NATO BOSCO. INFERNO ROSSO

GRANDE MEGAN

No es para menos. Estoy recibiendo numerosísimas quejas sobre el capítulo de esta tarde, algunas sumarísimas por lo inadecuado del tema, extemporáneo sobre una personaje tan querido y fallecido; por lo abrupto y sanguinolento de la escenificación que derrumba el recuerdo que teníamos de "Pepa" y de su belleza y de sus días luchadores; los héroes no mueren así en el cine, jamás. Ha sido algo hiriente y bochornoso, lo que se han sacado de la manga para revolver el pasado y traer de nuevo a Megan, pensando en la audiencia. Que conste que Megan Montaner ha estado impresionante pero han matado su tiempo y vida, por la tipología de la crueldad visual, dejando a un personaje maravilloso hecho un "Ecce Homo" de modo oportunista y muy perverso. Moribunda, sin consuelo, arrastrada hacia la tumba (se supone), empañada en viscosidades, sola y desesperada, tirada, eso sí interpretada hasta la conmoción cerebral, muere la heroína más grande de PV y de entre las más grandes de la televisión mundial; un bochorno que se podía haber evitado sobre todo en los efectos alucinógenos de tanto flujo de plasma embotellado. Mostrando además por analogía,  una imagen de "Tristán" sumido en la ridiculez y rayando el esperpento.

                                                             
Sin embargo, Megan ha rodado impresionante este final hiriente, puzzle de cruentas escenas que sólo en su inspiración interpretativa tienen una jugosa  poética del nacimiento ominoso de un niño en tal penuriosas circunstancias. Pero, ello, la labor increíble de Megan, no me aparta de lo que no me ha gustado en absoluto. Megan está mejor que cuando rodó el parto hace dos años, ha aprendido mucho, pero le han restado mucho ensueño. 

¡BIENVENIDO AL INFIERNO ROJO! 

ACTRIZ:  MEGAN MONTANER

Han destrozado muchos bellos recuerdos a muchos espectadores sensibles y buenos. Maltratador recuerdo de la gran "Partera". Megan, gran actriz esta tarde y todos los respetos por ella. Lamentable guión para justificar que un chico de más de 27 años es el mellizo de una chica de casi 18.

Ha sido repulsivo y lo peor, innecesario y perjudicial para la tan ansiada vuelta de Megan. Envuelta en sangre, despendolada y cadáver, un abuso del efecto carnicería, de pésimo gusto que echa por tierra una idea noble y preciosa de recuperar a Megan por un capítulo. Algo hermoso, una vuelta en el tiempo, destrozada en su carisma; a mí no me ha gustado.

En horario de media tarde y pensando que todo vale para la audiencia y escabroso de satisfacer en el ser humano, nos han vaciado a Megan del fluido de su sangre, esparciéndola por los alrededores y sacándose una historia para justificar un cierto interés a base de vivir de rentas sobre el enorme recuerdo que la "partera" dejó; torciéndonos el corazón viendo semejante chacinería y mortandad inasumibles. Todo para contar que nace otro hijo, una niña que canturreaba por el lugar,  la encontró y que muere Megan y alguien se hace caso de la difunta.

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Ya no hace falta meterse los dedos en la garganta para vomitar, guarden en videoteca este capítulo, con verlo es suficiente para sacar hasta la bilis más negra y profunda. Gore puro para adueñarse de la mente y no ver más allá destrozando la belleza transgresora que es la pauta transversa del serial. Lo más fácil es hacer estos exabruptos, te aseguras audiencia y publicidad tras la gran expectación de contemplar de nuevo a la gran Megan Montaner, pero pan para hoy y hambre para mañana. Lo sigues por puro morbo a pesar de lo desagradable, pero no lo tomamos en serio y no dejará recuerdo. 

Ha provocado ya alarma y rechazo, es de un sadismo de muy mala baba. Suena a falso  y prefabricado aunque el cine siempre nos aparta del mundo real. Capítulo sanguinario sin necesidad, un sin reparo catalogo de sangre y decadencia por si mismo, sin más, dolor y muerte que parece sacado del "Viernes 13" que rebaja la gratuidad de todo a los instintos más primarios y oscuros y donde todo vale con tal de tener apresado al espectador. 

Una pócima para lavar estómagos. Puro espectáculo visualmente agresivo y audiencia teñida de rojo.

A los espectadores y a la "Partera" no se les hace esto. Megan ha rodado impresionantemente este final hiriente, puzzle de cruentas escenas que sólo en su inspiración interpretativa tienen una jugosa  poética del nacimiento ominoso de un niño en tal penuriosas circunstancias. Por lo demás, han anulado todas las mejores sensaciones descafeinándolo de emociones para, violenta y morbosamente, recrearse en la decadencia de quien no merecía tal horroroso final filmado a la ultima en recortes de maternidad.

Una provocación para sacarnos la nausea del cuerpo y el mal sabor del derrumbe de un mito. Crudeza innecesaria. Debían haber dejado en paz al alma y cuerpo corrupto de la partera. Estas cosas suceden cuando se desentierran a los muertos para hacerles la autopsia y se les pasea por la morgue. 

Un culto al mal gusto, a las vísceras y al humor mortal, tomate y sangre que barbotea, y una dramática excelente de Megan Montaner que ha sabido mantener el tipo tras tener que exagerar el sufrir humano, mostrando situaciones hasta el borde de echar la peladilla. No venia a cuento. Y un aprovecharse de la bondad del espectador para meternos otra historia de hijos que nacen después y que no resulta muy creíble.

"LA BELLEZA DE LOS COLMILLOS"

Grandiosa muestra de lo que como actriz lleva Carlota Baró. Momento romántico por excelencia sobre la liberación de la mujer que ama, que tiene su razón para luchar, que cobra fuerza y confianza en ella, que pelea con la verdad revolucionaria y valientemente hacia el poder que les ha maltratado y explotado. Secuencia estilizada, impresionante. Alma en soledad encontrando una razón para vivir. Los sentimientos fuerzan al valor para rebelarse contra esa indigna tiranía.

Orgullosa, inmensa, Carlota, otra de las protagonistas de la tarde, enfurecida y digna, casi otra "partera", sacando su agresividad y diciendo la verdad. Dentaduras a la cámara, algo que no habíamos visto en Carlota, sí la mirada y mucho. Muerde como mujer por los suyos.

Dos mujeres que parecía una lobera donde se merendaban. Una, despiadada, egoísta, cruel y manipuladora. La otra sencilla, rebelada, segura y a la que se le acabó el miedo que representa un recuperado personaje femenino fuerte enfrentada por sus derechos negados durante toda su vida.

Carlota, interpreta a un  personaje enormemente sugestivo y fascinante de dentadura a temer en ese duelo.

Secuencia maravillosa de arrumacos de osezno en un plante entresacado de "La Piedad" de Miguel Ángel.

Momentos de mujer con ilusiones rotas, encomiables en dolor agudo, punzantes, cuando ya te sientes separada para siempre de tu hombre por la infidelidad, lo que creías poder compartir de ese amor que ahora se desvanece pero que en  ti,no; lloras por dentro, se acabó todo y...¡Duró tan poco!. Momentos dramáticos y muy serios. lo que ya no será. Lo tenías alcanzado y nadie supo que fue de aquello. Lo que se pierde y puede nunca más volver.