En el Caso Kote Cabezudo hubo violaciones, se ve en los vídeos con menores que eran filmados por Kote, el fotógrafo. Lo hizo durante muchos años y durmió en los juzgados de San Sebastián durante cinco años. En una tierra en la que algunos gritan por sus derechos pero que olvida los derechos de otros muchos más conculcados. Hoy Donostia está que no sale del pasmo y se pregunta sobre si pudo ocurrir y sobre quienes participaron. Un hombre muy valiente, Mario Díez, se hizo cargo del caso. No es de San Sebastián y las víctimas acudieron a él. Para mayor curiosidad defiende a unas y unos menores en su día, cuyos vídeos, en los que aparecían siendo violados, no eran obligados a quitarse de Internet y sí el que se hizo viral, que él colocó en la Red denunciando el caso y el olvido. Se quería seguir impidiendo en que Kote acabara en la cárcel y se abrieran diligencias contra sus cómplices pedófilos y basura. Ellas son nuestras víctimas hermanas.
El abogado de las víctimas del Caso Kote Cabezudo no ceja, ha vuelto a
presentar otra querella por otros nueve delitos de prevaricación contra la
jueza que llevó el caso durante cinco años: Ana Isabel Pérez Asenjo. Fue apartada
de este escabroso caso bajo acusaciones de prevaricación y el TSJPV rechazó las
acusaciones y la desimputó. Según el Tribunal respondía que no se puede
entender como prevaricación la “falta de acierto de la instructora”; durante 5
años tuvo un comportamiento para mí nada deseable. Que “por irregulares, erróneas
o desacertadas que resulten, no merecen, sin embargo, calificarse de injustas”.
Habló la ley.
Parece ser que mantener en la calle a una persona con semejantes
cargos; pedir un informe de credibilidad sobre una víctima; la intervención del
teléfono; la adhesión de un GPS en su vehículo o solicitar a la policía la
copia de conversaciones intervenidas de una víctima, es un control oportuno. Y
sobre las conversaciones que mantuvieron la víctima y su letrado, captadas y
pedidas por ella, no formaron parte de un atestado, apareciendo las mismas. O
sea que esta señora controlaba las llamadas telefónicas entre Mario y la
persona víctima. Y mientras tanto Kote Cabezudo en la calle, en un proceso
judicial por la presunta comisión de delitos contra la libertad sexual y
pornografía infantil sobre varias modelos, algunas de ellas menores de edad; investigado
por presuntos delitos de violación, estafa, revelación de secretos, injurias,
amenazas, abusos sexuales, producción y difusión de pornografía infantil y
corrupción de menores. ¡Tremendo!
Y saben a lo que se reduce todo según la Sala del Tribunal Justicia: al
olvido u error de la magistrada. Con dos votos discrepantes que se preguntaba
sobre lo que daba por cierto para que se apreciara error u olvido. Incluso este
escandaloso comportamiento de la juez Asenjo está saltando a la prensa
donostiarra. No hay forma humana
razonable de justificar veinte desaciertos, veinte resoluciones no ajustadas a
derecho, como carentes de intención cuando todas ellas yerran en una misma
dirección”; “error u olvido” de una magistrada, que reconoce en su recurso de
súplica que leyó “por encima y en diagonal” el escrito de la acusación
particular. No me diga más. No tenía ninguna intención de encarcelar a Kote
Cabezudo. ¿Cómo se puede llamar “error u olvido” pinchar el teléfono de una
víctima denunciante, así como el GPS adosado a su vehículo? Poco importa si las
conversaciones privadas se airearan o no en un atestado.
Ni a Garzón le permitieron semejante barbaridad judicial que vulnera y
restringe el derecho de defensa de la víctima. Si hacerlo con un implicado es
grave con un implicado, como Garzón con las escuchas del Gürtel, por lo que fue
inhabilitado por 11 años, mucho más repugnante es hacerlo con una víctima
denunciante por violación. Solamente se puede actuar de este modo en casos sobre terrorismo. Y la Sala del tribunal apoya esto y le resta
importancia por usar de una práctica que en la historia y en los tiempos
actuales solo se encuentran en los regímenes totalitarios en los que todo se
considera válido para obtener la información que interesa, o se supone que
interesa, al juez, prescindiendo de las mínimas garantías efectivas para una
víctima, dejando vacías de contenido las actuaciones constitucionales y legales
sobre una denuncia. Garzón fue acusado de prevaricación, como Asenjo; desimputada
y rehabilitada luego por el Tribunal. Esto sucede en San Sebastián.
Asenjo con su actuación pudo favorecer a Kote Cabezudo. ¿Para qué deseaba conocer
los movimientos y las conversaciones de la víctima? Transformó a la denunciante
en supuesta culpable. Para mí destruyó el derecho de la víctima a la justicia,
carente además de cabida en la Constitución. Y la explicación de la Sala y el leer
por encima y en diagonal, sin mayor razonamiento explicativo de este comportamiento
propio de los países del telón de Acero, causa un daño injustificado y
difícilmente reparable en los derechos de la víctima a buscar justicia y, en su
medida, en los derechos del letrado afectado al que grabaron. Por este sistema
se puede llegar incluso a detener a la víctima o a acusarla de algo que exonere
y reste responsabilidad a Kote. Esta señora juez vulneró el derecho de la
confidencialidad de la víctima con el abogado. Para mí es reprobable el comportamiento
de Asenjo en el ejercicio del poder judicial.
Dice el Tribunal que no se usó esa información. ¡Sólo faltaba! Que se
admita por escrito prácticas que a día de hoy solo se encuentran en regímenes
totalitarios en los que todo se considera válido para obtener la información
que interesa, o se supone que interesa al poder judicial, prescindiendo de las
mínimas garantías para los ciudadanos y mucho más grave sin son víctimas que
denuncian. ¿A esto se dedica la policía? ¿A grabar a víctimas de Kote Cabezudo?
Resulta que denuncias y te pinchan el teléfono. Esta señora debe ser
inhabilitada de inmediato. ¿Para que quería Asenjo esa información de GPS? ¿Qué
tipo de “control oportuno” es este? ¿Por qué no mandaba quitar los videos de
Kote que han seguido en la Red durante años?
Hoy saltaba la noticia: otra nueva querella por otros nueve delitos de
prevaricación contra Asenjo. Su caso acabará en Europa. Habrá un recurso ante
el Constitucional para llevar a Asenjo a Estrasburgo. De todos modos, las
víctimas respiran aliviadas porque parece ser que no volverá retomar el caso.
Tengo el corazón en un puño pensando lo que les harían a estos chicos y chicas menores.
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