Al gobierno golpista le da todo lo mismo con tal de mantenerse en el poder. Su voracidad es absoluta. En este caso no podemos acusar a los españoles de haberle llevado al poder. Él mismo, ayudado por Rajoy, se hizo con el gobierno consensuado entre vividores sin escrúpulos. Y va a costar que vuelvan a haber elecciones. No es descabellado pensarlo porque a sí mismos se denominan los justicieros por fin de un país que necesitaba desde el 1939 esta solución revolucionaria, del cambio que se dice ahora. ¿En qué consiste el cambio? En meter en la cárcel a los que no opinen como ellos; aparcar por mucho tiempo que vuelvan las elecciones (que tampoco son gran cosa, la verdad); subir impuestos a todo que se mueva y acrecentar la deuda pública; no preocuparse por el déficit ya que hay mucho de lo que apropiarse y para bastantes de la manada; gastar mucho más; enchufar a todo ese lastre de vividores que tienen (hoy nos hemos enterado de que el golpista Sánchez, como ejemplo del golfo gobierno del cambio, ha colocado a su exjefe de gabinete para presidir Correos, con 200.000 euros de sueldo) y desequilibrar absolutamente la relación entre gastos e ingresos del Estado, penalizando al consumidor, a las empresas, a los autónomos y lastrando la recuperación económica. O séase: la suspensión de pagos un día no muy lejano.
Estos zangarrones prevén un incremento de la deuda pública equivalente
a 23. 400 millones de euros y todo el golpe ha sido eso: saquear el país, entre
circo y Memoria histórica, para no marcharse nunca del poder, como Maduro.
La manirrota y voraz Montero, siempre mirando para los bolsillos de la
PSOE, ha tenido la jugosa ocurrencia de implantar un elevado impuesto de
Sucesiones, fijo para toda España, acabando así con la sana competencia a la
baja que se estaba produciendo entre las distintas administraciones autonomías.
Eso será ya el fin de muchas familias que verán como la casa de su fallecido
pasará a manos de un sociolisto, inmigrante o indocumentado, manteniendo las
arcas a ese partido desvergonzado que sería preciso ilegalizar: la PSOE.
Para estos sin escrúpulos, el muerto paga; los herederos asumen tras
haber ya pagado por un bien durante muchos años. Sádicos socialistas que
castigan en más de dos veces por un mismo débito, tragándose la hacienda dos y
más veces sobre ese bien tan sudado alcanzado por personas humildes durante una
vida de sacrificios. ¡No tienen vergüenza! Siempre mordiendo al humilde,
robando al pobre, saqueando al parado, humillando al pensionista y colocándose
ellos de puta medre con la miseria de los demás.
Con la cruel PSOE la gente debe renunciar a su herencia y se la quedan
ellos. Están tan enfebrecidos de saquear a todas las comunidades que, en su
delirio, invaden competencias de otras comunidades autónomas. Aunque es tan
aberrante el sistema de autonomías facinerosas que todo lo que sea subir
impuestos y armonizar fiscalmente los territorios, todo lo que sea sangrar a
los pobres trabajadores, les parece estupendo. Son todos muy reivindicativos
menos para ponerse de acuerdo y castigar las herencias. Con este sistema de
partidos corruptos no piense nadie que se da en autonomías algún margen de
libertad, de autonomía y de
competencia fiscal. Se han quedado sin los “pelotazos” del suelo y ahora estos
malnacidos quieren implantar un Régimen de averno fiscal, sin libertad y
competencia. Y son todos los mismos. Da igual del PP, PSOE, Ciuadadnos, PNV,
catalanes y bildutarras, igualicos igualicos que sus abuelicos de la Guerra; un
engendro antidemocrático, creado por los franquistas y los nuevos vividores, en
los tiempos de la Transición
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