domingo, 17 de enero de 2016

¿QUÉ SERÁ DE DON ANSELMO? / CUANDO DON ANSELMO SE VA


Es aquel ESDPV que muere cada día un poco más, ya irreconocible, con los pocos personajes genuinos que quedan y que crearon el alma, cuerpo y la memoria histórica y sentimental de esta gran e impactante serie que fue, la mayoría desnaturalizados, condenados a hacer y decir banalidades de cada día sin escaso interés; da risa en algunos capítulos ya. Y cada día se va un viejo personaje, no siendo reemplazado por alguien que conlleve el espíritu de ESDPV y peor dirigidos. Dicen que renovarse o morir, desnaturaliza y también mueres.
Ignoro si volverá o no "Don Anselmo" (imagino que una enfermedad grave del corazón no se cura y ya le jubilarán al sacerdote aunque siempre tenga un digno hueco para hacer apariciones). Un modo digno de marchar el actor, sin acabar de irse, con esa puerta abierta  en una serie que nos está dejando sin los mejores referentes de la misma; ya nada volverá a ser como antes y menos además sin "Don Anselmo". Creo además que en el caso de este sacerdote, se va alguien muy importante y fundamental, por su rol y calidad interpretativa. Parte la conciencia moral; el secreto ocultado; el conocimiento de las miserias; el nexo de unión de un pueblo en su silencio sin compartir; casi una crónica periodística de lo que nunca se desvela pero que guardaba el sacerdote suponiendo un secreto encariñado de confesión que desde el cielo, como aquel Zeus de "Furia de Titanes", contemplaba las miseria y excentricismos, pobreza y maldad de los seres. "Don Anselmo" es la voz de la conciencia que cada uno aligeraba en el púlpito (las secuencias del confesionario pasarán a la historia de la televisión como han transcendido en el cine las de "La tía Tula" de Picazo, con José María Prada) y es la congoja de conocer la miseria, su alcance, consecuencias y razón.
Si en estas navidades hemos comentado el descalabro del guión; si lo de "Aurora" (más flojita por cierto, tal vez porque andaba enlutada) ha sabido a poco y menos porque le ha faltado emocionar como hacía en sus buenos tiempos; ahora es más triste, con la partida de un "Don Anselmo" que si vuelve ya no será como antes porque todo no ha sido sino un motivo para que descanse el actor o pueda realizar algún otro proyecto, pero que de esa enfermedad coronaria no se recupera uno para trasegar de nuevo por los caminos de PV para llevar el consuelo a tanto pobre y desventurado. Y poco le veríamos. ¡Ojalá me equivoque!



Un personaje muy humano y abnegado que fue evolucionando, al tiempo que lo dulcificaban y le hacían mostrar también más insinuantemente la cara ladina, aguda en observaciones, mística en ocasiones, cerril e impositora aunque contada con guante blanco de la Iglesia; a temer porque allí estaba efectivamente la Santa Madre Iglesia, aunque fuera un cura de pueblo. Un sacerdote volcado en la humanización de sus gentes, no exento de vis cómica y que, para mí, los mejores momentos que brindó fueron aquellos en los que mostrando la sombra de decadencia actual, mencionaba aquellos recuerdos en los días de ilusión o alegría, cuando se sentía en plena capacidad, cuando incluso tenía más mala leche, Aquellos tiempos envidiables de entusiasmo de juventud y madurez que ya pasaron , que se fueron desvaneciendo entre esas gentes que te conocieron, a las que él las tenía muy identificadas en sus bondades y maldades, asombradas sobre cómo nos cambia el tiempo a todos y a su cura que se nos ha ido marchando poco a poco. Y me gustó mucho el "Don Anselmo" que casó a "Pepa" y a Hipólito", a "Mariana", a "Candela" poco antes de morir "Tristan". Como en los otros en los que, circunspecto, ofició tantos funerales en un pueblo donde el maleficio se había instalado. En ambos momentos estuvo magistral Mario Martín. 



Al actor se le notaba cansado, agotado y me imagino que harto de quemar su personaje entre bobadas que son las que han sustituido a aquellos grandes momentos dramáticos que vivió el pueblo en sus mejores días. Lo que comentábamos de la escalera de la pastelería era otra ocurrencia más del guión actual, confeccionado a retazos según va y viene, de valor de cuatro gordas, sin cuidado o mimo como lo hacía en aquellos impactantes textos tan bien construidos y con tanta garra interpretados, y con tanta fantasía, de otros tiempos. No es cuestión que al final casi de tu carrera, te quemes (y todos sabemos lo poco que se tarda en España en incinerar toda tu carrera en el mundo interpretativo) por un serial que parece propaganda de alguna ideología.


