EL RETORNO DE LEONOR

ACTORES DE LA TARDE: 

MARÍA JOSÉ GOYANES, MARIONA RIBAS, LOLA CASAMAYOR, NATALIA RODRÍGUEZ, MANUEL SÁNCHEZ RAMOS Y JOSÉ ANTONIO SAYAGUÉS  

Este artículo está dedicado a Marisa Marco, la Voz de Heidi. ¡En su memoria!

Pocas veces tenemos la oportunidad de reencontrar a actrices de tanto glamour, que estuvieron en la serie, que quedan por ahí hibernadas y que resurgen un día, por unos capítulos, como el Ave Fénix alcanzando con su vuelo los mejores recuerdos que tenemos de temporadas pasadas donde realizaron un estimable papel y hoy, por lo visto, mejorándolo. El retorno de "Leonor", la actriz desenvuelta, muy bella y encantadora que fue Natalia Rodríguez. ¡Bienvenida!

Escribí sobre ella en aquellos capítulos de julio del 2015. Y así la definía como una actriz de gran empatía con el espectador a través de la mirada y que con ella conseguía cargar a su personaje de un fuerte carácter psicológico. Es una suerte que actrices que tanta impronta dejaron vuelvan por un breve tiempo. El tiempo en un concepto reversible: volver a traer aquellas muy dignas actrices que tan buen recuerdo dejaron. Su presencia hoy ha supuesto una especie de encantamiento y hemos recibido este adelanto casi mágico como algo de sueño.

La tarde lo ha sido de "Ana María". Jerry Lewis solía decir que los dramas pueden ser interpretados con miles de actores, pero hacer reír, sólo por unas docenas. Desde una evidente enajenación mental, convertir la realidad en un chiste subvirtiendo la misma y hacerla estrafalaria desde una honda tragedia; para que al final pierdas la cabeza y que te partas de risa con su desgracia de abstracción de la realidad, solo lo pueden hacer algunas actrices, como María José Goyanes. Aunque no se si tiene algo también de fingimiento pero lo que es indudable es que ha tenido toda la tarde una extravagante vis cómica que me ha tirado de la butaca. 

Las chaladuras que le dan; el sentirse entre gente que pierde la cabeza ante una "Marquesa" , ella, que está mejor que nunca; la persecución cleptómana que le ha dado sobre la chica del servicio, que dice le roba; sobre sus ocurrencias de que a su hijo, al que espera para ir a cenar, de tanto residir en Nueva York, se le habrá quedado cara de gangster; la mitomanía de creerse una mujer recuperada de cintura y que ya podrá abandonar aquel negro que la estilizaba más y que sólo por ello se lo ponía; la chaladura sobre deber de cuidarse un cuerpo "prohibido engordar" y desterrando los Petit-Suisse de la merienda que con tanto amor se los trae "Ginés"; su sorpresa porque su mayordomo, al que ve un tanto alunado, le hable de pastillas a una señora de tan buen ver y sana que sólo quiere un dedo de ginebra. Un señora que posa ante "Ginés" y como una gran niña disfruta y se emociona cuando "Ginés" le confirma que es la más guapa y perfecta, que me ha recordado a  "Blancanives". Ha sido enorme.

 

 
"Ana María" ha recuperado una alegría ficticia pero que para quien tanto la quiere, "Ginés", supone un alivio pasajero porque, detrás de este estrambote, hay algo que no le funciona. Es la felicidad de los majaretas; gente que va perdiendo el juicio y termina haciendo y diciendo cosas estrafalarias alejada de la realidad y que tanto hace sufrir a la familia. Un papelón para esta actriz maravillosa que domina el escenario como pocas. Una honra nacional.

 

 

Ella ha recuperado una ficticia alegría en un mundo hostil y de hondo pesar, hostil ya,  por la ejecución de su hijo. Un papel que es melocotón en almíbar para una gratis de tanto talento, que sabe hacer reír y emocionar, que domina el drama y la comedia y sobre todo la farsa.Tiene mucho encanto "Ana María" estos días; es una niña pequeña y una mujer torturada por lo que ha sucedido y con una interpretación inmejorable. Ya dijimos que este su papel de vieja dama aristócrata fuera de la realidad, es uno de los mejores de su vida, dando vida a un personaje encantadoramente lastimero que te hace reír y llorar, dispuesto a revolucionar a toda su familia con su disparate y excentricidad. Me ha recordado a "La loca de Chaillot".

A destacar mucho también a Mariona Ribas y a Manuel Sánchez Ramos, enormes los dos dando la réplica a María José Goyanes.

¡El abogado! Uno de oficio y gandul. Pasa de todo, no quiere complicaciones ni pelear ni le interesa, no va a cobrar más. Así que te recomienda te hagas el loco y te reduzcan la condena. Además es un chulito que si no aceptas mi solución, no hay más, pues me marcho! Típico de los Abogados del Estado en aquella época fascista. Ha sido un momento terrible en el que alguien que está para defenderte, como es gratuito  no puede engordar minutas, dejan a un acusado a manos del garrote por falta de convicción y de ganas. Esta era la España de funcionarios execrables del Régimen. Por cierto, algunos de estos sinvergüenzas y vagos de picapleitos que nunca ganaban un caso ni les interesaba tampoco, acabaron en partidos políticos convenciéndonos de lo mucho que lucharon contra Franco; que los he conocido.

¡Miren! Esta tarde me ha gustado la secuencia en la que, sorpresivamente, vuelve "Fuen". Feliz ella. Aquella historia que quedó anclada en el tiempo, ha tenido, justo en su momento, cuando ella se va a poner el vestido de novia y se va a casar, un final romántico y nostálgico que es un poco lo que la vida es al final de todo: Recuerdos y verdades que asoman, justamente, al final de un tiempo. Que sepa que hoy será feliz y que siempre la quisieron antes.

Lo de "Jaime" ya se ha aclarado. Hubo varios accidentes, como imaginé ayer y si volvió es porque se lo pidió "Quintero", que por cierto está hecho un cromo. Y ha sido una justificación de igual modo para buscar ese reencuentro con beso entre estos dos protagonistas que, cada día, me parece que no vana ser hermanos.