LA VERBENA DE PICHIS Y CHULAPONAS.

Menos mal que se van de verbena algunos. Porque, por poco, me da un síncope después de padecer al "excurichi" y su necesidad imperiosa de analgésicos para paliar el dolor de ausencia de la amada (maitetxu). Desde que se despojó de sus hábitos alcanforados, parece que es como cuando quitaron la lengua latina de la misa sacra. Todo termina siendo de una incredulidad desprovista de misterio. Es que, entre que “Fernando” puede acabar más tonto de lo que era; el pobre “Raimundo” que no conoce a su nieta y que ya ni discute con la “Doña paca”, y este apóstata para mayor gloria de la racionalidad, de crucifijo descolgado y que se diluye como un azucarillo en el lago del jardín del Edén, está PV de vacaciones austríacas.

 

Menos mal que alguien inventó a  “Terence”, gran comerciante y que sabe tocar la fibra de talón de Aquiles a las señoras, a su suegra los pezoncitos, los bigudis monetarios a la "Dolores", suavemente los cataplines a los hombres y el ombligo a las monjas, se va a hacer de oro y será nombrado el “Rey de Puente Viejo”, un día de estos, sin duda.

Ha habido varias secuencias notorias. Y un plano de un monte, que lo recojo en foto, que es la viva estampa geográfica de nuestro Jaizkibel visto desde Francia, desde Hendaye, entre medio el río Bidasoa y la marisma. Es un lugar precioso y muy emotivo, desde el cual miras hacia Hondarribia e invita a soñar desde un país libre. En el lado francés hay un bosque con unos asientos para enamorados y desde los que ves esta estampa del PV de hoy. Me recordaba también a la secuencia del Monte Ararac vista desde Rusia, en el film "El Serpiente".

Me ha gustado la interpretación de Dolores Ripoll, mucho. Es una actriz gesticulante como la que más. Puro teatro “Arlequinesco”, con todo su abanico de comicidad cómplice, de obras sainetescas al estilo de “Anacleto se divorcia” y así. Que pueden incluso herir a espectadores por la perversión que conlleva su excelente interpretación; parece una "metiche" de verdad de la buena. Hoy, ella y María Bouzas, han insistido excelentemente en sus registros racistas, tamizados de comedia bufa. Y la incomodidad de una “Soledad”, bellísima que está Ajejandra Onieva, y el pasotismo de su inteligentísimo y adulador esposo “Terence”/Boré Buika; todos estos momentos muy conseguidos televisivamente, vierten la denuncia de la estulticia de un pueblo de gárrulos mal pensantes, medio txoruas, vacuos, envidiosos, retrasados y estúpidos.

Sutil ha estado Alain Hernández, “Javier”, buscando la verdad como el sobrevivir, y la ha encontrado corriendo ese riesgo en una pulcra y limpia secuencia con “Tristán”. Del que por cierto actor, Alex Gadea, ya los de las exclusivas han dado la noticia que nuestra vidente adelantó hace casi dos meses, de la muerte de un alto personaje y de las circunstancias de la misma: Que se va de la serie. A Esther a y a mí nos abroncaron, recriminándonos que no pidiéramos permisos y nos tacharon de ser  unos indeseables de la prensa bochornosa actual.

 

Y llegó la verbena. Me ha gustado  mucho la nueva: Elena Martínez, su majeza pinturera y su voz chulapona y rasgada que le arreaba al pavo de “Isidro” un casi “tócame”. Pero “Isidro” es un buen chico, ni judas ni tunante y algo de razón tiene “Rita” cuando sabe, de cama misma, cómo le gustan las mujeres. Preciosa secuencia, muy bien filmada, entre negocios, viandas, cordialidad de amistades interesadas, jovialidad y ligoteo con ferial verbenero. Muy bien Jorge Pobes, Charlotte y Javier. Elena, además de morena, es la mar de simpática. Muy frescales y con aire tan retrechero que acaba matándote antes de llegar a la fuente del Manzanares. Parecía “La revoltosa” de aquel Madrid de Lavapiés de finales del XIX, con sus verbenas de rompe y rasga, con su olor a callos a la madrileña y el bocata de gallinejas. Veremos cómo le embruja este ceñido talle de emperatriz castiza al “Isidro” y si consigue hacerle teclear sus manos aleatoriamente buscando información adicional entre la falda de vuelo, desde la cintura hasta el mandil. “Hay es ná!!!”. No sé si era un traje de faralaes o de gitana, pero estaba bella y cachonda. Menos mal que nos ha hecho pasar el mal trago de condolernos con esa secuencia tristísima y brutal como verdadera del despertar en la UVI de “Fernando” que era como la de Paul Naschy y su cabeza seccionada en "El espanto surge de la tumba". Aunque Loreto/"María" guarda el tipo de mujer casada en su tiempo a pesar del sonambulesco estado en el que se encuentra. 

 

Me ha recordado a aquel Madrid de aquellos directores como Ramón Comas y sus “Historias de Madrid” o a Edgar Neville con su “Mi calle”, sobre el Madrid más cercano o decimonónico en cuenta corriente de la Generación del 27.

Nuevos personajes van llegando. Algunos van cuajando. Sigue destacando las miradas de Jorge Pobes. Es un chico muy amable y educadísimo. Me confesó, él mismo, el otro día, que era cierto que había aprendido mucho del Western de Almería y de sus fabulosos malos de mirada oblicuamente torva. Esa es la impresión que tengo yo al verle cada día. De imaginarlo en una árida tierra sin más ley que las armas, siempre en estado de alerta ante los cuatreros.

Yo soy un enamorado del “Spaghetti Western”. Por sus historias tan anti sistema, por sus zooms, por la curiosa caracterización de sus personajes, por sus cuatreros abrasadores comiendo judías picantes y por sus voces del doblaje como Salvador Arias, María Ángeles Herranz, José María Cordero y Santos Paniagua. Tengo profunda admiración y respeto por el género que, además, formó  a tantos actores y que les hizo viajar. Los sábados por la tarde suelo grabarlos y los veo cuando puedo. Y a Jorge le contemplo como a aquellos pioneros antihéroes carentes de moral, duros y rudos. No sé si es exagerado pero tiene la mirada de Gian María Volonté y el perfil de Lee Van Clef. Se parece mucho al actor francés Guy Delorme, cuando era jóven e interpretaba filmes de capa y espada junto a Jean Marais y hubiera sido una magnífico espadachín en cualquier filme de maravilloso André Hunebelle. 

Lo de la tarta de chocolate, negra, surrealismo puro. !Genial!. Algo tan simbólico como descolgado por analogía. El retrato del mal trato a un personaje capturado en toda su ambivalencia. 
Mencionar a esos a otros actores menos comentados aquí: Alain Martínez (el cuñadísimo), Antonio Sarrió (el médico),  Xavi Lite( el "Jato") y  la novísima estrella en el firmamento de PV: Elena Martínez/"Paula".  Y seguimos sin colocar los rótulos de  todos los intérpretes, o sea el nombre de la hija pequeña  de Xavi Lite: "Valentina".

Dedicado a mi apreciado Joxean Larrañaga : "Urko" con quien me encontré el otro día y es un vasco diferente y democrático que no tiene nada que ver con otros.