jueves, 5 de septiembre de 2013

LOS LOCOS CANTORES


¡Qué precioso capítulo!. “Ragtime”, la bella “Emilia”; un parecido facial e interpretativo de Selu al grandioso Charles Laugthon en sus carantoñas coquetas de bebé que no crece, cuando se deja convencer de ser, él, de igual modo, quien deba interpretar el himno, Un himno; unos cantantes de Jazz; Scott Joplin; melodías de ritmo acentuado y unos benditos locos cantores. Me sobra el resto. Cuando leo que, algunos, dejarán de ver PV porque se va Álex, yo no me pienso perder secuencias como estas. 

¡Maravillosos!. Esta tarde: Selu, Sandra, Enric, Maribel, Boré Buika y Blanca. Casi todas las secuencias corales en la plaza de PV son de antología: La boda de “Hipólito y de “Quintina”; el cine en PV; las tortillas; el guiso/sopa de Nueva Orleans; el “Ragtime” de esta tarde y el que llega mañana, que recuerdan los dos actores (Sandra y Selu) a las “The Andrews Sisters”, en sus voces, armonía y estructura. Les conozco muy bien porque, hace años, en otra emisora, un veterano de la radio donostiarra y del Paraguay, Aingeru Bengoetxea, me castigaba los oídos todas las tardes, escuchando a los estilos musicales étnicos de las mencionadas hermanas con cabello de diversos colores y que visitaban a las fuerzas aliadas en América.
 
Pero el capitulazo de hoy ha sido cultura musical e histórica entre ternura, tiempo que pasa, bromas y tragedia vivida. Insuperable. PV es mucho más que Megan y que Álex. Lo siento pero así lo creo. Lo desmenuzo día a día y en pocas ocasiones he visto escrita y prescrita una receta como esta cultísima historia televisiva.
De su aire popular, el de este ritmo que da cuenta del cómo entroncó con la gente popular, en sus orígenes, para pasar a ser aceptado por la crítica más sesuda y exigente. Hablaba, con un lenguaje sincopado, de pobres y de artistas, con pianos y pianolas hicieron pirotecnia con las piernas y brazos, de la que disfrutaban con estos entrecortados ritmos sincopados.
La música rasgada y el cine que reflejan esta época de ritmo afroamericano han estado muy presentes en el capitulo de hoy. 

 
 
Increíble buenísima secuencia del trío del "Colmado",  coloreada en negros, como en “El cantor de Jazz”, reflejando ese ritmo y sudor pegadizos que, Al Jolson, cantaba contagiosa e inimitablemente en el film sonoro: Hacerse hermano negro. Selu era "Jakie (Al Jolson), en "El cantor de Jazz". Blanca era Butterfly McQueen (Prissy) de "Lo que el viento se llevó" y Enric:  El tío de "Kunta Kinte" de "Raices. Energía y desenfado en “El Colmado”. Ejemplarizantes que han estado los actores, emocionantes y conmovedores. Como Boré cuando ha contado, en la plaza la otra cara de la América de los unos que no de todos. Cuando tuvo que bregar a través de vericuetos durísimos, de esperanza siempre, hasta que le llegó la oportunidad. Me ha extasiado y sobre todo con qué sencillez asumida y naturalidad lo cuenta a los “Puentevejinos”.
Gran parte del capitulo de hoy nos ha hablado sobre la necesidad que tiene el ser humano de expresarse. Y que hay que encontrar ese camino que trae realización y felicidad para uno y los que le rodean.
Personajes que han conmovido porque, a través de la música, nos han conmovido el alma ante las disyuntivas que planteaban. Ritmo adecuado y gentes alegres y desenvueltas en un tiovivo de música, ritmo y gastronomía cajún y criolla. Por cierto el "gumbo" es la sopa tradicional de aquellas tierras de sabrosote ritmo.

 
Las viejas costumbres endogámicas y cerradas no se sostienen en el mundo que “Terence” trae como innovación. Libre y metropolitano aunque los receptores estén aún con el carro de mulas. Es interesantísimo el ritmo, nunca mejor dicho, del PV este de la tarde. Los planteamientos de una época, que son también las de otro tiempo de aquel PV, que deben adaptarse a nuevos estilos sin tanto rigor y caciquismo, a sociedades plurales y abiertas, desterrando inmovilismos. Yo creo que ha aportado elementos muy válidos para la reflexión. Hasta la "Francisca" capitula aparentemente, aunque no creo se trate de la "Rendición de Breda".
Me ha recordado la excelente secuencia entre “Emilia” e “Hipólito” algo de aquel film de Llyod Bacon: “El loco cantor”, donde  se compone una música de tremendo éxito. Pero mucho más. Hay ternura en cajitas de bombones. Una especie de declaración de amor nunca consumada entre "Emilia" e "Hipólito", con espléndidos ribetes de onirismo entre estos dos enternecedores protagonistas. Enfatizando y auto convenciéndose que serán los más válidos para corear armonizadamente el dichoso himno extraño, que resulta genial y narcotizante. Pero si ha habido algo que me ha entusiasmado, ha sido un “Selu”, por unos instantes, interpretando con los arrullos de mi actor favorito, a quien conozco muy bien porque además le doblé una vez: Charles Laugthon. El más grande de todos los actores. Selu, de gran calidad artística, esta tarde rememorando a Charles, una mezcla del “Hércules Poirot” en “Alibi” y de aquel astuto niño grande al que le hacía cosquillas conseguir algo dificil: “Graco” en “Espartaco”. Y sobre todo al intrigante y pícaro senador de su último film “Tempestad sobre Washington”.
 
Muy comedido y concreto ha estado Álex cuando reconoce que ha vegetado muchos años de viudo poco alegre y que debe reconciliar su patata amorosa y engrasar sus cataplines. Le han metido en un sueño. En lo que sería el cielo si todo acabara bien pero... no.  ¿Vuelve Jacinta???. Sería la felicidad de sus fans: Los flirteos de amor, el hedonismo eterno porque en la tele todo es perfecto y fuentes que manan champagne. Pero la magia se va a romper y no es malo que se sepa ni bueno el haber guardado el secreto para exclusiva de una revista. La alegría se tornará en luto en la puerta de la iglesia, borrando el futuro de un plumazo y provocando una secuencia inolvidable con Aida de la Cruz, delirante entre art-deco, rococó y kitsch.

 Ayer fallecía el mejor actor de doblaje del mundo: Joaquín Díaz. En su gran recuerdo. Fue interprete de algun Spaghetti Western: "Los buitres cavarán tu fosa" de 1972, de Juan Bosch.
Interpretaba a Ted Salomón. Pérfido, maleante en la sombra y señorón. 
También se le pudo ver el el filme de Balcazar "El derecho a la vida" de Alfonso Balcázar. Con actores de doblaje como Miguel Ángel Valdivieso, Manuel  Cano y la gran Teresa Cunillé. Los dos filmes, se estrenaron en el cine Novelty de San Sebastián.


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