EL MAL HIJO Y REPUDIABLE "ALONSO"

En el día de Sant Jordi un recuerdo al libro y  a la rosa. 

No tengo estómago para digerir la secuencia de violencia doméstica entre "Alonso" hacia su madre "Ana María". Y es violencia doméstica porque se ejerció contra un miembro de su familia, justo la persona que más respeto merece en esta vida, por mujer y madre. Fue un momento muy violento, pornográfico de abuso de fuerza y posición sobre una mamá que no quiere vender la casa y que supone los turbios asuntos y enredos financieros de su despreciable hijo. Y le denuncia porque ella no desea vender la finca extremeña.

Si agredir a una mujer y la violencia de género son repudiables, lo que sucedió el pasado día es monstruoso. Y la secuencia mostró bien a las claras la ira de este perturbado ya alcoholizado totalmente, diseccionando el brutal ataque y violación al derecho de su intimidad, de sus deseos, y sensibilidad cariñosa por su finca, de la "Marquesa". ¡Fue de llorar! Acaparar la suerte de tener una madre que tanto le quiere y agredirle tras intentar decidir sobre su patrimonio, amenazándole de modo tan execrable, con el acorralamiento y la fuerza bruta como método para disuadirla de su inamovible decisión de no-vender. Escena tan real como la vida misma.

¿Qué le puede haber llevado a un hijo a agredir a su madre? Clavar su mirada vidriosa y enrojecida por el alcohol en una mujer asustada por la brutal presencia de su hijo a punto de agredirle. Sólo le importa el agujero y la quiebra de su patrimonio que por cierto es el de su madre. Momento visceral que te golpea la cabeza, te hace llorar el alma por su poder explosivo e incomprensible pero de mucha profundidad porque nos acerca al tema de la violencia de los hombres para con sus propias madres y que los medios y la casta política poco relatan porque no da audiencia al tratarse de casos de hijos drogadictos la mayoría. En mi vida profesional he conocido a muchísimas madres que fueron asaltadas por sus hijos, expoliadas, amenazadas y golpeadas por los mismos. Y me asombra que la prensa calderilla y los movimientos a favor de las mujeres, obvien de esta perversión underground que se ha llevado a la tumba a muchas madres y ancianas y a sus maridos.

De hecho el cínico curdas de "Alonso" tiene comportamientos de drogadicto: irascibilidad, mentiras compulsivas, cambios de personalidad, abandono de la comunicación con su familia, agresiones a la misma (a su propia esposa de igual modo), bebe y lleva camino de los alcohólicos anónimos y un sistema nervioso destrozado por esa doble vida aderezada etílicamente que está personalizando.

Hubo secuencia de mucha actualidad. El momento en el que, "Marta" se extraña de la confianza que "Alonso" pone en un individuo peligroso como "Maroto", que con excusas vanas esquiva su marido, proviene de la corrupción y del tapadillo que tiene los dos juntos. Esto ocurre hoy muchísimo en la España corrupta. Y explica algunas relaciones peligrosas que tienen banqueros, empresarios y sobre todo políticos con raleas para dar de comer aparte. Todos están intrínsecamente unidos por la corrupción y los sucios asuntos en los que "trapichean". 

La secuencia sobre la disertación del matrimonio tiene mucho jugo. Es cierto, los jueces de entonces, daban la razón al hombre en su denuncia hacia su mujer y se quedaban con todo. Era una justicia machista. Hoy, es más difícil que eso ocurra y las leyes posteriores valoran más la indefensión de la mujer pero se comenten abusos de igual modo en algunos casos donde en, circunstancias concretas, el hombre o la mujer, son sañudamente sancionados. En España, ni en el ayer o el hoy ha habido justicia. Mientras en un país, todos no tengan los mismos derechos, sean iguales ante la ley y los jueces no sean independientes, siempre se gobernará y sentenciará a favor de los de un grupo y se penalizará a los demás. Cierto es que las mujeres estaban brutalmente maltratadas por su marido y por la ley de entonces y que el matrimonio era una cárcel sin remisión de pena si te salía mal; pero no es del todo cierto que las mujeres no podían trabajar, como se dijo en el pasado capítulo; había de todo ya en los 68. Mi generación ha visto trabajar de niño a muchas mujeres; mi madre y mis tías trabajaban todas. Aunque hubo esposas a las que, su marido, les impedía trabajar. En lo que se ha avanzado realmente es admitir la firma de la mujer sin permiso del marido y en castigar las agresiones. De mucha miga lo visto en esta secuencia.

Bonito momento en el que la niña de sus ojos, "Alba", saca a su padre el permiso para ir a viajar. Lo de la "escolta" de "Rosalía" tuvo su gracejo. Pero el drama del aborto viene ahora salvo que no lo esté. Un abrazo a tod@s!

En recuerdo de María Luisa Astibia. Gran mujer y taquillera del Teatro Principal durante muchos años y que ha fallecido en San Sebastián.