lunes, 11 de mayo de 2015

SUSPIROS DE PUENTE VIEJO


ACTORES DE LA TARDE:

MEGAN MONTANER, MARÍA BOUZAS Y RAMÓN IBARRA

CON: ARIADNA GAYA, MARIO ZORRILLA, MARTA TOMASA, SELU NIETO, CARMEN CANIVELL, MARIO MARTIN, FERNANDO CORONADO, CARLOTA BARÓ, SANDRA  CERVERA, FARIBA SHEIKHAN, AÍDA FLIX, MARIBEL RIPOLL, ÁLVARO MORTE Y EMPAR FERRER.



Precioso capítulo donde no sobra nada ni mucho menos falta. Un ejemplo de lo que era ESDPV hace meses y años de igual modo. Aquella serie donde Megan Montaner conmocionaba, como hoy de testigo del tiempo en esa vieja foto que preside una boda que no se va a celebrar; con actores que se encontraban compaginados, muy ilusionados y emotivamente juntos y que se les notaba ese buen rollito entre ellos, incluso en los camerinos; cuando el guión tenía un impacto visual que atrapaba sin posibilidad de despegar los ojos de la pantalla y cuando todo eran sueños y nos evadíamos de la realidad esperando con avidez al próximo capítulo del día siguiente. Aquel, el mejor ESDPV que conocimos. Hoy se ha recordado.


He destacado como actriz principal a Megan porque ella siempre, y hoy en la boda de su hija con más motivo, su recuerdo siempre ha tenido más fuerza que todo el presente que podemos vivir. Megan es ESDPV y hoy lo ha trasladado hasta en una foto muerta donde vive su ánima tan y como congelada en el tiempo se quedó. No hay nada ni nadie que pueda superarle porque fue la mejor, un ser prodigioso a la que no olvidamos y que nos enseñó como, sin experiencia, desde una academia y con sólo haber hecho unos anuncios de bragas y tres cortos, Ella, fue una gran estrella de la televisión. Hoy lo ha ratificado. Suspiros de "Puente Viejo", esa es la linea existencial y el éxito de esta serie imbatible que nadie puede con ella. Una foto, una boda, un lánguido y monótono pasodoble, unos familiares bien acompañdos, otras épocas que se perpetua en el gen de la actual generación, unos planos sencillos, llenos de color mortecino, unos momentos melancólicos y hermosos, unos actores admirables, todo lo que ha venido acreditando la buena factura del gran "Puente Viejo". Suspiros por "Pepa" y por "Aurora".


Imposible no emocionarse con el capítulo de hoy. No divertirse viendo bailar a la gran marta Tomasa acompasada por un rudamente tierno y quebradizo Mario Zorrilla (lo que hace el baile, desata pasiones, libera espíritus, transgrede lo formal y cortés y da apostura a los rudos y los hace bellos y rinde a los valientes ante las mujeres). Suspiros de casaderas ante su hombre llevando de la plaza al altar si se descuida "Mauricio". Marta se ha lucido, es grande del baile y una persona honrada, humilde  y cabal. Sensual momento de lazos profundos en una  pareja de compañeros de trabajo, triste también como los suspiros "Puenteviejinos" que dan vueltas por esa plaza de PV hoy convertida en Rioplatense, lufarda y de tonadilla verbenera.


Suspiros de una novia que no vera como prueba de amor máxima realizado su matrimonio. Una condescendencia del guión para dejar en buen lugar a los dos actores (Álvaro y Ariadna) en la despedida de la pantalla. Por cierto una llegada sosa, como ahorrando recursos ya que no habrá boda aunque sí final feliz y sobre todo, complacido. Que no quede de ellos sino grandeza y buen recuerdo, como de Álex, Megan, Alejandra, Sara, Pablo Castañón, Victoria, Jonás.... de todos en realidad. Lo de Blanca Parés y Rubén Serrano no ha sido lo habitual. Los han puesto como una fregona después de limpiar letrinas, sobre todo a Blanca. Hoy mismamente a "Quintina" le han referido de pécora para arriba. Mañana veremos la resolución de la boda y aquí paz y gloria bendita. Se irá Ariadna y guardaremos de ella un sano y precioso recuerdo de buena gente y final agridulce pero a recordar siempre.


Han sido los actores de la tarde: María y Ramón, lo que nunca muere. Una resolución dignísima, ambigua y preciosa de un melodrama de vejez que se resiste a no conocer el amor ni a arreglar cuentas con el pasado. Suspiros interrumpidos que hablan en boca y gestos de los dos actores sobre la belleza del tiempo que recae sobre las personas. para los que sienten aversión o escalofríos ante los problemas generacionales, esta secuencia maravillosa muestra que la vida es sólo eso: vida y vejez que llega,amor que nunca muere y nostalgia de lo que fue. Vida que es crudeza y maravilla por haber nacido y conocido a esa gente de la que nos enamoramos aunque el tiempo lo complicara todo. Leyendas de actuación de estos dos actores prodigiosos, sencillamente enternecedores.


Yo que ando sensiblote en estos días, debe de ser el aire de la bucólica y sensual de Francia por sus elegantes paseos que me inspiran fragancias de añoranza y me sosiega de cultura para el espíritu, tengo que confesar que he llorado con estas escenas. De cuando mis familia pudo envejecer junto a sus seres queridos y murió tan injustamente de antemano; he visto a mis padres que podían ser abuelos que jamás pasaron de la juventud; cómo podían haberse hecho mayores con ese brillo de amor en los ojos que lucían María y Ramón; cuando la gente es mayor y se entienden entre ellos con su código secreto e indescifrable para cualquier juventud; cuando se es mayor pero los seres más experimentados y encantadores de la tierra. Cuando aún te da el cosquilleo y se pone la carne de gallina. Momento que sobrepasa el miedo a la muerte con la edad y que lo salva porque el amor rejuvenece los cuerpos y hacen los espíritus de transforma los espíritus rugosos en el de unos pimpollos.


Por supuesto felicitar a Mario Martín que como "Don Anselmo" la verdad no trae buena suerte a la mayoría que casa; a Empar Ferrer muy profunda y real cuando ha narrado su desengaño de amor. Son Suspiros de "Puente Viejo". A Selu suspirando por su "Gracia"; a Carmen Canivell ("Gracia")  que ha sacado ese lado bueno y no zorruno de las mujeres interesadas; a Sandra cantando, suspirando, una maravilla; a la gran Carlota relegada hoy y que mostraba ese lado cortante de la emoción que puede desfigurar el presente, suspirando en la secuencia de la foto de "Pepa" y amiga de los suspiros de un derrotado "Hipólito". Y a mis dos apreciadas Fariba y Aída que siguen siendo de Oscar por esos momentos desgarradores casi cubistas, de frialdad a pesar del microclima de pasión y celos que viven en PV.


Capítulo comentado de "Sin Identidad"

http://joseignaciosalazar.blogspot.fr/2015/05/la-chica-del-opio-escenas-escabrosas.html


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