jueves, 13 de diciembre de 2018

EL VIZCONDE DE GALAPAGAR PECADOR DE LA PRADERA


El vizconde dice que "no comparto". Por lo que dijo él. Pero si lo dijo... ¿Cómo no lo va a compartir? Ya nadie cree a estos usurpadores de la libertad política y democracia de la casta castosa de España. ¡Mal le debe ir a Podemos y al embaucador Pablo Iglesias para abjurar de sus orígenes venezolanos chavistas y hasta llegar a cuestionar su actual situación económica y política lamentablemente "nefasta"! Un poco tarde la verdad sea dicha. Por cierto, ha dejado con el pudibundo detrás al aire a tanto actor y trol que incendiaban los muros de algunos porque comentábamos que, todo Podemos y su líder palurdo, era un camelo y una vividuría más. ¿Qué ser sensato puede pensar que en Europa íbamos a ser gobernados por un cuentista que deseaba traer, imponiendo, ese Régimen de misera, Venezuela, que él ahora reconoce, a España? ¿Quien podía creer en este ser aparentemente inmaculado que, desde Grecia hasta España, iba a traer el cambio de no se qué? Un sujeto marrullero que dice desconocer hasta dónde puede llegar la financiación de su propio partido y de donde saldrían los testaferros.


A estos cara duras de políticos españoles del Estado de Partidos les va todo y casi de seguido: ser el hijo de los bolivarianos; el besabocas de Domènech y el esposo compañero; el nieto de Chávez y sobrino de un error de paralelaje sobre la situación bolivariana; mentir en el Senado con total cinismo con cara de cordero degollado como si nada; el sobrino querido de Maduro y el mamporrero de Venezuela al mismo tiempo que un santo convertido a la fe burguesa; turista en las Granadinas y moralizador contra los excesos de la derechona; el cochambroso izquierdista que un día descubrió los créditos burgueses y se compró un Txotxobolo haciéndose mezquino pequeño burgués egoista; el asesor de tiranos venezolanos que se llevó la pasta y ahora está arrepentido; el hijo putativo de una Fundación subvencionada que tampoco sabía; el heredero de testaferros iraníes; el feminista a ultranza, hoy arrepentido por querer canear el culo a Marilo; obrero sin trabajo en Caracas a la que dice no conocía en su desastre social; el reconvertido buen samaritano acongojado y en trance de apocatástasis que proclama como, Simón del desierto, su pena como pecador en la pradera por sus errores cometidos mientras en otro tiempo muy cercano, él y sus fascistas, nos insultaban a los que le indicábamos el camino por el que nació y derivó Podemos. Y sobre todo hablar mucho sobre que, con este currículo, llegaría la necesaria libertad de los pueblos. 


Esta mañana, ante el avance VOX, gracias en parte a votantes suyos, le ha llamado una "restauración al final de los tiempos", que ya el teólogo alejandrino Orígenes, del siglo II-III D.C. mencionó como lo que sucedía al final de los tiempos; todos, pecadores y no pecadores, buenos y malos, ángeles y demonios, todos serán uno con Dios. Hoy, la "equivocación" de Pablo veleidoso y juvenil, ha dado paso al bien que triunfa sobre el mal por completo reconociendo de sus errores adolescentes, incluido su rito a Satanás y todos sus demonios o representantes del mal (o sea como muchos de los lameculos que le han apoyado), y todo queda desde hoy "restaurado" en Dios, reconvertido en Bien, como al principio de los tiempos, porque si Dios ha sido el principio sólo Dios puede ser también el final. Y así, como el camaleón, cambia de chaqueta por si cuela.


Llega cuando dice hoy ya no compartir algunas de las opiniones políticas o incluso “tonterías” que manifestó en el pasado, alabando a este país y al Gobierno de Hugo Chávez. Es que resulta que por esas tonterías ha perseguido ideológicamente a muchos periodistas que le recordaban su currículo. Incluidos compañeros sectarizados  del partido. ¿Y ahora qué? ¿Crees que por eso te van a votar más? Mucho menos, porque se empieza por un caprichito burgués de cazolón, se continúa pidiendo perdón de mentirijillas y se acaba, como Viridiana, jugando al tute con tu primo amante. Y es que no cuela. Aparte de transformarse hoy en un cínico embustero sin escrúpulos y sin futuro ya en la política española, no ha sabido distinguir claramente ni el bien o el mal como merecíase. No aclara nada sobre si el bien estaba antes, cuando se emocionaba con las tropas de Chávez, al que echaba “mucho de menos”, o que Venezuela era “una referencia fundamental para los ciudadanos del sur de Europa”, o ahora cuando habla de situación nefasta que ya se daba y que no supo ver. El Bien y el Mal confundidos y que invalidan la expiación.



Su gran tentación era llegar a ser presidente de gobierno y, ahora por mucha humildad arrepentida nada creíble, inocencia candorosa y recogimiento franciscano, ha dejado colapsados a sus defensores por si caía algo. Los tontos del bote que creyeron como sonámbulos en su signo diabólico para acabar con la burguesía, enamorados de su oratoria incendiaria que se la creían, calentándose las andorgas al fuego de la rebelión, incapaces de resistirse a su pasión infernal por lo cenagoso y dictatorial. ¡Cuánto tonto hay en Podemos! En todos los partidos. Le sacaban de su cama entre cenizas ardientes que las vertían a pobres gentes asustadas por sus amenazas; hoy, este lindo Vizconde de Galapagar, sacrificando la poca credibilidad que le quedaba en la cuenta de Granadinas, se ha colocado una corona de azahar en signo de pureza política virginal. ¡Es un descojono!



Esto ya pasó en el cine muchas veces. Que tal grande expiación esgrimida hoy por el Vizconde, este testamento de últimas voluntades, este mismo nuevo rostro virtuoso esgrimido por este farsante, es y será su perdición ya pendiente y cuestionado este sujeto por amplias capas de su partido totalmente decepcionadas, al final del día es la repetición de su mismo pecado de comunista ruin y tenebroso que llegó para quedarse y que va a salir escaldado, más desde hoy. El vizconde de Galapagar, toda la vida de palurdo comunista y ahora el melón se viste de social demócrata. 


Un patán enredador, un pequeño Lenin desfasado en otro siglo, sin alguna clase, que nos insulta a todos de franquistas, a los que no pensamos como él y defendemos a los pobres venezolanos de gentuza como el aprovechategui de él, a los que desea exterminarnos, a los que creemos en valores democráticos en un país donde haya libertad política y las gentes torticeras como él no tengan cabida porque son abiertamente enemigas, transvestidos con cuernos comunistas u hojas de laurel celestiales. Está acabado este burdo comunistoide de universidad destartalada, pequeñito dictador fugaz al que Maduro ya ha cortado el grifo y cualquier día le vemos decaer, desde su edificante de hoy posición crística, en el paro y sin poder pagar su palacio principesco y cantando en el metro a ritmo loco “No nos moverán”.



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