miércoles, 3 de febrero de 2016

INES, GLI AMORI CHE SONO IL FUOCO






Los mejores amores, los más arriesgados y peligrosos. ¡Menuda secuencia en ese recóndito lugar donde se aclara nos amores que más daño hacen! La pasión elocuente sobre los silencios que se pueden establecer para salvar una relación que peligra de ser descubierta, en Fariba y Francisco, unido a la capacidad interpretativa mínima de un sólo gesto que lo dice todo como conclusión a lo visto en Mario Zorrilla, elaboran una conmovedora escena que, como todo lo mejor de la vida, puede empezara tener probables desde ese momento. Un momento de amor que parece que no acaba de decirnos nada que no sepamos pero que lo manifiesta todo sobre los mejores amores y más crueles, los que no carecen de explicación y futuro porque ya hasta en el presente resultan casi imposibles, por su incomunicabilidad y su asfixia sin libertad.


Es una buena historia de amor pero le han cogido un filo a Fariba que no me lo explico. De hecho, es la casi única historia de amor pasional que desborda y sufre de todas, como fueron aquellas otras míticas en PV. Una historia muy bien interpretada sobre turbulencias latentes como las hay en toda historia de amor, de sacrifico para salvar a esa relación de suponer el aniquilamiento de la misma si se descubre su interrelación, infectando toda la relación si se entera una cacique sin escrúpulos que ya le ha puesto las monedas en "Inés", ardid truculento y chantajista para conocer la verdad de sus intenciones que tanto hacen sospechar a "Francisca".



Un actriz Fariba, nacida en Gernika y de madre donostiarra, y muy resuelta, que siempre apoyo. Una áspera heroína criada abocada a padecer el ocultamiento de su amor y a recibir desprecios, un gris mundo que es lo único que puede escoger como realidad sobre cómo asumir la existencia de su amor, trasladando todas sus fantasías de enamorada al silencio transformando toda la relación en una imposible fantasía perversa, dramáticamente absorbente y canallesca donde ya no sabe si es amor o sadismo a lo que la somete "Bosco", el amor caníbal que te come para que no te engullan los demás.





Duelo entre dos buenas actrices con al presencia de "Leonor" que es toda una señora de la pantalla y lo está demostrando como esa amargada mujer que fue plantada en la iglesia. Con una "Aurora" metida a detective privado a la búsqueda de algo enigmático, atroz y explicable que le sucedió a la doctora, pero a diferencia de detectives famosos, que se lo trabajaban desde el conocimiento de la psicología huma, ella, "Aurora", lo hará a través de al deducción de un razonamiento lógico desde la confraternización con la catedrática.


SPELLBOUND




Benjamín Zafra, "El Cid", en este sueño, es un guionista y escritor que ha versionado "El secreto de Puente Viejo" en novela, y que  ha protagonizado esta tarde conjuntamente con Enric del "Ancien Régime", un remake carpetovetónico del "Recuerda" de Hitchcock. Ha sido muy original. Estirando la situación hasta lo risible, homenajeando al mundo del doblaje,desmitificando al gallardo caballero fornido y con la espada dando, saltándose la lógica del paso del tiempo, burlándose de los héroes mitificados (esta secuencia hace 50 años hubiera sido censurada), incoherente y fantástica secuencia, saltándose a la torera toda reverencia del modo extravagante, más absurdo e hilarante. Freud, surrealismo y cachondeo y mucho mariposeo. Onirismo de chunga y choteo y más pitorreo con la sexualidad confusa del "Mio Cid". Desde luego no es la varonil voz de Rafael Navarro cuando le puso una fantástica interpretación a Charlton Heston en "El Cid", pero es que los tiempos cambian y los héroes no resisten al paso de las décadas y cada uno se ríe hoy con sus tonterías frente a la solemnidad de otras épocas.


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