¿CUAL ES LA VERDAD SOBRE NURIA Y JAIME?

Buena interpretación de Ana Torrent esta tarde, silenciosa y precavida ante la confesión de su esposo. Nunca se que piensa en realidad esta señora, "Rosalía".
Hoy el guión ha dado un giro sorprendente: ha introducido una duda razonable muy de la jurisprudencia y ha buscado la posible continuidad de esa relación a través del escepticismo de un abogado que va a buscar pruebas; un argumento, razón y justificación de esa confesión fantasma sin mayor comprobación. Un golpe de efecto magnífico de cara a mantener la intriga y de sopesar otras posibilidades que tienen que tener su explicación en algún lugar donde exista la evidencia testimonial  de que, ellos dos, no son hermanos.

Si algunos pensábamos que "Jaime" se iba a derrumbar, un muy sagaz guión abre una puerta a la duda como continuidad, dentro de la búsqueda de pruebas para demostrar que tal afirmación es una majadería que solamente se la creen los incautos. Esto es lo que pienso yo intentará demostrar, con su título de abogado en la mano. Ello permite a la serie que continúe con mayor encanto si cabe porque se abre el pasado para buscar en él lo que sucedió, lo que se contó, lo que parecía tal vez pero que no queda demostrado porque únicamente queda el testimonio de una monja moribunda y no existe más testimonio gráfico o documentado ya que la propia "Sor Amparo" parece destruyó una única confesión, transcrita por "Julia", sobre quien era el padre de "Nuria".

Pues ahora se abre el caso de nuevo, lo que permitirá dar esperanza de que no sean hermanos y al tiempo dan cuerda al guión ya que no se interrumpe la relación sino que se presenta desde la duda. Una salida inteligente y en nada desechable porque las cosas no siempre son lo que parecen o parecen lo que dicen que son. Todo puede ser para el futuro de esta trama y ya no es caso cerrado.

El 10 de febrero escribí en "El enigma de Sor Amparo" que la religiosa me resultaba de lo más intrigante y que condicionaría tal vez equivocadamente, las tramas del futuro.

Ya sabemos a lo que se puede dedicar ahora "Jaime", buscar el otro sentido más allá de una endeble apariencia. Nadie, en estos momentos de la trama, puede asegurar que la carta decía lo que "Sor Amparo", en los últimas horas de vida, confesó. Pudo mentir. Puede haber otra historia que no fuera revelada o alguna duda razonable sobre lo que dicen escribió "Julia". Como "Jaime" es abogado y para los leguleyos sólo cuentan las pruebas, puede se agarre a esa falta de verificación como clavo ardiendo, queriendo soñar y esperar que no son hermanos y consumar su amor. Pero tiene razón. Todos nos hemos dejado llevar de una última confidencia de una religiosa y hemos dado crédito quizá a la nada. Todos sabemos que el texto no puede tampoco arrinconar una leve posibilidad de que no sean hermanos, aún quedan capítulos; se cargarían una de las tramas de amor más importantes de la serie si se van a casa cada uno y quedan como hermanos. Me gusta mucho este giro que ha tomado la serie y nos da para seguir la pista de quien fue el padre de "Nuria", algo muy difícil y rocambolesco.

Los padres se lo creyeron; el cura de igual modo pero, tal vez, en alguien está depositada la verdad de lo que sucedió. Esto se puede convertir en un thriller de amor como recurso literario, para mantener la expectativa, generando un estado de tensión sobre la verdad de todo esto y al mismo tiempo que nos haga estar atentos a ese otro prima que nunca debe faltar en estos suspenses donde la vida se ve a través de claroscuros ambiguos  y la luz no es tan fácil de discernir.

¿Son hermanos realmente? La ficción nos está adelantando que, como todo en la vida, no se puede dar por hecho lo que parece que es porque así se reveló testificadamente en una hora postrera. Esta tarde nos hemos dado cuenta de que faltan muchos datos de mucha información previa cara a los acontecimientos; nos van a mantener la expectativa un tiempo más, entre incertidumbres y oscuridades del pasado. Misterio y suspense a partir de ahora y "Perry Mason" en acción. La verdad es que las tramas nunca decepcionan porque tiene una fluidez el guión y una credibilidad absolutas. Por cierto el ADN tiene unos treinta años.

El aborto que era un recurso para algunas mujeres, vía Londres, en los 60. Me ha recordado hoy la interpretación de Blanca Parés a aquella de Ana Fernández en aquella película de Benito Zambrano que vimos en el Festival de San Sebastián en el 96: "Solas". Un excelente filme sobre la angustia y soledad de la mujer soltera embarazada. Esta tarde entendías a "Alba", te acercabas a ella y valorábamos la presencia de la amiga que le sabía acariciar el alma en esos momentos tan dramáticos para una jovencita.

La fábrica va a tener serios problemas y estamos ya entrando en la recta final de "Alonso". Hasta el domingo un beso a tod@s!