lunes, 17 de diciembre de 2018

LAURA LUELMO, UN ASESINO MÁS PROTEGIDO DE LO QUE PARECE


Desolación en el pueblo, en las familias y ahora a esperar que las autoridades y los jueces actúen, cosa que creemos, muy complicada. Yo, es mi opinión, creo que este caso oculta algo. De hecho, la Guardia Civil, contactó con este sospechoso dos días después de la desaparición de Laura pero no lo detuvo e interrogó pese a que se encontraba fuera de su casa y en supuesto paradero desconocido. Pero no deja de ser tremendo el suponer pueda tratarse de L.M. ya que sería su segundo asesinato e intento de otro más, el de este agresor mimado por los jueces. Sería imperdonable. Nadie avisó a Laura que ese vecino era un asesino y acosador y que también tenía otro hermano asesino. Y lo que me parece extrañísimo es que se afirme que contactó la Guardia Civil con él dos días cuando, desde el mismo día en el que desapareció la profesora, L.M. se encontraba parece ser en paradero desconocido después de que hace un mes saliese de la cárcel tras cumplir pena por dos delitos. ¿Le interrogó la Guardia Civil? ¿Ese contacto como fué? ¿Qué está sucediendo aquí? Y no comprendo si dicen salió de la cárcel y desapareció ¿Cómo podía vigilar a la asesinada desde una mecedora en su casa frente a la víctima? Hay mucho enredo en esta tragedia y en la figura de L.M. Aunque no vamos a acusarle de este crimen pero existen antecedentes que aportan datos de favoritismo hacia ese asesino, acosador, que dejan en evidencia a las autoridades y a la justicia.


No voy a ser yo quien culpabilice de la muerte y asesinato de Laura a L.M, el sospechoso vecino al que buscan por la desaparición de esta profesora cuyo cadáver ha aparecido hoy hacia el mediodía en unos arbustos, boca abajo en una zona de matorrales de jaras altas cerca de El Campillo, pueblo de 2.000 habitantes de la comarca minera de Huelva  enclavado en una colina desde la que se dominan grandes vistas de la sierra de Aracena y las cortas de las antiguas minas a cielo abierto de Riotinto. Semidesnuda, a 15 kilómetros de donde se perdió su pista por la señal del móvil. Desde la casa de alquiler en el número 13 de la calle Córdoba de El Campillo donde vivía Laura hay 5,9 kilómetros por carretera hasta el hito kilométrico, más el trecho de unos centenares más hasta donde ha aparecido su cuerpo. Parece evidente que ha sido asesinada de modo muy violento.


Parece que ella se sentía vigilada por un vecino sobre el que pueden concurrir sospechas por su trayectoria, un asesino privilegiado y primado por la corrupta justicia española, pero no vamos a acusarle sin más en este escrito porque respetamos en este blog la presunción de inocencia. Pero sí que merece destacarse el currículo judicial de este sujeto, asesino y violento. No es mi estilo, a la imagen que hoy se da en las redes de acusar y sentenciar a un hombre por sus sospechas y apariencias. En el caso de este vecino, Laura, la finada, comentaba que se “sentía vigilada” por este hombre, L.M., que sacaba la silla del portal y se sentaba allí y sentándose la vigilaba. La situación requiere tacto y sangre fría y mucha investigación.


¿Por qué se sospecha de él? Acaba de salir de prisión un mes antes tras cumplir dos condenas: una, de 15 años, por asesinar a puñaladas a M. C. M. C., una mujer del cercano pueblo de Cortegana, en el año 2000, a la que había robado; y otra, de tres años, por asaltar con un cuchillo a una vecina de El Campillo en abril de 2008 mientras disfrutaba de un permiso penitenciario durante el cumplimiento de la pena por el crimen anterior. Y lo más tétrico es que habiendo intentado delinquir dentro de su permiso, 8 años después de ser condenado a 15 por el juez, un sábado de abril del 2008, en un parque llamado de Los Cipreses de El Campillo, secuestró a una mujer colocándole un cuchillo en la garganta tras clavar a su perro un cuchillo en el lomo tras advertirle “¡no chilles y tira pa'bajo, no chilles y tira pa'bajo!” A poco le condenó un juez por este evidente secuestro y amenazas de agresión, muerte o violación. Ella, mientras asestaba una puñalada al perro le dio un codazo y logró huir, parece ser que él manifestaba síntomas de borracho o drogado. Por ello, cuando además incumplía su obligación durante tres días de ir a firmar en la Guardia Civil pero nadie le buscó, mientras agredía a otra mujer, fue condenado a tres años de cárcel por no pagar los gastos de veterinario y psicólogo. 



Lo absolvieron de intento de asesinato y de intento de violación. Pero la víctima estaba convencida de que ese habría sido su final si no hubiera intervenido el perro y él no hubiera estado bajo de forma. Hoy se relaciona a este asesino con el asesinato de Laura pero dudo que se le vaya a investigar en profundidad habida cuenta de su situación privilegiada que, por todos sus delitos condenados y evidentes que la justicia sobreseyó, tan sólo haya cumplido 15 años y se encontrara, con orden de alejamiento, frente a esta profesora que ha sido encontrada violentada y asesinada. ¿Por qué la Guardia Civil en el 2008 no vigilaba fuera a firmar su obligado documento diario al estar en libertad provisional, de permiso? Con 8 años en la calle de asueto, amenazando y delinquiendo y a nadie le preocupaba parecer ser. Y no comprendo si dicen salió de la cárcel y desapareció ¿Cómo podía vigilar a la asesinada desde una mecedora en su casa frente a la víctima?


L.M.  tiene un hermano gemelo, B.M., que también estuvo en la cárcel por asesinato. Los dos llegaron desde Barcelona a mediados de los 90 a Cortegana, donde había una comunidad gitana de unas 250 personas, como ellos, entró a robar en casa de una vecina del pueblo de 80 años, en 1995. La anciana lo sorprendió y él la apuñaló en el cuello y huyó. La mujer sobrevivió y lo denunció. Cuando quedó libre a la espera de juicio, volvió a casa de su víctima y la mató. Cinco años después, su hermano L. M. al que ahora buscan por la desaparición de Laura Luelmo, mató a otra vecina de Cortegana, M. C., igualmente apuñalándola en el cuello. Es un caso muy complejo y que apunta a que va a ser largo. ¡Ojalá! Se dé con el culpable. Pero tengo la sensación de que no va a ser tan fácil, sea o no sea L.M., que quien lo hizo cuenta con algún apoyo y son muchas las incógnitas que sobresalen en este caso en el que, una mujer, ha perdido la vida a manos de un criminal posiblemente favorecido por algunos.


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