LOS BUENOS DESEOS DE UN HOMBRE BUENO

No ha estado mal el arranque de esta trama. Tiene miga la conversación en la cocina entre un hijo y una madre doloridos por la pérdida del esposo y padre y ante su asesino. Ha traído a la buena gente, a los buenos deseos que siempre naufragaron en España de culturalizar un país para hacer libres a sus súbditos y convertirlos en ciudadanos a los que no sea fácil manipular y menos oprimir. Llevar la cultura por todos los rincones y encontrarla en cualquier manifestación formativa y pedagógica. En el cine o bibliotecas por ejemplo. Un temazo que conjuga el desplazamiento de este buen actor, tal cual es Raúl Peña totalmente acabado en "La Quinta", en otra trama con más enjundia y donde el actor podrá explayarse más. 

De hecho, esa irascibilidad neurótica de "Carmelo" y su aire alcoholizado en ese odioso lugar de "Miel Amarga", se han transformado en algo balsámico por catarsis y remordimiento, le ha humanizado al tomar contacto con la familia de aquel "Leónidas" asesinado por él. Me ha gustado la evolución del personaje en apenas dos capítulos. El "Carmelo" taciturno y culpable que ronda la casa donde asesinó impunemente a un hombre culto y bueno, tiene mucha enjundia, dramática  e interpretativa. Un rol digno de su altura.

¿Que puede dar de sí esta historia prometedora? Mejor no opino porque considero que los guionistas, al final, terminarán haciéndonos desistir o aborrecer la trama. Como desgraciadamente ha ocurrido con "Los Manantiales" (que se salva algo por Ángel de Miguel e Inma Alcántara pero que el despido de "Elías" ha sido demoledor), en cuanto llegue "La Rosario", "El cura" metiche, "Los Castañeda", el "guapo" que vuelve de la tumba, "La Candela" si no muere que tal vez ni matándola, fallezca, "El Severo", "El Onésimo" y sus mierdas o el acabado "Garrigues" con "Ulpiano"... se acabó lo que se daba de bueno. Así pues disfrutemos lo presente que ha sido interesante.

Me ha sorprendido "Ulpìano", Javier Villalba, tiene una bella e interesante voz peculiar, vocaliza muy bien y da un ajustado toque cultural muy de su tiempo a su papel de hijo de "Leónidas", mucho mejor que Ruth LLopis que tiene muchos problemas para modular y pronunciar. Tratándose de una profesora, suena mal que diga "Supersivo" en lugar de "subversivo". La voz y cómo transmite es muy importante y esos fallos no deben darse ni dejar pasar en la grabación porque afean y desnaturalizan la historia, más en una educadora. Me gusta mucho cómo pronuncia y con qué calidad de castellano Ángel de Miguel, Ramón, Iván Montes a pesar de lo joven que es y de su voz, Sandra Cervera, Maribel Ripoll o la mismísima María Bouzas. Y Raul Peña, que estaba desaprovechado entre un culebrón de ricos buenos que también sufren, es de alto standing su pronunciación. 

Secuencia muy de la Generación literaria del 98, en una mesa, diseccionando los buenos deseos culturales de un hombre al que las intrigas políticas le han matado. Se habla de aquellas Misiones Ambulantes de malagueño  Giner de Los Ríos, que se materializaron ya en la 2ª República, creando aquellos misioneros que fueron por los pueblos llevando bibliotecas, libros, instrucción a gente desposeída de la cultura. Una emocionante escuela ambulante, liberal, nada sectaria y donde el aprender era algo gozoso y no un medio para sojuzgar y castigar. Enorme trabajo que hoy lo ha recogido ESDPV.

La República, políticamente, fue un desastre pero culturalmente, era de mucho relieve y enjundia. Entre estos viajeros se encontraron nombres ilustres y gloriosos. Como Casona, el autor y dramaturgo; María Zambrano, la filósofa; el poeta Luis Cernuda; así como gentes que comenzaron altruistamente y que resaltaron luego: Pérez Clotet o Carmen Conde. Enorme propuesta la que ha hecho esta serie que tiene momentos ya de decadencia absoluta en otras tramas.

La cultura y la pedagogía fueron  algo muy importante en la 2ª República, de la que la clase política pasaba porque se dedicaba a intrigar, enredar y subvertir el orden mediante el pillaje  y matando a gente inocente.

Desgraciadamente la obra visionaria de Giner se plasmó años después de su muerte en 1.915 y con la llegada del fascismo se cambió todo ello por la dictadura y depurado en una sistema con sangre de la enseñanza. Muy interesante.

Una escena que se ha crecido en sí misma, ha ido haciéndose más penetrante al espectador, haciéndonos partícipe de un romanticismo y de una ternura y esperanza de futuro que me han llegado muy adentro. Unos personajes bien estudiados y recuperando aquella maestría de otros tiempos de ESDPV cuando nos conectaba con la realidad social o trágicamente amorosa que ya no estila la serie. Y paradógicamente la belleza se encuentra en todos los personajes, incluido el asesino que se transmuta y reconoce su error y no se lo puede perdonar. Es una mirada sin rencor a nadie y una emotiva defensa de la cultura y pedagogía y de la herencia recibida de un buen hombre asesinado en España por ser diferente.

Precioso momento. Un drama noble pero asumido por los recuerdos de aquel hombre que se marchó y dejó su impronta. No hay tragedia sino un aire notable y nostálgico, con un ritmo tranquilo que saborea el ayer y engrandece el presente, que inmortaliza la bondad y a la buena gente y con una interpretación muy profunda de Raúl Peña. Momento de mucho sentimiento armonizado por una tranquilizadora paz que se vive en la estancia embadurnada de una vivificadora melancolía. Y decirle a Ruth con la mejor intención que trabaje la vocalización, su papel va a ser muy importante. Que si no apuras te sucede como a Blanca Parés que es la llamada actriz que peor vocaliza en el Estado. Que se lo ha creído y...  ¡Mira! Hay que coger el audífono traductor.

Sin mucha esperanza que dure.