Ya sabemos que nadie es imprescindible pero, poco a poco y porque además hay actores que dejan la serie por muchos y diversos motivos, y más con la venta de "El Jaral", nada queda ya, ni las paredes, de "Pepa" y su estirpe, de sentido que tenía la continuidad de ESDPV. Como comprenderán para ver ahora esos personajes sosos y sin fuste que llegan como compradores de "El Jaral", o al insufrible que chirría y se quiere tanto a sí mismo de "Onésimo"; ver a "Selu" cada día más flojito; reunir a  todos los "Castañeda" de okupas en la casa de "Mariana"; una repetición diaria de los mismos guiones entre "Francisca" y un mansurrón "Mauricio" en aquella casa que tampoco es lo que era y donde el mal carece de sentido porque falta su estirpe; contemplar el desgarro del personaje de "Alfonso" y la ambigüedad de un sin sentido o futuro entre "Cárdenas" y "Emilia" y ya el nulo interés que supondría una reconciliación entre la pareja; está todo quemado. Y es que si tu quitas a todos los que dieron sentido a una saga, la de "Pepa Balmes", que nos hicieron vivir momentos inolvidables y traes actores y tramas de tres céntimos, no es que ya nada lo que fue sino que es peor. Y así resulta lo que vemos que los actores están desmotivados, la rutina les invadió, que se ha secado el pozo y que hasta cuando meten la mano en un puchero con cocido se nota que el puchero está vacio, que cuando hablan de que han visto al mulero o  a "Juanín" el de la tía "Agripina", debiendo dar verosimilitud teatral a lo no visto y así narrado,  ni ellos se lo toman en serio ni  hacen nada para darle credibilidad


Aunque lo más deplorable llega con ese nuevo cura que representa el lado exaltado de una iglesia caricaturizada. En ESDPV actual, los comunistas son simpáticos y bailan el Belén, desnaturalizando, y los curas frentistas, rechazables por ser católicos. Menuda zancadilla de personaje histrión que llega. Presenta, por lo visto, un panorama aterrador y apocalíptico de la religión. Recuerda, en cutre, a aquel sacerdote endemoniado de "El último Valle", aquel fanático incombustible del padre "Sebastián", un enorme Per Oscarsson. Pero me da que en estos tiempos comunistas de ESDPV, ello, no va a suponer una crítica a los fundamentalismos y fanatismos de todos, sólo a los de la iglesia y no a los de la izquierda radical de aquel tiempo. Es triste pero este serial ha acabado no tolerando al que piensa diferente y lo vamos a ver con el nuevo cura que hará vomitar de una iglesia trabucoide mientras vendrán cartas de la URSS diciendo que Lenin da de comer a sus hijos revolucionarios pero que no contarán que tenía gota de tanto marisco que ingería mientras su pueblo se moría de hambre y los asesinaba por no tener su repudiable ideología. ¡Al tiempo! Es un tanto extraño que ahora venga un cura así, tan ultra; se vaya o no "Don Anselmo" y cuando el comunismo está tan impregnado en la serie. Es que se nota una directriz iconoclasta que al final está acabando con la serie. La están sacrificando.
Estas contradicciones que yo he criticado, porque soy un demócrata y me huelo la manipulación a kilómetros, me han enfrentado brutalmente a gentes de ESDPV; porque, además, la serie ha ido decayendo hasta resultar muchos días, soporífera y anodina, incomprensible, y no han soportado que por buen sentido y apoyo, se les critique. Y es muy triste acabar así por defender la serie y denunciar, y a mí así me parece,  que los muros de los actores no son para provocar debates ni enfrentar amigos, defendiendo posiciones numantinas o cainitas, poniendo barreras, excluyendo al diferente, expulsando a los que no piensan igual, haciendo distingos entre televidentes en razón de su ideología supuesta, llamando fachas a gente que les aprecia y apoya, no son para ello. Se transmite mucho odio. Así no se me trata a mí ni a ningún espectador o ciudadano. Es un error y una gran lástima.
Al final, todo acaba. ¿Que va a quedar? Como sigan así, un mal recuerdo. Con "Don Anselmo" se va lo poco ya que de humano tenía un  pueblo que se queda huérfano de amparo. Y los espectadores cada día más mosqueados y decepcionados. 


5 comentarios:

  1. Poco a poco desaparecen aquellos que nos hicieron estar al pie de cañón para no perdernos el capítulo
    Personalmente creo que es hora de darle un final digno
    Llevo un tiempo que por cosas no he podido ver el serial aunque gracias a vosotros me voy enterando de como va

    ResponderEliminar
  2. Poco a poco desaparecen aquellos que nos hicieron estar al pie de cañón para no perdernos el capítulo
    Personalmente creo que es hora de darle un final digno
    Llevo un tiempo que por cosas no he podido ver el serial aunque gracias a vosotros me voy enterando de como va

    ResponderEliminar
  3. Es verdad debían dale un final digno. Tu articulo inmejorable. Gracias por escribirnos de vez en cuando

    ResponderEliminar
  4. Precioso articulo y preguntas interrogantes que planteas sobre las que habrá supongo varias explicacioes. Es que la serie esta ya calva. Da mucha pena como insisten en algo que no es ya Puente Viejo sino otra cosa. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Menuda educación le has demostrado a Mario Martin. Que por encima de Podemos estás tu y tu profesionalidad, tu respeto y caballerosidad. Así se escribe y se dicen las verdades y se reconoce aun actor aunque haya dejado que desear.

    ResponderEliminar