de ayer en el hoy desértico y  a estudiar por su visión realista y cruel sobre el terror gótico como pantalla del negocio de casarse para obtener fortunas, mientras las víctimas no descansan.
Hay toda una visión de futuro, todo helado, desertizado en soledad, un acercamiento científico como el que proponía aquel filme fallido de Roland Emmerich donde la vida y el pasado queda sepultado bajo una nieve que no deja de escupir sangre. Un filme que nos ha traído mucho de aquel horror que proponía la "Hammer" británica, aunque sigo pensando que sí se trata de un homenaje, de una evidencia referencial absoluta en muchos casos aunque el director haya puesto un hiperrealismo absoluto y gratificante, y ahí está su originalidad.



Por cierto los actores acoplados al director, disciplinados en todo momento, integrados  a la perfección en este aquelarre de estafadores, Ton Hiddleston nos recuerda a Gabriel Byrne en muchos planos, miradas penetrantes y facciones duras como él, y Jessica Chastain está inmensa como la hermana manipuladora y asesina.cerebro de ese tenebroso lugar.






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