miércoles, 15 de julio de 2015

DEBAJO DE LA FALDA / MUJERES EN UN PAÍS CORRUPTO




ACTRICES DE LA TARDE:

ANDREA DURO, ANDREA ROS, PILAR PASO JARDIEL, SARA RIVERO, MIRIAM MONTILLA  Y LAURA DOMÍNGUEZ.

CON:  JUANJO ARTERO, ROGER COMA, JAVIER HERNÁNDEZ, JESÚS OLMEDO Y     ÓSCAR LADOIRE.


Un capítulo que por encima de todo ha sido entretenidísmo. No debería ser noticia ello pero sí lo es aunque parezca paradoja. Hay algo que caracterizaba a la televisión de antes y era tal cual que despertaba el interés, te sumía desde el primer momento de la emisión de un capítulo en su intriga, aventura o melodrama, te hacía participar de ello sin parpadear y sin merma de interés, te hacía adicto desde el primer segundo y no despegarte ni un instante de lo que veíamos durante unos minutos en aquella bola del tubo de nuestro televisor. Con el cine ocurría lo mismo con aquellas películas tan amenas y distraídas que se proyectaban sobre una haz blanco de luz de carbones que daban un colorido deslumbrante o un blanco y negro genuino e impactante y no azulado.
Ello ha ocurrido en el capítulo de esta tarde donde muy diversos géneros se han dado cita componiendo un puzzle apasionante y que nos deja con el interés pensando en mañana y si siguiente capítulo. Ayer no pude seguir el capítulo estábamos grabando un programa de radio y me he perdido la detención de "Juan". Pero hoy si que he estado pendiente, aquí en medio de un calor pegajoso que ni la brisa del Océano Atlántico, aquí en Francia,  hace mitigar el sofoco.



Ha sido un capítulo valiente pero sobre todo provocador, implacable con el sufrimiento por el que tenían que pasar los españoles si quería buscarse un poco de felicidad y seguir un camino marcado por las ilusiones, la búsqueda de los suyos, el amor, los negocios, las apariencias religiosas, el refugio patético del dinero y la guarida del estrellato, calmar ambiciones y encontrar a terroristas que no tenían nada de "Sor Teresas". Muy rico en simbología, Ha habido de todo, recreado para deleitar y que nos ha aliviado y refrescado de la pesadumbre de estos días húmedos y que parecen un infierno meteorológico sin Dante, o con un "Dante" que se las ha traído esta tarde como médula de la liberalidad sexual y prostitución encubierta y legalizada para los jerarcas y negada para los pobres; infortunados corrompidos por una inmunda sociedad de ricos y aprovechados.



La secuencia de la falda es buñueleriana. recuerda a filmes de este director como "La Edad de Oro", "Él", "Tristana". Algo lascivo, insinuante hasta cierto punto que el decoro permite pero de perversa intención, y que es surrealista en su contenido y no sólo en su aspecto externo sino por el impacto que produce cuando sobresalta al romper en su fondo todas las barreras de una ilusión de una chica que, conociendo o no, se mete en la guarida del lobo que no es más que un chulo de puta que hoy te promete a ti, mañana a otra y a seguir gozando de la fiesta. Tramoya demoledora de la nada que ocultan la mayor parte de las promesas con las que se envuelven a las aspirantes que lo dejan todo y que ceden su cuerpo a cualquier proxeneta del mundo de la noche, espectáculo o producción artística para no alcanzar nada. ¡Es tan perverso y fácil engatusar con la fama a una chica sin preparación, de alfabetización primaria, que es devorada por el afán y avidez de triunfar entre rostros populares y macarradas artísticas donde, muchas, se tenían que prostituir para conseguir un pequeño papel de figurante en sus inicios. Recuerda a la vida de Sara Montiel y de algunas más que entonaron el "DO RE MI", posaron desnudas o hicieron muy de secundarias en sus inicios. Especialmente interesante esa visita de la madre a su hija en la buhardilla brindándole el apoyo que buscaba.




Ni que decir tiene que "Sor Teresa" ha sido la reina del dinero esta tarde. Hoy que la prensa busca subvenciones del poder a cambio de publicitar informaciones dándolas como noticia y que son sólo propaganda de partidos políticos o de guardarse otras noticias para especular con ellas (esa prensa decepcionante y nada libre que hay en España, similar al NO-DO), nos sale una monjita vanguardista y adelantada en su tiempo que especula y chantajea con la información sobre hechos vergonzoso y delincuentes de venta de niños robados o huérfanos, amparada tras el palio virtuoso del cristiano destino aguardado a los perdidos por sus padres biológicos. Mientras ella cogía el dinero (una especie de recaudadora de impuesto revolucionario) y se lo metía en la faltriquera gracias a la informaciones que conocía porque ella las generó y vivió en primera persona, los demás sufrían. Una especia de pequeña Al Capone, una chantajista encubierta pero legitimada por la casta dominante del clero. "Sor Teresa", una magnífica Pilar Paso Jardiel (a cuyo padre y abuelo les quieren quitar una calle en su Madrid con el palmeo de algunos de esa profesión que incluso interpretaron obras de ambos. ¡Una vergüenza!) que borda el papel y le da una ficisidad encomiable que en cuanto la ves, te alejas de la Sor a leguas de distancia. ¡Lagarto, lagarto que viene la monjita!





Policías que a cualquier precio y habrá que saber el por qué ansía tanto detener a "Barroso" el "Comisario", venden su alma al abogado y procurador más corrupto, involucrando a su hija para alcanzar sus fines. Me recuerda a aquel Lino ventura que hizo de todo tipo de dramática en torno a la delincuencia, en el cine francés. Cuestiones de trapicheos y de cumplimientos de palabra, a veces en tono de aventura de comedia en sus desventuras o aventuras. Cine de baladas triste y de negro azar. Por cierto, en muchos planos, Óscar me recuerda mucho en su estilo y gestos, andares desgarbados, algo encogidos y cara gruñona a Walter Matthau. Por cierto muy bien esa transfiguración por amor de Andrea Ros, a la caza del noviete, y que nos demuestra que, "Beatriz", no es, como dice "Benigna" con acierto, el muletillas de un torero de moda.






A destacar Jesús Olmedo en su chulesco papel de vividor y cara dura, galante de pacotilla con "Beatriz" en el "Café Reyes" y esa enorme secuencia entre "Víctor" y una engañada "Encarna" que me recuerda mucho a  algunos de aquellos requiebros de Bogart en el "Café´ Rick"  de "Casablanca". Todo ese ambiente cínico y amargado en aquel café, frecuentado por aquella pintoresca clientela tan variada, problemática y entretenida. Entretenida tal como la serie hoy tarde.



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